As¨ª los veo: previa NFL 2017 de los New York Jets
La temporada de los Jets huele a ¡®tanking¡¯ que apesta (ya lo ol¨ªa a mediados de mayo cuando escrib¨ª el esqueleto de esta previa). Buscar m¨¢s derrotas que nadie para virarle a todo el mundo el mejor quarterback dentro de una camada que huele que alimenta. La carrera por elegir a Sam Darnold ya ha comenzado y los Jets aspiran a lograr la ¡®pole¡¯.
Con Chan Gailey retirado cinco minutos antes de ser despedido, y Todd Bowles a¨²n en el cargo de entrenador principal por mucho que sorprenda, no parece que este proyecto pueda tener demasiado recorrido. No es un problema de r¨¦cord, sino de gesti¨®n. A Bowles le ha venido grande el puesto durante toda su segunda temporada y la NFL se est¨¢ perdiendo un gran coordinador defensivo por el empe?o de los Jets de mantener a un mal entrenador principal.
Nadie me quita de la cabeza que el a?o pasado los Jets quedaron muy lastrados por un calendario muy complicado desde el primer d¨ªa, y una horripilante gesti¨®n del puesto de quarterback, que termin¨® con Fitzpatrick convertido en espantap¨¢jaros al que nada le importaba un pimiento, muy lejos de la actitud comprometida que le ayudo a jugar a un nivel m¨¢s que digno una temporada antes. Este a?o, en una inequ¨ªvoca declaraci¨®n de intenciones, han aparcado la b¨²squeda de un quarterback de futuro. Han fichado a Josh McCown, un mercenario que ha jugado en 7 equipos en sus 14 temporadas anteriores y que no puede aportar mucho m¨¢s que profesionalidad junto a una fragilidad f¨ªsica cada vez m¨¢s preocupante. Quiz¨¢ tengan en la cabeza darle una segunda oportunidad a Christian Hackenberg, pero visto lo visto el a?o pasado ser¨¢ muy complicado que en esa perforaci¨®n encuentren petr¨®leo.
Un ataque en cuadro
Con uno de esos dos pasadores al frente del ataque se antoja complicado que los Jets sean competitivos a ese lado del bal¨®n. Adem¨¢s, tras la marcha de Brandon Marshall y el inexplicable despido de Eric Decker, Enunwa parec¨ªa condenado a cargar con todo el trabajo pese a la elecci¨®n de dos receptores en 3? y 4? ronda (ArDarius Stewart y Chad Hansen) y de un tight end en 5? (Jordan Leggett). Sin embargo, una lesi¨®n en pretemporada obligar¨¢ a Enunwa a operarse y perderse toda la temporada, as¨ª que se puede decir sin miedo a exagerar que, casi literalmente, no tienen receptores. En el backfield Matt Fort¨¦ est¨¢ muy lejos ya de su mejor momento y Bilal Powell no pasa de ser un buen chico para todo. Incluso la l¨ªnea ofensiva necesitar¨¢ reinventarse despu¨¦s de que fuera cortado Nick Mangold, su center, con lo que el quinteto se ha quedado sin l¨ªderes si se suma a la marcha de Ferguson un a?o antes. Para aliviar un poco el panorama han fichado a Kelvin Beachum (LT). Aunque nadie duda de su talento, no est¨¢ tan claro que consiga mantenerse sano. Si lo hace, puede haber sido una adquisici¨®n magn¨ªfica.
Con esos poderes resulta complicado imaginar a los Jets exhibiendo un m¨ªnimo de solidez ofensiva. M¨¢s bien parece que la temporada ser¨¢ un banco de pruebas para ver qu¨¦ puede salvarse y qu¨¦ debe ser descartado cuando empiece de verdad su reconstrucci¨®n dentro de doce meses.
Una defensa esperanzadora
El caso de la defensa es muy diferente. Da la impresi¨®n de que MacCagnan (general manager) y Todd Bowles, ante el calor insoportable que sienten en las posaderas, han decidido conjurarse para hacer lo que de verdad sabe Bowles, que es construir en ese lado del bal¨®n. Como objetivo fundamental se han centrado en la secundaria, donde el reinado de Darrelle Revis ha llegado a su fin. Para suplirle han encontrado en la agencia libre a Morris Claiborne, que si juega como el a?o pasado en los Cowboys puede ser uno de los fichajes del a?o en la NFL. Adem¨¢s, han gastado sus dos primeras rondas del draft en dos safeties como Jamal Adams y Marcus Maye, que tendr¨¢n un dif¨ªcil aterrizaje en la NFL en un equipo tan fr¨¢gil. Dif¨ªcilmente tendr¨¢n un gran impacto de entrada, pero que en un par de a?os podr¨ªan formar la mejor pareja de safeties j¨®venes de la liga.
Si los refuerzos de la secundaria respondieran desde el primer d¨ªa, teniendo en el front seven malas bestias como Sheldon Richardson, Muhammad Wilkerson o Darron Lee, los Jets ser¨ªan un bloque muy complicado de batir. Pero para evitar tentaciones, y asegurar que la maquinaria tenga resquicios por los que fallar, despidieron a mediados de junio a David Harris en otro movimiento inexplicable que solo su justifica en un intento de reventar lo poco que funciona para asegurarse el premio gordo del draft. Por el camino, Todd Bowles tiene por delante unos meses de dif¨ªcil equilibrio en los que conseguir que el salto de calidad defensivo justifique su continuidad al frente del equipo y le permita capitanear tambi¨¦n la reconstrucci¨®n ofensiva que inevitablemente ha quedado aplazada para 2018.
Todd Bowles tiene que cuadrar el c¨ªrculo
La cuesti¨®n es si Woody Johnson, propietario del equipo, tendr¨¢ por un lado la paciencia suficiente para mantener a Bowles como entrenador principal, o si por el otro le perdonar¨ªa el atrevimiento de ganar m¨¢s partidos de los debidos. Aunque parezca un sinsentido, para el futuro de los Jets puede ser un desastre que pudieran conseguir m¨¢s de cuatro victorias. Necesitan estar en el p¨®dium de los peores de la NFL para poder optar a un quarterback novato sin tener que subir por ¨¦l a cambio de una sangr¨ªa de rondas altas futuras que lastrar¨ªan gravemente su reconstrucci¨®n. Eso pasa por conseguir el menor n¨²mero de victorias posible, algo que parece garantizado por su poco convincente ataque. Y por muy bien que se comporte la defensa, sera muy complicado para Bowles sobrevivir al frente del equipo con dos o tres victorias en el casillero en A?o Nuevo.
Mi pron¨®stico
Creo que los Jets ser¨¢n el peor equipo de la NFL en 2017. No me sorprender¨ªa que terminaran la temporada con un r¨¦cord 0-16 que les valdr¨ªa el derecho de elegir al primer jugador del draft 2018.
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