Los Knicks llegaron a este verano con aspiraciones leg¨ªtimas de dar un golpe de efecto hist¨®rico. Se quedaron con las manos vac¨ªas... pero al menos minimizaron da?os
En los peores n¨²meros de su historia (17 victorias, un 20%, como en la 2014-15), los Knicks se dejaron ir con un roster que en muchas noches casi no ten¨ªa rastro de plantilla NBA, un David Fizdale haciendo lo que pod¨ªa con esa materia prima y un ambiente enrarecido por la fea salida de Kristaps Porzingis, que se fue lesionado a Dallas Mavericks despu¨¦s de un divorcio sonado que incluy¨® amenazas y desencuentros medi¨¢ticos para todos los gustos. Pero todo estaba enfocado, con una obsesi¨®n mesi¨¢nica, a este verano de 2019. Los Knicks no hicieron demasiado por solucionar los problemas con Porzingis (su all star de 2018) porque sin ¨¦l (m¨¢s all¨¢ de recibir principalmente a Dennis Smith Jr y dos primeras rondas) y el resto del lote enviado a Dallas tendr¨ªan espacio salarial para dos contratos m¨¢ximos, no solo uno.
Las derrotas eran bienvenidas por el mismo motivo: el n¨²mero 1 de este draft llevaba como premio a Zion Williamson, un jugador con techo de estrella generacional y una m¨¢quina medi¨¢tica cuya uni¨®n con Nueva York se antojaba irresistible. Mientras el equipo penaba hacia esas 65 derrotas, afloraban los fotomontajes de Kevin Durant (que seg¨²n todos los rumores quer¨ªa ir a Nueva York), Kyrie Irving (m¨¢s o menos lo mismo) y Zion con la camiseta de los Knicks. Y quien rechazaba este plan era porque prefer¨ªa usar ese primer pick del draft para tentar, a la caza de Anthony Davis, a unos Pelicans que, iron¨ªas del bombo, acabaron llev¨¢ndose la primera elecci¨®n. Fue la sexta temporada seguida sin playoffs y fue el peor balance de la NBA. Pero en teor¨ªa no importaba. Nada importaba, porque llegaba el verano de 2019...
Y, ay, lleg¨® el verano de 2019. El bombo de la loter¨ªa les envi¨® al n¨²mero 3, un primer rev¨¦s vagamente mitigado porque los otros dos que part¨ªan con un 14% de opciones de tener el 1 con el reci¨¦n estrenado sistema tuvieron todav¨ªa peor suerte y se fueron hasta el 5 y el 6 (Cavaliers y Suns). Zion desaparec¨ªa de la ecuaci¨®n mientras Anthony Davis daba zancadas hacia unos Lakers que se hab¨ªan llevado un pick 4 que ayudar¨ªa a suavizar su magullada relaci¨®n con los Pelicans, con los que acabaron cerrando trato. Y, finalmente y aunque nadie ten¨ªa m¨¢s margen salarial que los Knicks, Kevin Durant y Kyrie Irving eligieron jugar juntos y hacerlo en Nueva York... pero con la camiseta de Brooklyn Nets.
Los Nets hab¨ªan convertido a D'Angelo Russell en all star mientras los Knicks hab¨ªan traspasado a Porzingis. Se hab¨ªan colado en playoffs mientras los Knicks eran el hazmerre¨ªr de la NBA... hab¨ªan, en fin, construido una cultura de franquicia que recog¨ªa a lo grande sus frutos y que lanzaba por primera vez un ¨®rdago serio en el mercado de la Gran Manzanza. Durant y Kyrie quer¨ªan ir a Nueva York pero no a los Knicks, un golpe de realidad parecido al que se han llevado en L.A. (con Kawhi y George en los Clippers) los Lakers con la salvedad de que estos, al menos, tienen a LeBron James y Davis. Cinco entrenadores y tres presidentes distintos en ocho a?os y los constantes jaleos en los que est¨¢ metido el nefasto due?o James Dolan pesaban m¨¢s que el gran mercado, la historia y el glamour del Madison. P¨¦sima se?al y golpe letal en un verano que ten¨ªa que ser estrat¨¦gico. Instrumental. Tal vez hist¨®rico.
Desde este desastre integral surgieron los aplausos a los Knicks cuando desde la tumba optaron por no volverse locos ni gastar por despecho y prefirieron forjar un verano de perfil bajo, con un lote de veteranos que diera competitividad al equipo, un n¨²cleo joven por desarrollar y un nuevo objetivo en el que poner las (?infundadas?) ilusiones: en 2021 habr¨¢ mucho material de primera categor¨ªa en el mercado de agentes libres. Los aficionados de los Knicks tienen otro par de temporadas para so?ar... y sus gestores para crear una cultura estable y competitiva que cambie una narrativa que ahora mismo impide que las grandes estrellas (hace a?os ya) se tomen en serio a un equipo que, pese a todo, sigue siendo una m¨¢quina de generar d¨®lares.
