GU?ANBA

Entre 1989 y 2010, los Suns solo faltaron a playoffs en tres ocasiones. Ahora acumulan nueve ausencias seguidas, todas desde que jugaron en 2010 la final del Oeste contra los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol. En las cuatro ¨²ltimas temporadas han ganado 23, 24, 21 y 19 partidos, una din¨¢mica desastrosa que ni siquiera han capitalizado a base de altas elecciones de draft: ya no est¨¢n en el equipo Alex Len (n¨²mero 5 en 2013), TJ Warren (14 en 2014), Dragan Bender (4 en 2016) y Josh Jackson (4 en 2017). Al menos, de entre un caso deportivo e institucional casi absoluto va emergiendo un eje que deber¨ªa servir de impulso a la franquicia de Arizona: Devin Booker (n¨²mero 13 en 2015) y Deandre Ayton (n¨²mero 1 en 2018).

Ayton jug¨® una buena temporada rookie. En un equipo casi siempre nefasto y a la sombra de Luka Doncic, al que los Suns dejaron pasar para elegir al p¨ªvot, h¨¦roe local (Universidad de Arizona) que dej¨® suficientes muestras de talento (16,3 puntos y 10,3 rebotes de media) para que se puede so?ar con un futuro mejor, siempre al lado de un Booker que con 22 a?os lleva ya cuatro en la NBA y ha metido casi 6.000 puntos para una franquicia disfuncional e incapaz de ganar partidos. La pasada temporada, y casi siempre sin nadie que le asistiera en condiciones, promedi¨® 27,3 puntos. Fueron los brotes verdes de un curso que quem¨® por la v¨ªa r¨¢pida a Igor Kokoskov. El primer head coach europeo de la NBA dur¨® solo un a?o, apuesta del anterior r¨¦gimen, el de un casi siempre errado Ryan McDonough que dej¨® su lugar hace un a?o a James Jones, encargado de lidiar con una situaci¨®n deportiva terrible y un desgaste enorme del propietario, Robert Sarver. En el primer tramo de la temporada, y sacudidos para colmo por las lesiones, los Suns apenas parecieron un equipo profesional. Mejoraron despu¨¦s con algunos m¨¢s apuntes positivos: llegaron el s¨®lido Tyler Johnson, el brillante Kelly Oubre Jr (casi 17 puntos por noche en 40 partidos con los Suns tras ser traspasado en diciembre por los Wizards) y ense?¨® muy buenas maneras, sobre todo en defensa, otro novato de categor¨ªa: Mikal Bridges (n¨²mero 10 del draft). Pero el equipo, en todo caso, acab¨® en 19 victorias, con el pen¨²ltimo peor rating defensivo y el antepen¨²ltimo peor ofensivo.

Los Suns, a perro flaco todo son pulgas, ni siquiera sacaron partido a su nefasta temporada en la loter¨ªa del draft, que estrenaba un sistema que daba a los tres peores equipos (Knicks, Cavaliers, Suns) las mismas opciones (14%) de llevarse el n¨²mero 1 que valdr¨ªa (finalmente a los Pelicans, que solo ten¨ªan un 6%) el derecho a hacerse con Zion Williamson. Los Suns cayeron al pick 6 de un draft que solo parec¨ªa tener certezas en sus tres primeras elecciones, y reaccionaron bajando hasta el n¨²mero 11 de los Timberwolves, que se llevaron a Jarrett Culver y mandaron a Phoenix a Dario Saric. Los Suns eligieron a Cameron Johnson, un jugador ya de 23 a?os (mayor que Devin Booker, un dato llamativo), con una complicada historia de lesiones pero que est¨¢ considerado el mejor tirador de su generaci¨®n rookie. En ese sentido, tiene un encaje obvio al lado de Booker y Ayton, al igual que un Saric que mejora autom¨¢ticamente el puesto de ala-p¨ªvot. Despu¨¦s los Suns subieron al pick 24 y se llevaron a Ty Jerome, el muy interesante base campe¨®n con Virginia, dentro de una operaci¨®n en la que dieron una primera ronda protegida (la de 2020 de los Bucks, que era suya por el trade de Eric Bledsoe) y se llevaron a Aaron Baynes, el rocoso p¨ªvot australiano que ser¨¢ un excelente relevo para el mucho m¨¢s fino (todav¨ªa) Ayton.

