As¨ª los veo: previa NFL 2017 de los Tampa Bay Buccaneers
Los Buccaneers llevan tres offseason reconstruyendo con criterio y por fin ha llegado la hora de la verdad. Est¨¢n obligados a dar el salto a la ¨¦lite ya si no quieren convertirse en otro de esos proyectos con muy buena pinta que terminan encasquillados. En 2016 ya estuvieron a punto de dar el salto, pero su magn¨ªfico final de temporada estuvo lastrado por un arranque complicado con varias derrotas inesperadas. Ahora, tras una agencia libre quir¨²rgica en la que pensaron a lo grande, y un draft en el que aparentemente dejaron resueltos sus grandes problemas, ya no hay ninguna justificaci¨®n que impida que quiz¨¢ el proyecto emergente m¨¢s atractivo de la conferencia Nacional empiece a generar r¨¦ditos.
Tambi¨¦n ha llegado el momento de que Dirk Koetter, su entrenador principal, demuestre sobre el campo por qu¨¦ es considerado un adelantado a su tiempo en la faceta ofensiva. El proyecto de los Bucs parece ganar empaque, pero sus graves problemas han sido los mismos que hace doce meses: falta de receptores, debilidad de la l¨ªnea ofensiva y fragilidad en secundaria. Este a?o se han lanzado con entusiasmo a solucionar el problema con safeties y receptores, pero sorprende que haya dejado aparcada la evoluci¨®n de una l¨ªnea ofensiva mediocre defendiendo el pass rush y realmente muy mala en jugadas de carrera.
Con esos ingredientes, adem¨¢s de una divisi¨®n que parece una caja de bombas, los Bucs son uno de los equipos que m¨¢s expectaci¨®n despiertan de cara a la temporada 2017, aunque no est¨¢ de m¨¢s recordar que el a?o pasado tambi¨¦n comenzaron con las mismas expectativas y, despu¨¦s de ganar a los Falcons en la primera semana jugando como los ¨¢ngeles, empalmaron cinco derrotas en siete semanas que fueron como una ducha fr¨ªa.
El talento de Jameis Winston
Una de las claves del crecimiento de estos Bucs es que, por fin, parecen tener un quarterback magn¨ªfico. Si echamos la vista atr¨¢s, Jameis Winston posiblemente sea el mejor pasador que ha tenido la franquicia desde que se fund¨® en 1976. Despu¨¦s de dos temporadas eso no es garant¨ªa de nada, y no ser¨ªa la primera vez que un quarterback prometedor se diluye como un azucarillo, pero todo apunta a que Winston no solo es muy bueno ya, sino que tiene un gran margen de crecimiento. En el campo tiene presencia, hace muy buenas lecturas, tiene una t¨¦cnica elegante, punter¨ªa, paciencia y autoridad. Casi siempre toma muy buenas decisiones, aunque esa es una faceta en la que debe mejorar. Tambi¨¦n tiene que crecer en liderazgo. Cuando las cosas se ponen complicadas, y tiene que echarse el equipo a la espalda, a¨²n usa demasiadas veces el est¨®mago m¨¢s que la cabeza. Y eso sorprende, porque si algo llama la atenci¨®n en ¨¦l es que tiene la cabeza muy bien amueblada. Al final, sus pocos puntos d¨¦biles deben desaparecer seg¨²n vaya acumulando experiencia y no se observa ning¨²n defecto cr¨®nico que deba preocupar.
Por fin habr¨¢ suficientes receptores
El a?o pasado Winston lo ten¨ªa muy claro. Su objetivo era Mike Evans s¨ª o s¨ª. Detr¨¢s de ¨¦l solo estaban Adam Humphries, un fajador puro y duro, y Cameron Brate, un tight end que resolvi¨® con buena nota el problema creado por el inevitable despido de Sefarian-Jenkins. Esos antecedentes hac¨ªan indispensable el refuerzo inmediato del grupo de receptores, que comenz¨® en la agencia libre con el fichaje de DeSean Jackson, y continu¨® en la draft con la elecci¨®n en 1? ronda de O.J.Howard, un tight end con talento para convertirse en el heredero de Gronkowski como monarca de la posici¨®n en la NFL. Para terminar, en tercera ronda eligieron a Chris Godwin, un receptor que casi sali¨® de la nada tras disputar una impresionante Rose Bowl y dejar a todos boquiabiertos en el combine. Con todas esas incorporaciones, el unidimensional ataque a¨¦reo de Tampa en 2016 puede convertirse en una sinfon¨ªa a poco que Winston saque a pasear brazo y talento.
M¨¢s dudas en el ataque terrestre.
Doug Mart¨ªn se perder¨¢ los tres primeros partidos de la temporada por sanci¨®n y durante gran parte de la offseason hubo rumores de que podr¨ªa ser cortado ya que no tendr¨ªa repercusi¨®n contra el cap. Pese a todo, han decidido contar con ¨¦l a pesar de que su carrera est¨¢ siendo un sube y baja de temporadas extraordinarias junto a otras desastrosas. Por si acaso, tiene en la rec¨¢mara a Charles Sims, que el a?o pasado se perdi¨® media temporada por lesi¨®n, y a Jacquizz Rodgers, que jug¨® en Tampa su mejor temporada. En 5? ronda del draft eligieron a Jeremy McNichols para completar un grupo que puede ser muy potente si Martin juega como sabe, o tan decepcionante como el a?o pasado si entra en un s¨¢lvese quien pueda.