En la pol¨ªtica de salvar los restos del naufragio, de los siete veteranos firmados solo Julius Randle (62,1 millones por tres temporadas) tiene contrato en la 2021-22... pero solo con 4 millones de d¨®lares garantizados. Despu¨¦s de un a?o brillante en Nueva Orleans, Randle es adem¨¢s una buena contrataci¨®n en lo deportivo. Los dem¨¢s tambi¨¦n parecen jugadores que pueden hacer que los Knicks, como m¨ªnimo, no vuelvan a ser un equipo rid¨ªculo y sin trazas de bloque NBA: Gibson, Portis, Bullock, Payton, Ellington y un Marcus Morris arrancado literalmente de las garras de los Spurs. Efectivamente, los Knicks no hicieron locuras buscando maquillaje tras el no de Durant y Kyrie... pero tampoco se convirtieron en una franquicia mod¨¦lica de la noche a la ma?ana. Tampoco es eso. De hecho, este verano no fueron ellos los que capitalizaron las oportunidades (el pick de primera ronda que viajaba con Iguodala, como ejemplo m¨¢s claro) que brindaba el mercado para quienes pueden absorber contratos t¨®xicos a cambio de assets y j¨®venes en busca de oportunidades.
Adem¨¢s, los Knicks invirtieron su n¨²mero 3 en RJ Barrett, el swingman canadiense que fue compa?ero de Zion Williamson en Duke, donde promedi¨® m¨¢s de 22 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias por partido. Un talento para algunos m¨¢s adaptable a la NBA que del propio Zion, era el n¨²mero 3 de consenso tras su excompa?ero y Ja Morant y, sobre todo, una pieza de primera categor¨ªa en un draft con dudas a partir de, precisamente, esas tres primeras selecciones. Por ¨²ltimo, subieron en segunda ronda (del 55 al 47) para llevarse a Brazdeikis, un jug¨®n que brill¨® en Michigan y que demostr¨® en la Summer League que puede ser otro gran acierto de draft tard¨ªo, como el p¨ªvot Mitchell Robinson la pasada temporada.
Los m¨¢s optimistas creen que estos Knicks pueden competir duro, hacer pocas veces papelones feos en pista e incluso colarse en una pelea por los playoffs que, otra vez, apunta a barata en el furg¨®n de cola del Este. En todo caso, lo normal es que los Knicks fueran otra vez uno de los peores equipos de la liga, y m¨¢s si van movi¨¦ndose en el mercado o dej¨¢ndose llevar por los debates y rumores sobre la agencia libre de 2021, el nuevo para¨ªso de los equipos en reconstrucci¨®n y que vendr¨¢ despu¨¦s de un verano de 2020 con muy poca caza mayor.
Los Knicks, en todo caso, se centrar¨¢n en sacar el m¨¢ximo partido a sus j¨®venes: RJ Barrett podr¨ªa desembocar en jugador franquicia y Brazdiekis se suma a unas alas en las que Kevin Knox (n¨²mero 9 en 2018) tiene todav¨ªa 19 a?os y, por lo tanto, mucho por demostrar tras una muy discreta temporada rookie en el que anot¨® sin eficiencia y ni siquiera fue s¨®lido cerca del aro (48% y 8 mates fallados de 26 intentados). Mitchell Robinson apunta a bestia defensiva y se ha pasado el verano intentando desarrollar un tiro medianamente fiable despu¨¦s de que como rookie el 90% de sus lanzamientos fueran a una distancia m¨ªnima de la canasta. Eso y un mayor control de las faltas son los mayores m¨¢rgenes de crecimiento de un jugador que fue una brillante sorpresa, como (a su manera) Alonzo Trier, rookie no drafteado que en diciembre firm¨® por dos a?os (tiene 23) y que promedi¨® casi 11 puntos con mucho instinto para generarse sus puntos en el uno contra uno, penetrando, sacando tiros libres... si mejorar en el tiro nada m¨¢s recibir y aprende a ser m¨¢s inteligente distribuyendo el juego, ser¨¢ otro jugador con peso en una rotaci¨®n en la que tal vez ya no queden oportunidades para Frank Ntilikina, n¨²mero 8 del draft en 2017 y hasta ahora un fracaso sonado.
Fizdale tendr¨¢ que combinar a este n¨²cleo joven, que incluye a Dennis Smith Jr (21 a?os), con los Randle, Morris, Ellington, Portis, Payton... para que los Knicks compitan, desarrollen su potencial y transmitan en la liga que tienen en marcha un proyecto estable y atractivo que quiere ser tambi¨¦n ganador. El m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa si hablamos de los Knicks, pero despu¨¦s de ver c¨®mo se est¨¢n poniendo las cosas en Brooklyn, puede ser un ahora o nunca.