James Jones quer¨ªa adem¨¢s borrar rastros de la anterior direcci¨®n y dar m¨¢s empaque, profundidad y equilibrio a la rotaci¨®n. En la cuenta de salidas, un TJ Warren que ten¨ªa todav¨ªa 35 millones por cobrar en tres a?os (se llev¨® su saco de puntos a Indiana) y un negado Josh Jackson (fiasco absoluto como n¨²mero 4 del draft de 2017). En las entradas, los Suns apostaron con acierto por dar a Oubre 30 millones por dos a?os y pusieron algo m¨¢s que un parche en el puesto de base con la llegada de Ricky Rubio, que firm¨® por 3 a?os y 51 millones de d¨®lares. El espa?ol llega a punto de cumplir 29 a?os y despu¨¦s de ya ocho temporadas en la NBA. Anta?o promesa de futuro, ahora es un jugador estable e inteligente, que dar¨¢ empaque a la creaci¨®n, liberar¨¢ a un Booker que podr¨¢ jugar m¨¢s sin bal¨®n y surtir¨¢ a Ayton. A priori, y m¨¢s all¨¢ del excelente acuerdo para ¨¦l en lo econ¨®mico, un planteamiento deportivo que le permitir¨¢ lucir en cuanto asuma que acumular¨¢ derrotas a un ritmo mucho mayor que en Utah Jazz. Su reto, como siempre, el lanzamiento de tres (32% en su carrera), ahora en un equipo donde no ser¨¢ uno de los tiradores principales pero que necesitar¨¢ toda la ayuda posible: la temporada pasada fue el peor equipo de toda la NBA en porcentaje (32,9%) y triples de media por partido (9,6).

Descartado Kokoskov, llega desde Philadelphia (donde era asistente de Brett Brown) Monty Williams, un t¨¦cnico que afronta una nueva oportunidad como head coach, reconocido por su mano en el vestuario y del que se espera buena relaci¨®n y buenas decisiones con el n¨²cleo joven, el gran motivo para la esperanza en una franquicia absolutamente devastada por su mala gesti¨®n en los ¨²ltimos a?os.

Parece sumamente improbable que los Suns aguanten un buen tramo de temporada en la carrera por los playoffs del Oeste pero s¨ª podr¨ªan romper la barrera de las 30 victorias por primera vez desde la temporada 2014-15. Hay serios riesgos y dudas obvias en cuanto a sus movimientos del verano, pero s¨ª parece que el equipo es firmemente mejor. Ricky, Saric y un Oubre que inicia temporada por primera vez en Arizona son buenos complementos para Booker y Ayton, la verdadera base de lo que tendr¨ªa que ser un futuro mejor, sobre todo si acompa?an los Mikal Bridges, Cam Johnson, Ty Jerome...

En la rotaci¨®n hay profesionales como Tyler Johnson y Aaron Baynes, un cuatro abierto como Frank Kaminsky y wildcards como el base Jevon Carter y el p¨ªvot Cheick Diallo, m¨¢s j¨®venes a la caza de una gran oportunidad que desde luego se presenta en Arizona, donde Monty Williams tiene que perfilar el n¨²cleo duro de su rotaci¨®n. No todos los analistas lo ven as¨ª, pero estos Suns han mejorado (quiz¨¢ no lo suficiente, pero no era momento de milagros), se han movido moderadamente bien una vez que se quedaron sin Zion Williamson y tienen que empezar ahora a construir una cultura que devuelva la seriedad perdida a la franquicia y que no se lleve por delante a sus j¨®venes talentos. Eso ya ser¨ªa un buen paso adelante.