La l¨ªnea ofensiva podr¨ªa ser la misma de 2016 con Donovan Smith (LT), Kevin Pamphile (LG), Joe Hawley (C), Ali Marpet (RG) y Demar Dotson (RG). El ¨²nico cambio probable ser¨ªa la entrada de JR Sweezy en el LG despu¨¦s de que se perdiera toda la temporada pasada por una operaci¨®n en la espalda. Quiz¨¢ quepa esperar que tanto tiempo jugando juntos empiece a notarse en su rendimiento, pero visto lo visto el a?o pasado, parecen el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de un ataque creado para fabricar muchos fuegos artificiales.
Un front seven con muchas armas
En la plantilla de los Buccaneers quiz¨¢ no haya un pass rusher puro, pero s¨ª hay muchos jugadores que saben c¨®mo entrar en blitz y hacer mucho da?o. Esa es una de sus grandes armas. Puede entrar casi cualquiera, por dentro y por fuera, en una combinaci¨®n que muchas veces vuelve locas a las l¨ªneas ofensivas rivales. Adem¨¢s, han fichado a Chris Baker, que debe formar una pareja letal de tackles junto a una bestia como Gerald McCoy. No solo ser¨¢n un muro contra la carrera, tampoco deber¨ªan bajar de los 10 sacks interiores combinados. Por fuera seguir¨¢ estando William Gholston, un fajador al que le falta pass rush para jugar en el end y mucho m¨¢s eficaz contra la carrera, y Robert Ayers, que si no tiene lesiones tambi¨¦n deber¨ªa rondar la decena de sacks. En la rec¨¢mara queda Noah Spence, elegido en 2? ronda del draft de 2016, que en su a?o de rookie se confirm¨® como un peligro constante para los quarterbacks rivales.
Detr¨¢s de esa magn¨ªfica l¨ªnea defensiva hay tambi¨¦n much¨ªsima calidad con Kown Alexander como middle linebacker y Lavonte David como uno de los mejores linebackers de 4-3 de la NFL. El primero super¨® los 100 tackles en su segunda temporada y, aunque todav¨ªa tiene algunos despistes, cada vez es un jugador m¨¢s s¨®lido. David tuvo en 2016 los peores n¨²meros de su carrera y est¨¢ por ver si se debi¨® a una decadencia temprana a sus 26 a?os o a una cuesti¨®n de sistema. Tras la marcha de Daryl Smith no est¨¢ claro qui¨¦n jugar¨¢ en el ¡®sam¡¯. Podr¨ªa ser Jacquies Smith, que se perdi¨® casi entero 2016 por lesi¨®n, y que es un ¡®edge¡¯ peligros¨ªsimo. Tambi¨¦n est¨¢ Cameron Lynch como soluci¨®n de urgencia y ser¨¢ complicado que puedan contar con Kendell Beckwith, elegido en 3? ronda del draft pero convaleciente de una lesi¨®n que puede retrasar su debut.
Dos nuevos safeties
En la secundaria necesitaban con urgencia dos safeties nuevos y pueden haber encontrado a ambos. JJ Wilcox lleg¨® desde Dallas como strong y Justin Evans ha sido elegido en 2? ronda del draft como free. Ser¨¢ importante que se acoplen r¨¢pidamente y rindan desde el primer d¨ªa porque detr¨¢s hay muy poquita calidad. Ryan Smith es un jugador b¨¢sicamente de equipos especiales, Chris Conte ya ha demostrado de sobra que no da la talla como titular y lo mismo sucede con Keith Tandry. El tridente de cornerbacks tendr¨¢ cambio de nombres y estatus. Vernon Hargreaves quedar¨¢ como n¨²mero 1 despu¨¦s de una estupenda temporada y Brent Grimes ser¨¢ el segundo tras un buen a?o, pero con el lastre que empiezan a suponer sus 34 a?os. En el slot no est¨¢ tan claro qui¨¦n se har¨¢ con el puesto. Ni Javien Elliott, ni Josh Robinson, parecen dar el nivel y no ser¨ªa raro que buscaran un refuerzo de ¨²ltima hora antes de empezar la temporada.
Con todos estos mimbres, los Buccaneers llegan a la temporada con muchas esperanzas de dar un gran salto gracias a la nueva dimensi¨®n que debe darles su reinventado ataque a¨¦reo. Y con la necesidad de que Doug Martin acabe teniendo uno de sus a?os buenos. Tambi¨¦n necesitan que la calidad te¨®rica de su defensa se concrete sobre el campo, donde realmente el a?o pasado nunca lleg¨® a ser demasiado dominante. Adem¨¢s, la NFC Sur promete ser en 2017 una divisi¨®n luchad¨ªsima con Bucs, Saints y Falcons aspirando a todo y los Panthers dando mucha guerra alg¨²n escal¨®n por detr¨¢s. Todo pinta muy bonito en Tampa, pero todav¨ªa quedan muchas preguntas sin respuesta.
Mi pron¨®stico
El calendario de Tampa es dinamita y en los cinco primeros partidos de la temporada se pueden jugar el ser o no ser de su proyecto. Empiezan viajando a Miami, reciben despu¨¦s a los Bears, van a Minnesota y jugar¨¢n en su casa contra Giants y Patriots. A partir de ah¨ª todo es m¨¢s sencillo hasta el bye en la semana 11, aunque justo despu¨¦s tienen que viajar a Atlanta y Green Bay y acabar¨¢n con tres duelos divisionales que pueden ser decisivos. Toda su temporada depender¨¢ del arranque, en que deber¨ªan ganar a Chicago sin problemas, pero nadie se extra?ar¨ªa si perdieran los otros cuatro partidos. Si empiezan ganando solo dos de los cinco primeros, pueden terminar con un r¨¦cord 9-7 similar al a?o pasado que les dejar¨¢ fuera de postemporada. Si ganan tres o cuatro de ellos, abrir¨¢n la puerta de los playoff y todo el mundo empezar¨¢n a temerles.
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