As¨ª los veo: previa NFL 2017 de Los Angeles Chargers
![](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/AQ7K766DLJPNHP7DSUTUS2FZRQ.jpg?auth=17c9dda80534ed1988f8e3afb629760ff3d8bae8b9a60eba52a8ca9846697ad1&width=360)
Los Chargers nacieron en Los Angeles en 1960 y se mudaron a San Diego a los pocos meses porque nadie les hac¨ªa ni pu?etero caso en la ciudad de las estrellas. Ahora, 57 a?os despu¨¦s, han decidido regresar a sus or¨ªgenes y arriesgarse a que sigan sin hacerles ni pu?etero caso.
El principal problema es que en Los Angeles es muy complicado triunfar si no eres una estrella. Y una muy brillante. Sus calles est¨¢n llenas de vagabundos que llegaron dispuestos a comerse el mundo y terminaron tirados entre la basura. Para empezar, van a jugar en un estadio provisional en el que caben 30.000 espectadores. Como no pod¨ªa ser de otra manera, vendieron todos los abonos del estadio de Carson r¨¢pidamente. Y publicitaron el hecho como un ¨¦xito, y como una muestra de que Los Angeles s¨ª que hab¨ªa recibido con entusiasmo a la franquicia. Sin embargo, quiz¨¢ sea buena idea recordar que los Rams vendieron los 70.000 abonos del Memorial Coliseum en seis horas hace doce meses. Y no, las comparaciones no son odiosas.
Una reubicaci¨®n complicada
Por tanto, seguimos con la duda sobre c¨®mo recibir¨¢ la ciudad a un equipo que ha despreciado durante a?os. ¡°El jard¨ªn del vecino¡±, con todo el desd¨¦n, indiferencia y repulsa que merece casi siempre el jard¨ªn de los vecinos. Los m¨¢s optimistas creen que victorias son amores y que lo ¨²nico que tienen que hacer para que la gente se entusiasme con ellos es ganar. En mi opini¨®n, no ser¨¢ tan sencillo. Viendo el resultado habitual en otros deportes, hacerse un hueco en una ciudad con tanta oferta deportiva suele ser una labor lenta que requiere muchos a?os de ¨¦xitos. Y m¨¢s sabiendo que tendr¨¢ que ocupar un estadio provisional de juguete m¨¢s tiempo del esperado.
Todo eso con la inc¨®gnita de si la NFL quiere realmente establecer definitivamente el equipo en Los Angeles o es solo un traslado provisional, casi un experimento, que podr¨ªa hacer de nuevo las maletas si alguien hace una puja interesante. De entrada, ni Alex Spanos, propietario, ni Roger Goodell, comisionado, han manifestado demasiada satisfacci¨®n p¨²blica con el traslado y ese es un s¨ªntoma de que se produjo con nocturnidad y alevos¨ªa cuando no hab¨ªa otro remedio.
![](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/SXO6UII73ROP5O4MELTNUV2K3I.jpg?auth=08f6a6d32999f48977c9ccddb5c1081a1c12763d9330ee74f91fb624f69ab89a&width=360)
Philip Rivers en el centro de los focos
El cambio de sede tambi¨¦n ha tra¨ªdo consigo un cambio radical en el staff. Con Anthony Lynn como entrenador principal, Ken Whisenhunt coordinador ofensivo y Gus Bradley defensivo. Lynn ha sido hist¨®ricamente un especialista en corredores, posici¨®n en la que jug¨® en Denver y San Francisco en los ¡¯90 y ser¨¢ interesante ver lo que puede hacer con Melvin Gordon. Aunque la gran inc¨®gnita volver¨¢ a ser el rendimiento de Philip Rivers.
