GU?ANBA

Lleg¨® LeBron James, pero el ¨¦xito no fue completo porque Paul George ya hab¨ªa optado por seguir en los Thunder, un triunfo para los mercados peque?os que ha durado exactamente un a?o, arrasado por la operaci¨®n Kawhi. Los Lakers, con un plan alternativo confuso, construyeron en torno a LeBron un roster extra?o, sin apenas tiradores y pensado para que la mayor estrella de su generaci¨®n jugara de una forma totalmente distinta (y a un ritmo much¨ªsimo m¨¢s alto) a lo que hab¨ªa sido su patr¨®n en los ¨²ltimo cuatro a?os en los Cavaliers. Al final, el equipo se qued¨® en 37 victorias (solo dos m¨¢s que un a?o antes... sin LeBron) y sin playoffs por sexta temporada consecutiva despu¨¦s de haber visto las eliminatorias por TV cinco veces en toda su historia anterior (desde 1948).

La temporada se llev¨® por delante a Luke Walton, desde el principio se?alado por el entorno de LeBron James y por un Magic Johnson que acab¨® saliendo de forma tragic¨®mica durante otra espiral de rid¨ªculo institucional de una franquicia que ha parecido en los ¨²ltimos a?os incapaz de vivir a la altura de lo que deber¨ªa ser: una referencia en el deporte mundial y una m¨¢quina de generar dinero. Jeanie Buss ha decepcionado como cabeza visible en su empe?o por replicar el ¨¦xito de su padre, el legendario Jerry Buss. Insegura y con una obsesi¨®n poco constructiva por rodearse de un n¨²cleo duro en el que no entran ideas ajenas a una franquicia que, precisamente, necesita desterrar la endogamia, sacudir sus cimientos y abrirse al mundo moderno para volver a ser lo que anta?o fue. Ahora trata de enderezarse con Rob Pelinka liberado de la sombra de Magic y mientras ascienden los brillantes hermanastros de Jeanie, Jesse y Joey. Por ellos, y por el actual proyecto deportivo, pasa una uni¨®n de los Lakers con la familia Buss que parec¨ªa indisoluble pero que, despu¨¦s de 40 a?os, puede quedar en jaque con otro fracaso sonado.

Pero, aunque seguramente los Lakers 2018-19 no llevaban dentro un campe¨®n de la NBA, tampoco ser¨ªa justo negar que la mala suerte se ceb¨® con ellos hasta el extremo. LeBron, que no hab¨ªa tenido ninguna lesi¨®n grave en su carrera pero que ven¨ªa de ocho viajes seguidos a las Finales, cay¨® en el partido de Navidad, cuando los Lakers arrasaron a los Warriors en el Oracle y marchaban cuartos del Oeste. Su problema, en la ingle y m¨¢s grave de lo que se quiso anunciar, parti¨® la temporada de los Lakers por el eje. LeBron se qued¨® en 55 partidos y menos de 2.000 minutos por primera vez en su carrera. Despu¨¦s, las lesiones se llevaron por delante tambi¨¦n a Brandon Ingram y Lonzo Ball, en ambos casos cuando estaban jugando al mejor nivel de sus j¨®venes trayectorias. Los tres (LeBron, Lonzo, Ingram) apenas jugaron juntos 23 partidos (15-8 en ellos para los Lakers, proyecci¨®n de unas 54 victorias), el equipo se rompi¨® sin LeBron ni Rondo cuando parec¨ªa que despegaba en diciembre y tambi¨¦n tuvieron serios problemas f¨ªsicos JaVale McGee, Jason Hart y Kyle Kuzma. En invierno el descalzaperros se remat¨® con el jaleo p¨²blico por la petici¨®n de traspaso de Anthony Davis y la publicidad casi en tiempo real de cada movimiento de los Lakers y el entorno de LeBron James, cuya mano derecha (Rich Paul) es tambi¨¦n agente del ala-p¨ªvot, que enfilaba una fea recta final en Nueva Orleans. Si la llegada de LeBron parec¨ªa devolver a los Lakers a la m¨¢xima relevancia, la temporada 2018-19 fue un annus horribilis que les mand¨® de nuevo a la casilla de salida... pero con una vida menos.

