Espa?a no disputa el primer Mundial, pero cuatro a?os despu¨¦s, en 1934, debuta a lo grande ganando a Brasil; luego, la Guerra Civil y la II Guerra Mundial paralizan la actividad.
Los problemas econ¨®micos y de distancias geogr¨¢ficas (la traves¨ªa entre el viejo y el nuevo continente duraba casi un mes) impidieron a Espa?a estar en el Mundial de Uruguay 1930. No falla en la edici¨®n siguiente. Hace su debut mundialista en Italia 1934, ante Brasil, con una contundente victoria por 1-3. En cuartos, los anfitriones, con el permiso del ¨¢rbitro, muestran una dureza desmedida para tratar de igualar la superioridad t¨¢ctica de su rival. Los espa?oles resisten tit¨¢nicamente y empatan, pero se quedan sin siete de sus jugadores, que caen lesionados y no pueden estar en el encuentro de desempate, donde Italia se impone 1-0. Con el estallido de la Guerra Civil, ya no se jugar¨¢n m¨¢s torneos oficiales durante los a?os 30 y 40. El primer encuentro despu¨¦s del conflicto b¨¦lico es un amistoso disputado en San Mam¨¦s, el 16 de marzo de 1941, ante Portugal. El duelo se salda con un imponente triunfo espa?ol por 5-1.
- 21/05/1933
- Amistoso
- Estadio: Chamart¨ªn. 22.000 espectadores.
13 goles a Bulgaria en el estreno del gallego 'Chacho', que marc¨® seis
Espa?a disputa su ¨²ltimo partido de 1933 ante Bulgaria. Nadie imagina que ese encuentro pasar¨¢ a los anales de la historia al conseguir la Selecci¨®n su mayor goleada hasta el momento. Pero lo que debe ser alegr¨ªa se convierte en cr¨ªtica...
El d¨ªa amanece lluvioso, y una torrencial lluvia de goles es lo que se encuentran los espectadores que se dan cita en Chamart¨ªn para presenciar el encuentro amistoso entre la Selecci¨®n espa?ola y Bulgaria, que apenas cuenta con una serie de resultados de escasa brillantez. Por su parte, los hombres de Jos¨¦ Mar¨ªa Mateos cierran 1933 con la vista puesta en el a?o siguiente, con la intenci¨®n de acudir a la cita mundialista en Italia. Pero poco duran los rivales del Este europeo. 'Chacho', Eduardo Gonz¨¢lez Vali?o, delantero gallego del Deportivo de La Coru?a y que debuta con la el¨¢stica nacional, tarda poco m¨¢s de diez minutos en conseguir sus dos primeros goles. No se quedar¨¢ ah¨ª. Lograr¨¢ cuatro goles m¨¢s para terminar con seis tantos en su cuenta particular. El¨ªcegui (3), Regueiro (2), Bosch y Mishtalov, en propia meta, coronan la mayor goleada de la Selecci¨®n en toda su historia. Incluso a El¨ªcegui le anulan otro tanto por fuera de juego. Los b¨²lgaros se quedan con un hombre menos a los diez minutos de comenzar la segunda parte: Efremov lanza el bal¨®n a la cara del colegiado luso Santos Palinhas. Estos, adem¨¢s, alegan para tal abultada derrota que nunca han jugado en un terreno tan encharcado y que se han olvidado los tacos apropiados. De nada les sirve. Ni a ellos ni a los espa?oles, que son muy criticados por no jugar as¨ª ante rivales poderosos (Inglaterra, Italia, Francia y Yugoslavia) en encuentros anteriores. Incluso Mateos, el seleccionador, es relevado en el cargo por Amadeo Garc¨ªa Salazar.
- Espa?a: Zamora; Ciriaco, Quincoces; Cilaurren, Gamborena, Marculeta; Prat, L. Regueiro, El¨ªcegui, Chacho, Bosch, (Entrenador: Mateos).
- Bulgaria: Dermonski (41¡¯ Maznikov); Mokanov, Mishtalov; Georgiev (20¡¯ Rafailov), Baikushev (46¡¯ Gabrovski), Efremov; Staikov, Angelov, Lozanov, Peshev , Panchev, (Entrenador: Grozdanov).
- ?rbitro. S. Palinhas. Luso.
El atacante espa?ol 'Chacho', con camiseta blanca a la derecha y en primer t¨¦rmino, se dispone a celebrar uno de los seis tantos que le marc¨® a la selecci¨®n de Bulgaria en Chamart¨ªn. Este partido es la mayor goleada de la Selecci¨®n en toda su historia.