El quarterback de los Chargers es uno de los cinco mejores quarterbacks de la NFL¡ cuando juega bien. Porque tambi¨¦n es uno de los cinco quarterbacks m¨¢s irregulares de toda la NFL. Capaz de disputar una temporada maravillosa, como en 2010, para diluirse como un azucarillo doce meses despu¨¦s. Rayar la perfecci¨®n durante media temporada, como sucedi¨® el a?o pasado, para transformarse en una sombra de s¨ª mismo, y casi un lastre, en los ¨²ltimos siete partidos. Jugar dos primeros cuartos inimaginables y rifar el bal¨®n como si no le importara en los dos siguientes. Nadie duda del talento de Rivers, la gran inc¨®gnita es su inexplicable irregularidad. Su tendencia a pasar de doctor Jekyll a Mr Hyde sin motivo. Casi siempre se argumentan las lesiones para justificar la monta?a rusa que es su rendimiento, pero esos cambios tienen casi siempre muy poco que ver con las circunstancias externas. Rivers, por lo que sea, entra y sale de los partidos, de las temporadas y de la liga sin que nadie pueda explicarlo. Ese, por mucho que duela, ha sido uno de los lastres de este equipo durante la ¨²ltima d¨¦cada.
Nueva y flamante l¨ªnea ofensiva
Esa imprevisibilidad de Rivers puede marcar una temporada que, para muchos, va a significar la resurrecci¨®n de la franquicia. Puedo aceptar que han fichado muy bien, y que su draft ha sido de los mejores de toda la NFL, pero una vez m¨¢s estar¨¢n en manos de un quarterback que el a?o pasado lanz¨® 15 touchdowns, 7 intercepciones y sufri¨® 21 sacks en la primera mitad de temporada y 18 touchdowns, 14 intercepciones y 19 sacks en la segunda mitad. Cuando Rivers se echa al monte, los Chargers enloquecen.
Como primera medida, necesitaban reconstruir su l¨ªnea ofensiva desde los cimientos. Y lo han hecho a conciencia fichando a Russell Okung para blindar el tackle izquierdo y eligiendo en segunda y tercera ronda del draft a Forrest Lamp y Dan Feeney, dos guards que tendr¨ªan que haber sido titulares de inmediato, pero el plan se ha ido al traste con la lesi¨®n de Lamp para todo 2017 con lo que el rompecabezas puede dar muchas vueltas durante la pretemporada. Con el despido de Orlando Franklin y King Dunlap solo seguir¨¢n dos titulares de 2016: Matt Slauson (C) y Joe Barksdale (RT). Es un salto de calidad espectacular, pero las l¨ªneas necesitan tiempo para asentarse y no ser¨¢ sencillo que en 2017 esa inyecci¨®n de talento tenga impacto inmediato.
![](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/3YLVIJL54BOYXOH2C7EBUSEPGI.jpg?auth=8e312e30d48e872ba4dc3b7efbaf99fdf5024f14db25e17625756d05a5ff760f&width=360)
Melvin Gordon, pieza clave
Con esa mejora en la l¨ªnea, y si Rivers juegan regularmente como sabe, deber¨ªa notarse un gran salto de calidad tanto en el juego de carrera como en el de pase. El a?o pasado, Melvin Gordon mejor¨® su decepcionante a?o de rookie, pero no tanto como nos quieren vender. Una media de menos de 4 yardas por intento, y estupendas actuaciones b¨¢sicamente ante defensas muy d¨¦biles contra la carrera, son datos que animan a la prudencia. Anthony Lynn tiene una dura labor por delante si, como se espera, quiere hacer crecer su ataque desde la carrera. En el juego de pase el equipo deber¨ªa dar un salto explosivo con la elecci¨®n de Mike Williams en primera ronda del draft pese a sus problemas f¨ªsicos que nos han sobresaltado durante el verano. En teor¨ªa, es una mala bestia que deber¨ªa formar una pareja letal con la irrupci¨®n de Tyrell Williams, un receptor no drafteado en 2015 que un a?o despu¨¦s se convirti¨® en el mejor aliado de Rivers. Dontrelle Inman, que tambi¨¦n apareci¨® casi de la nada en 2016, es otro emergente con grand¨ªsimo potencial que se sumar¨¢ a un Keenan Allen, ya recuperado y con vitola de estrella, y a Travis Benjamin para forma el mejor grupo de Receptores que han tenido los Chargers en a?os. El incombustible Antonio Gates y Hunter Henry, su heredero en el tight end, completan un bloque ofensivo de ensue?o.
