As¨ª los veo: previa NFL 2017 de los Arizona Cardinals
El a?o pasado los Cardinals tiraron la casa por la ventana para poner las ¨²ltimas piezas que convirtieran en ganadora del Lombardi una plantilla que un a?o antes se hab¨ªa quedado a dos escalones. Con ese objetivo renovaron a casi todos sus agentes libres importantes, ficharon a Chandler Jones (LB), Evan Mathis (G), Tyvon Branch (S) y pensaron que hab¨ªan saltado la banca del draft eligiendo a Robert Nkemdiche con el pick 29, aunque luego el defensive end terminara la temporada casi in¨¦dito por una lesi¨®n de tobillo. Antes de comenzar el a?o, los Cardinals estaban entre los grandes aspirantes en todas las apuestas. Al final, un r¨¦cord 7-8-1 les convirti¨® en una terrible decepci¨®n e incluso se rumore¨® que Bruce Arians pod¨ªa retirarse, aunque m¨¢s tarde hemos sabido que el origen de los rumores est¨¢ en que al entrenador se le diagnostic¨® un c¨¢ncer de ri?¨®n del que parece haberse recuperado tras operarse en febrero.
Casi todos se?alaron a Carson Palmer como el m¨¢ximo culpable del fracaso de los Cardinals. E incluso algunos daban por seguro que el equipo iba a buscar su sucesor de inmediato en la agencia libre o en el draft. Ahora, m¨¢s en fr¨ªo, quiz¨¢ haya que pensar que lo sorprendente no fue su rendimiento en 2016, sino su incre¨ªble temporada 2015, sin duda, la mejor de su carrera. En 2016, Palmer jug¨® m¨¢s o menos igual de bien o de mal que lo hab¨ªa hecho en su primer a?o sano en Arizona, en sus dos temporadas en Oakland o en la mayor parte de su carrera en Cincinnati. Como un quarterback solvente, y puntualmente brillante, pero demasiado irregular para ser considerado dentro de la ¨¦lite a pesar de su talento y con todos sus defectos acentuados por su edad.
?Entonces, d¨®nde estaba el problema?
Si lo comparamos con el a?o anterior, el ataque de los Cardinals no estuvo tan mal. Al contrario, fue uno de los equipos m¨¢s explosivos de toda la NFL. David Johnson fue una m¨¢quina y aunque en el grupo de receptores solo Fitzgerald estuvo a la altura, suplieron la falta de calidad con cantidad. Si hubiera que se?alar con el dedo a un grupo, tal vez deber¨ªa ser la l¨ªnea ofensiva, que rindi¨® muy por debajo de lo previsto. En defensa sucedi¨® lo mismo. Eran agresivos y en ocasiones muy dominantes, pero ese poder no se reflejaba en el resultado.
Al final, el problema tanto en ataque como en defensa estuvo en los peque?os detalles. Cada p¨¦rdida de bal¨®n ofensiva era una bofetada para ellos. Todo el buen trabajo defensivo se perd¨ªa en apagones inexplicables que duraban un par de jugadas, errores puntuales de asignaci¨®n, cositas que poco a poco minaron su confianza. Por el camino desaprovecharon un calendario muy sencillo que a priori parec¨ªa asegurarles un r¨¦cord estratosf¨¦rico que nunca lleg¨®.
Vuelta a la calma
Da la sensaci¨®n de que Arians ha preferido tomarse esta offseason con mucha m¨¢s calma, como si este a?o se planteara como de transici¨®n antes de iniciar una reconstrucci¨®n profunda. Los fichajes en la agencia libre parecen casi intrascendentes y las p¨¦rdidas muy graves. Se han ido Calais Campbell (DE) su gran estrella defensiva, Tony Jefferson (S) despu¨¦s de completar una temporada monstruosa, Kevin Minter (LB) y un buen pu?ado m¨¢s de agentes libres. Evan Mathis se ha retirado y parece que han hecho una apuesta demasiado arriesgada a que la mayor¨ªa de sus siete elecciones del draft van a tener un impacto inmediato desde el primer d¨ªa sin importar la ronda en que fueron elegidos. Necesitan que Haason Riddick sea el linebacker interior con presencia que tanto a?oran, que la llegada de Budda Baker devuelva a Tyrann Mathieu la libertad de movimientos que le convierte en un jugador especial, que Chad Williams sea de verdad el receptor lleno de talento que pod¨ªa haber sido elegido en primera ronda si no fuera por sus antecedentes personales, que¡
Recuperar la perspectiva
Por encima de todo lo anterior, los Cardinals, y Bruce Arians especialmente, deben ser muy realistas. Asumir que Carson Palmer tiene 37 a?os y volver¨¢ a ser capaz de lo mejor y lo peor como le ha pasado durante casi toda su carrera; que Fitzgerald ya tiene muchos kil¨®metros en las piernas, ya no es tan desequilibrante, y el grupo de receptores ya no es para tanto; que la l¨ªnea ofensiva est¨¢ cogida por los pelos y David Johnson se est¨¢ quedando muy solo como arma de destrucci¨®n masiva.
Y que en la NFL de los ¨²ltimos a?os el concepto de agresividad defensiva est¨¢ perdiendo m¨²sculo y ganando inteligencia. Ya es muy dif¨ªcil arrollar por aplastamiento. Funcionan mucho mejor las incisiones quir¨²rgicas que terminan por desangrar al ataque rival. Aunque si consiguieran taponar la hemorragia de errores puntuales que tanto da?o les hizo el a?o pasado, podr¨ªan a¨²n apelar a su orgullo para salpicar los domingos de sorpresas que les permita so?ar con tocar los playoffs con la punta de los dedos.
Pese a que un a?o m¨¢s, como buen equipo de Arians, los Cardinals nunca le perder¨¢n la cara a un partido, y dar¨¢n hasta la ¨²ltima gota de su sangre por ganarlo, en Arizona huele a cambio de ciclo y proyecto agonizante. Ya sea con Arians, o con un nuevo head coach, el pistoletazo de salida de su aut¨¦ntica reconstrucci¨®n no llegar¨¢ hasta la pr¨®xima offseason.
Mi pron¨®stico
A priori, un calendario no muy complicado puede beneficiarles y en su divisi¨®n deber¨ªan ser a¨²n mejores que 49ers y Rams. A poco que las cosas les funcionen podr¨ªa estar a su alcance un r¨¦cord 9-7.Quedar¨¢n segundos de divisi¨®n y, aunque quedar¨¢n fuera de playoffs, luchar¨¢n por alcanzarlos hasta el ¨²ltimo d¨ªa.
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