El verano 2019 no hab¨ªa sido malo para los Lakers, aunque no era f¨¢cil percibirlo as¨ª despu¨¦s de que apostaran todo, una vez concretado el trade por Anthony Davis (no precisamente un asunto menor), a la llegada de Kawhi Leonard como agente libre. La franquicia, m¨¢s ordenada y seria cuanto m¨¢s lejos de sus despachos est¨¢ Magic Johnson, acert¨® al dejar correr los planes B y C ante la opci¨®n de que el A fuera un LeBron-Davis-Kawhi que habr¨ªa convertido al equipo en favorito para este anillo... y para los pr¨®ximos, con Davis y Kawhi al mando m¨¢s all¨¢ de un LeBron que cumplir¨¢ 35 a?os en diciembre. Pero Kawhi no solo rechaz¨® a los Lakers sino que eligi¨® los Clippers y capt¨® a Paul George, que un a?o antes y tambi¨¦n como agente libre hab¨ªa preferido quedarse en los Thunder. Los Lakers se vieron, sin demasiado tiempo de reacci¨®n para colmo, sin dos megaestrellas que quer¨ªan jugar en L.A. Un golpe dur¨ªsimo, en gran parte castigo a su mala gesti¨®n de los ¨²ltimos a?os, y una amenaza para lo que hasta ahora ha sido un reinado incontestable en el mercado angelino. Si hay un pu?etazo tan duro que sirva como despertador para un gigante dormido, tiene que ser este. O no ser¨¢ ninguno porque ya ser¨¢ tarde.

El verano no hab¨ªa sido malo... hasta que el 15 de agosto y en un partidillo de entrenamiento, DeMarcus Cousins se rompi¨® los ligamentos de la rodilla. El p¨ªvot hab¨ªa firmado por una temporada y solo 3,5 millones para intentar recuperar un tiempo perdido que parece no ponerse nunca de su lado: desde enero de 2018 ha sufrido una fractura del tel¨®n de Aquiles, una peligrosa lesi¨®n cu¨¢driceps durante los playoffs 2019 con los Warriors y esta de rodilla que le puede (le deber¨ªa) dejar fuera de juego toda la temporada. DeMarcus, que sufri¨® el primer gran percance cuando estaba brillando en los Pelicans y se asomaba a su primer s¨²per contrato m¨¢ximo, quer¨ªa redenci¨®n, otra vez al lado de Anthony Davis. Y los Lakers ten¨ªan en ¨¦l una wildcard de la que depend¨ªa buena parte de su temporada: un Boogey a su mejor nivel (o cerca de ¨¦l) y ya con la lesi¨®n del Aquiles olvidada habr¨ªa sido un refuerzo tremendo para formar un frontcourt casi imparable en ataque con LeBron y Davis.

Pero no ha podido ser, arruinado el plan antes de tiempo por otra lesi¨®n catastr¨®fica para un equipo marcado por ellas la temporada pasada. Malos augurios y Dwight Howard como recambio de saldo en un movimiento desde luego arriesgado. Howard dej¨® a los Lakers en la agencia libre de 2013 despu¨¦s de una temporada que comenz¨® con amago de s¨²per equipo y acab¨® en desastre absoluto. Desde entonces, ni a la franquicia ni al p¨ªvot (a cada uno por su lado) les han podido ir peor las cosas y las rencillas y dardos cruzados han sido lo suficientemente p¨²blicos. Ahora, pr¨¢cticamente desahuciado y en busca de una ¨²ltima oportunidad, Howard trata de completar la historia de redenci¨®n m¨¢s improbable (los Lakers siguen compartiendo ADN con Hollywood, ?no?) y los Lakers, simplemente, tener un corpach¨®n que d¨¦ unos minutos de defensa y rebote como suplente de JaVale McGee toda vez que a Anthony Davis no le gusta jugar de cinco puro salvo que lo exija el guion... y que se est¨¦n jugando los playoffs. No parece mucho pedir, pero con Dwight Howard hasta ese m¨ªnimo podr¨ªa ser demasiado.

La decisi¨®n de Kawhi, en todo caso, opac¨® un buen trabajo que concret¨® la cacareada llegada de Anthony Davis, una s¨²per estrella todav¨ªa con 26 a?os que s¨ª apret¨® para vestir de amarillo y morado y que, eso s¨ª, llega con solo un a?o de contrato. Una ahora improbable pero no descartable marcha el pr¨®ximo verano ser¨ªa algo parecido al golpe definitivo para un equipo que, era lo obligado, entreg¨® por ¨¦l casi todo el futuro amasado en un lustro de derrotas: Lonzo, Ingram, Hart y tres primeras rondas (incluido el pick 4 en 2019) se fueron a los Pelicans. Y despu¨¦s Mo Wagner e Isaac Bonga (el draft de 2018) a los Wizards mientras se generaba espacio para un Kawhi que nunca lleg¨®.

Sin embargo, esta vez los Lakers s¨ª ten¨ªan un plan ordenado y m¨¢s o menos razonable una vez que se frustr¨® el sue?o del mega big three. A un roster completamente nuevo llegaron un experimentado campe¨®n como Danny Green (30 millones por dos a?os), ese DeMarcus en una b¨²squeda de s¨ª mismo que tampoco podr¨¢ ser en esta temporada y una serie de secundarios a priori v¨¢lidos para un proyecto pensado en llegar lejos en playoffs: Jared Dudley, Quinn Cook, Avery Bradley, Troy Daniels, a la carrera el hijo pr¨®digo Howard... Adem¨¢s, vuelven Kentavious Caldwell-Pope, JaVale McGee, Rajon Rondo (quiz¨¢ el m¨¢s cuestionable) y un Alex Caruso que se ha ganado un hueco en el coraz¨®n de los aficionados del equipo y quiz¨¢ se lo gane ahora, definitivamente, en la rotaci¨®n exterior de los angelinos. Finalmente, Talen Horton-Tucker fue elegido desde el pick 46 del draft como alero con much¨ªsimo por pulir pero con un tremendo f¨ªsico y la suficiente proyecci¨®n defensiva. El equipo, finalmente, le da una oportunidad al hasta ahora poco aprovechable Kostas Antetokounmpo para, seg¨²n muchos, no dar ninguna puntada sin hilo de cara a la posible salida de su heramano Giannis al mercado en el verano de 2021...