Seguridad en el front seven y dudas en secundaria
La defensa estar¨¢ en manos de Gus Bradley, que intentar¨¢ recuperar el prestigio ganado en Seattle como coordinador defensivo despu¨¦s de su espantoso paso por Jacksonville como entrenador principal. Como siempre, la agresividad volver¨¢ a ser su discurso con Goe Bosa y Malvin Ingram como abanderados. Entre los dos sumaron el a?o pasado 18,5 sacks y liderar¨¢n una 3-4 que tiene empaque y consistencia con jugadores como Corey Liuget, Denzen Perryman, Brandon Mebane, Jatavis Brown o Kyle Emanuel.
El grave problema seguir¨¢ estando en una secundaria que sigue echando mucho de menos a Eric Weddle. Tiene delito que su mejor cornerback pueda ser Casey Hayward, descartado por unos Packers que ahora se deben tirar de los pelos por dejarle ir. Es de suponer que Jason Verrett volver¨¢ como estrella, si est¨¢ recuperado tras perderse casi un a?o por rotura del ligamento anterior cruzado. Craig Mager y Trevor Williams luchar¨¢n por ocupar el nickel. Ninguno de los safeties convenc¨ªa al staff t¨¦cnico. Lowery no da la talla y Addae sigue tan loco como siempre. Por eso, han elegido a Rayshawn Jenkins y Desmond King en 4? y 5? rondas del draft. El objetivo es que poco a poco vayan asumiendo la titularidad. Sin embargo, que nadie se extra?e si el a?o que viene a estas alturas estamos hablando de la gran pareja de safeties encontrada por los Chargers en el draft de 2018.
Los Chargers tienen un equipo muy joven y prometedor, y muy bien cubiertas casi todas las posiciones clave, al menos en teor¨ªa. Ahora toca montar el puzzle, que es lo verdaderamente dif¨ªcil. Por potencial, no ser¨ªa de extra?ar que aspiraran a entrar en playoff en el primer a?o de Anthony Lynn como entrenador. Sin embargo, la realidad casi siempre es mucho m¨¢s cruda cuando hablamos del nuevo equipo de Los Angeles. En los ¨²ltimos diez a?os ha tenido en varias ocasiones una de las plantillas m¨¢s potentes libra por libra a priori y luego no se ha acercado ni de lejos a las expectativas. E independientemente de cualquier otra consideraci¨®n, necesitan que Philip Rivers demuestre en cada serie ofensiva, y sin monta?as rusas, que es uno de las grandes quarterbacks de esta NFL.
Mi pron¨®stico
Aparte de su divisi¨®n, que deber¨ªa ser muy competitiva, los Chargers tienen un calendario muy complicado fuera de Los Angeles y bastante m¨¢s benigno en su peque?o estadio provisional. El term¨®metro de lo que puede ser su temporada se ver¨¢ en las semanas 2, 3 y 4, cuando reciban como locales a Dolphins, Chiefs y Eagles. Si ganaran los tres, podr¨ªan aspirar a terminar con una marca equilibrada. Dudo que lo consigan, y que puedan aspirar a un r¨¦cord 8-8 que para ellos ser¨ªa un ¨¦xitazo. Pero cuidado, en 2018 podr¨ªan dar el salto definitivo que les convierta en aspirantes a playoff.
?
TODAS LAS PREVIAS DE LA TEMPORADA NFL 2017 A UN CLICK
CONFERENCIA AMERICANA
AFC Este
AFC Norte
AFC Sur
AFC Oeste
CONFERENCIA NACIONAL
NFC Este
NFC Norte
NFC Sur
NFC Oeste