As¨ª los veo: previa NFL 2017 de los Detroit Lions
Podemos darle muchas vueltas al sorprendente rendimiento de los Detroit Lions en 2016, pero al final acabaremos irremediablemente en Matthew Stafford, su quarterback. Es cierto que desde la llegada de Jim Caldwell como entrenador principal hace tres a?os han logrado dos clasificaciones para playoffs, pero una vez dentro siguen sin ser competitivos. Adem¨¢s, un r¨¦cord 9-7 con tres derrotas en los ¨²ltimos tres partidos de temporada regular no es precisamente un buen augurio para un 2017 pese a que puedan achacar ese final a una epidemia de lesiones, incluido un dedo de la mano de lanzar de Stafford.
El aut¨¦ntico cambio importante en el equipo desde la llegada de Caldwell no ha sido tanto en la calidad de la plantilla como en la disciplina. Donde hasta hace muy poco los Lions encontraban maneras incre¨ªbles de perder partidos, regalar primeros downs al rival y autodestruirse, ahora aparece un bloque disciplinado que, sorprendentemente, quiz¨¢ haya rendido por encima de sus posibilidades. Los Lions del a?o pasado no jugaron un football maravilloso, pero s¨ª mostraron una solidez y una consistencia desconocida por esos lares. Un grupo que a?o tras a?o terminaba siendo una banda enloquecida pareci¨®, por fin, un equipo de football americano.
La metamorfosis de Stafford
Esa disciplina es la principal aportaci¨®n de Caldwell, que por otro lado tampoco tiene mucho m¨¢s que ofrecer en el aspecto t¨¢ctico o estrat¨¦gico, donde es casi irrelevante. Su gran arma es la sensatez y el buen juicio, y por ahora le est¨¢ sirviendo. Veremos si dentro de uno o dos a?os no empiezan a plantearse en Detroit si para llegar a lo m¨¢s alto se necesita algo m¨¢s de brillantez.
Porque brillo, lo que es brillo, el ¨²nico que lo puso en este equipo en 2016 fue Matthew Stafford, que en su mejor temporada como profesional le dio a este proyecto el empaque del que carec¨ªa. No os pong¨¢is a mirar los n¨²meros del quarterback porque es muy probable que no encontr¨¦is demasiadas diferencias con los de a?os anteriores. La clave es que, hasta ahora, Stafford limpiaba su expediente en los minutos de la basura, cuando ya no val¨ªa para nada. El nuevo Stafford completa los pases en el momento decisivo, consigue drives exitosos cuando m¨¢s da?o hace al rival y ha conseguido la presencia y la autoridad sobre el campo que llev¨¢bamos ocho a?os esperando. Stafford lleg¨® a la NFL como una potencial estrella y durante a?os se ha dedicado a hinchar estad¨ªsticas, jugando como si se aburriera y no le interesara. Por suerte, con 29 a?os parece haber alcanzado el punto de madurez que le convierte en uno de los quarterbacks m¨¢s desequilibrantes de la NFL. La pregunta es si ha sido un espejismo o el nuevo Stafford ha emergido por fin para quedarse.
La gran inc¨®gnita de Abdullah
Es curioso que la irrupci¨®n del aut¨¦ntico Stafford haya llegado tras la retirada de Calvin Johnson, uno de los mejores receptores del siglo XXI. Stafford no le ha echado de menos. Al contrario, parece haber despertado de ese estado de letargo que le imped¨ªa mirar a ning¨²n otro receptor que no fuera Megatr¨®n. Golden Tate, Marvin Jones y Anquan Boldin formaron un tridente perfectamente complementado y que se completaba con el tight end Eric Ebron que, aunque le faltaron m¨¢s touchdowns, dio en 2016 un salto de madurez. Este a?o seguir¨¢n Tate, Jones y Ebron y se echa de menos que no hayan buscado un refuerzo m¨¢s s¨®lido para sustituir a Boldin. Ni Jared Abbrederis, fichado en enero, ni Kenny Golladay, elegido en tercera ronda del draft, dicen demasiado. S¨ª podr¨¢n jugar m¨¢s con doble tight end tras elegir en 5? ronda a Michael Roberts, pero da la impresi¨®n de que un grupo de receptores que estaba a muy poquito de ser excepcional se ha quedado simplemente en bueno.
En el backfield tienen un interrogante gigantesco. Ameer Abdullah se perdi¨® casi entera la ¨²ltima temporada por lesi¨®n y habr¨¢ que ver en qu¨¦ estado vuelve. Ni Theo Riddick, ni Dwayne Washington, ni Zach Zenner cubrieron el vac¨ªo con solvencia. Todos seguir¨¢n en la plantilla, pero estos Lions necesitan a Abdullah al ciento por ciento para dar un salto de calidad consistente respecto a la pasada temporada.