En fin, ?pod¨ªa ser bueno un verano en el que los Lakers se llevaron el no de un Kawhi que adem¨¢s se ha reunido con Paul George en unos Clippers temibles? Parece extra?o pero s¨ª, lo hab¨ªa sido. Con posibilidades de ser muy bueno, adem¨¢s, al menos hasta la tr¨¢gica lesi¨®n (para su equipo y much¨ªsimo m¨¢s su carrera) de DeMarcus Cousins.

Era dif¨ªcil imaginar a los Lakers 2018-19 fuera de playoffs... pero sucedi¨®. Aviso para navegantes, aunque ahora es todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil imaginar que este no ser¨¢ el a?o del regreso a las eliminatorias por primera vez desde (cuesta creerlo) 2013, con Dwight Howard (una buena iron¨ªa) en el roster. Tanto que el objetivo no es solo ese, sino posicionarse como aspirante en un Oeste en el que los Warriors han dejado abierta una v¨ªa a su corona con la marcha de Kevin Durant y la lesi¨®n de Klay Thompson. Los Lakers tienen a un LeBron camino de los 35 a?os pero descansado, por primera vez en casi una d¨¦cada, y motivado despu¨¦s de que su longevidad haya sido cuestionada este verano. Y tienen en Anthony Davis a uno de los jugadores m¨¢s determinantes del mundo. Que alguien puede haberlo olvidado tras su mal final en NOLA. El eje que formar¨¢n deber¨ªa valer muchas victorias en Regular Season pero, sobre todo, deber¨ªa convertir en temible en series a siete partidos a un equipo que, eso s¨ª, vuelve a necesitar que todo salga m¨¢s o menos bien (la ant¨ªtesis de la temporada pasada) para saltar de no jugar playoffs a aspirar a un anillo que tambi¨¦n quieren Bucks, Clippers, Rockets, Nuggets, Sixers...

Brillante en Indiana e intrascendente en Orlando, esta es una oportunidad gigantesca para un entrenador como Frank Vogel, rodeado por un equipo de trabajo muy renovado que ha borrado todo rastro de Luke Walton y que incluye al pol¨¦mico Jason Kidd y a los reputados Lionel Hollins y Phil Handy (entre otros). El reto es tambi¨¦n enorme en un proyecto casi totalmente nuevo pero con mucha presi¨®n y, por lo tanto, la necesidad de creer por la v¨ªa r¨¢pida como bloque. Si la salud respeta a LeBron y Davis y si al primero le queda gasolina para jugar al menos una temporada m¨¢s a un nivel ¨®ptimo, los Lakers ser¨¢n un gran equipo. M¨¢s all¨¢ de ellos, certezas a priori, hab¨ªa varios caminos que les pod¨ªan convertir en leg¨ªtimos candidatos al anillo, aunque el m¨¢s obvio se ha cerrado con la lesi¨®n de Cousins. Ahora ser¨¢ especialmente crucial que d¨¦ un paso adelante verdaderamente importante Kyle Kuzma, que afronta un a?o III en el que sabremos por fin qu¨¦ tipo de jugador es.

Con el rendimiento de un consumado profesional como Danny Green a priori garantizado, Dudley, Caldwell-Pope y un Bradley muy recuperado en los Grizzlies tras su feo paso por Pistons y Clippers pueden aportar defensa, dureza y tiro. En el primer apartado contar¨¢ Caruso y en segundo Troy Daniels y Quinn Cook, con JaVale McGee convertido otra vez en crucial, sin Cousins y con el poco gusto de Davis a jugar de p¨ªvot puro, y Rondo en un extra?o lugar dentro de un equipo que no tiene un primer base definido, tal vez porque ya ha anunciado que LeBron volver¨¢ a ser el playmaker principal. Falta seguramente otro alero defensivo fuerte, sobre todo con los Clippers de George y Kawhi en el vestuario de enfrente del Staples. El sue?o es Andre Iguodala (amigo y excliente de Rob Pelinka), al que los Grizzlies se niegan a cortar... por ahora. Los Lakers tienen dos grandes estrellas y un roster que en principio largo y que les complementa bien. Y tienen una espina clavada despu¨¦s de que por primera vez se ha cuestionado su jerarqu¨ªa en el baloncesto de L.A. Toca hablar en la cancha.