Taylor Decker, baja al menos hasta octubre
La gran revoluci¨®n ofensiva se la producido en la derecha de la l¨ªnea ofensiva. Se han marchado Larry Warford y Riley Reiff y para sustituirles se ha hecho una gran inversi¨®n en la agencia libre fichando a T.J. Lang y Ricky Wagner, lo que a prori es una mejora sobre una pareja que ya era buena. Con esos movimientos, parec¨ªa que esa l¨ªnea pod¨ªa estar en la ¨¦lite y evitar los 37 sacks concedidos en 2016 y los problemas para abrir puertas a la carrera. Travis Swanson parece cada vez m¨¢s asentado en el center, mientras Laken Tomlinson (1? ronda de 2015) y Graham Glasgow (3? de 2016) competir¨ªan por la titularidad en el guard izquierdo, el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil. Para terminar, Taylor Decker deber¨ªa ser un estupendo left tackle de 1? ronda despu¨¦s de una buen¨ªsima temporada de rookie. Entonces lleg¨® la mala noticia: Decker tuvo que operarse en junio de una lesi¨®n de hombro que le mantendr¨¢ fuera del equipo entre cuatro y seis meses. Ese agujero en la posici¨®n fue cubierto con urgencia con el fichaje de Greg Robinson y Cyrus Kouandjio, pero, sinceramente, uno es un fracaso y el otro no es nadie, as¨ª que el castillo de naipes tiene bastantes papeletas para caerse por el tackle izquierdo.
La sombra de Suh sigue siendo alargada
El problema del front seven sigue siendo que no han sabido llenar el vac¨ªo que dejaron Shu y Fairley en el tackle. Ficharon a Ngata, pero su rendimiento ha estado muy lejos del de sus predecesores. A sus 32 a?os seguir¨¢ siendo titular porque no hay nada mejor. A¡¯Shawn Robinson, el otro tackle, elegido en 2? de 2016, s¨ª tuvo un a?o de rookie esperanzador, pero el equipo quiere que mejore su faceta de pass-rusher en el segundo a?o. Por fuera tienen a Ziggy Ansah, uno de los grandes man-eaters de la NFL. Una pesadilla para los quarterbacks que el a?o pasado se qued¨® en nada por culpa de una sucesi¨®n de lesiones de tobillo y hombro. Pas¨® de 14,5 sacks en 2015 a solo dos en 2016. Lo l¨®gico es que, una vez recuperado, vuelva a sembrar el p¨¢nico. En el otro lado aparece como titular Cornelius Washington, reci¨¦n llegado desde Chicago. Pero digan lo que digan los depth charts de pretemporada, lo l¨®gico es que sea Kerry Hyder, con ocho sacks el a?o pasado, el cuarto hombre en protagonismo dentro de la l¨ªnea de cuatro pese a que necesita mejorar contra la carrera.
Otro problema de este equipo ha sido su l¨ªnea de linebackers. El mejor era DeAndre Levy, pero ha sido cortado despu¨¦s de pasar dos temporadas casi en blanco por las lesiones. En primera ronda del draft eligieron a Jarrad Davis (dejando pasar a Rueben Foster) para que sea su middle linebacker de la pr¨®xima d¨¦cada. En la agencia libre ficharon a Paul Worrilow y posiblemente muevan hacia fuera a Tahir Whitehead para completar el trio sin olvidar a que en 4? ronda eligieron a Jalen Reeves-Maybin. Es un front seven que puede rendir a buen nivel si es capaz de mantener la disciplina del a?o pasado y Ziggy Ansah recupera su nivel habitual de sacks, pero que de entrada no entusiasma demasiado.
Una secundaria con mejores nombres que n¨²meros
La secundaria fue un quebradero de cabeza durante toda la pasada temporada. Encajaron 33 touchdowns de pase para convertirse en la segunda peor defensa en esa faceta del juego. Lo curioso es que Darius Slay y Nevin Lawson formaban una estupenda pareja de cornerbacks. Ambos siguen en el equipo y adem¨¢s han recibido muchos refuerzos. Teez Tabor fue elegido en 2? ronda del draft y en la agencia libre ficharon a D.J. Hayden para ver si lo traen de vuelta del universo de los fracasados. Entre los cuatro deber¨ªan ser capaces de frenar la sangr¨ªa. Para completar la secundaria, Glover Quinn y Tavon Wilson son dos safeties muy trabajadores y que se complementan muy bien para ocupar much¨ªsimo campo. En realidad todos ellos deber¨ªan formar un grupo muy competitivo y que, posiblemente, el a?o pasado se vio perjudicado por los problemas del front seven para generar presi¨®n sobre el quarterback rival.
Los Lions parecen un bloque bastante s¨®lido sobre el papel y que deber¨ªa ser capaz de igualar el r¨¦cord del a?o pasado si mantiene la disciplina y Ziggy Ansah recupera su mejor cara. Sin embargo, sigue pareciendo un equipo al que le faltan cosas para dar de verdad la batalla en postemporada. Quiz¨¢ si Greg Robinson resucitara en Detriot, y si Abdullah fuera de verdad un corredor de m¨¢s de 1000 yardas, podr¨¢n entrar en la pelea, pero siempre y cuando Matthew Stafford siga siendo el quarterback maduro y con autoridad que irrumpi¨® por fin en la NFL hace unos pocos meses.
Mi pron¨®stico
El calendario de los Lions tiene los puntos rojos en los partidos fuera de casa. Independientemente de su siempre dif¨ªcil divisi¨®n, con Packers como ogros, Vikings como inc¨®gnita y Bears como chollo, reciben a Falcons o Steelers y tienen que viajar a territorio de los Giants, Saints, Ravens, Bucs o Bengals, todos ellos rivales en teor¨ªa parejos con ellos, pero que contar¨¢n con la ventaja local.Si les apunto derrota en esos cinco partidos como visitantes me sale un r¨¦cord 7-9 que ir¨¢ mejorando seg¨²n el ¨¦xito que puedan tener en esos choques equilibrados.
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