L¨¢ngara marca cinco de los nueve goles a Portugal
Por criterio de proximidad, la Selecci¨®n se juega ir al Mundial con los vecinos lusos. Chamart¨ªn se llena para el partido de ida y sobre el c¨¦sped no hay color: 9-0. El delantero del Oviedo se sale, marca cinco goles, y a¨²n har¨¢ otros dos en Lisboa.
Espa?a se juega el billete al Mundial de Italia con Portugal, a quien de nueve partidos ha ganado ocho y empatado uno. El seleccionador es el doctor vitoriano Amadeo Garc¨ªa de Salazar y para preparar el duelo toma una decisi¨®n innovadora: concentrar a sus jugadores en El Escorial.
Para el partido de ida, el estadio de Chamart¨ªn se llena (r¨¦cord de la ¨¦poca: 170.000 pesetas de recaudaci¨®n) y la afici¨®n, que no las tiene todas consigo, disfruta. Espa?a pasa por encima de su rival. A los tres minutos marca 'Chacho' y, antes del cuarto de hora, la Selecci¨®n ya gana 3-0. El entrenador luso se da cuenta de que su portero no est¨¢ a la altura y, alegando una lesi¨®n, pide permiso para sustituirlo. Portugal, extra?ada por el terreno de hierba, es un desastre. ¡°Ha vestido de verde, ha sido verde de juego, le han puesto verde los contrarios y le pondr¨ªamos verde nosotros si gust¨¢ramos de ensa?arnos. En lo ¨²nico que no han estado verdes es en las artes del juego sucio y violento¡±, resume la cr¨®nica del Mundo Deportivo de ese d¨ªa. Tras el descanso, L¨¢ngara marca al minuto; Regueiro abre su cuenta y, luego, tres goles en tres minutos. L¨¢ngara cierra la goleada. El del Oviedo, ariete voraz, marca cinco, pero puede hacer ocho o nueve y batir el r¨¦cord de 'Chacho', que hab¨ªa anotado seis en el anterior partido (13-0 a Bulgaria). Con todo, los mayores elogios se los lleva Gorostiza, extremo del Athletic. Aun as¨ª, aquel estupendo 9-0 no asegura nada, pues toca ganar o empatar en Lisboa para ir al Mundial. Caer, aunque fuese por uno, abocar¨ªa a Espa?a a un desempate en Vigo. Pero en Lumiar tampoco habr¨¢ sorpresa: 1-2, con doblete de¡ L¨¢ngara.
- Espa?a: Zamora; Zabalo, Quincocesa; Cilaurren, Marculeta, Fedea; Vantolr¨¢, Regueiro, L¨¢ngara, Chacho, Gorostiza, (Entrenador: G? Salazar).
- Portugal: Dos Reis (16¡¯ Amaro); Martins, Juradoa; Nova (46¡¯ Serrano), Augusto Silva (35¡¯ Pereira), Pintoa; Mourao, Valdemar, Mesquita, Pinga, Domingo Lopes, (Entrenador: Dos Reis).
- ?rbitro. Van Praag, belga, por enfermedad de su compatriota Langenus.
'Chacho', tapado por la mano del meta portugu¨¦s, acaba de marcar el primer gol del partido ante Portugal. A la izquierda se ve a L¨¢ngara, el ariete del Oviedo que lograr¨¢ cinco tantos en una tarde en la que la Selecci¨®n se muestra terriblemente letal de cara a la meta rival.
Triunfo ante Brasil en el primer partido mundialista de Espa?a
Tras superar a Portugal en la fase de clasificaci¨®n, la Selecci¨®n espa?ola se clasifica para disputar su primer Mundial de F¨²tbol. La cita es en Italia, y su primer rival, Brasil, elegida cabeza de serie por la FIFA.
Zamora; Ciriaco, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Marculeta; Lafuente, Iraragorri, L¨¢ngara, Lecue y Gorostiza. Ese es el once que Amadeo Garc¨ªa de Salazar, seleccionador de Espa?a, alinea el 27 de mayo de 1934 en el estadio Luigi Ferraris de G¨¦nova. All¨ª, con los jugadores anteriormente citados, disputa la Selecci¨®n espa?ola su primer partido en un Mundial de F¨²tbol. El rival es Brasil, que tiene en Waldemar y en Le¨®nidas a sus mejores hombres, y ha sido elegida cabeza de serie por la FIFA. El estadio genov¨¦s presenta un aspecto inmejorable: 30.000 espectadores se dan cita con el deseo de un triunfo brasile?o. Se sabe que quien gane este encuentro se enfrentar¨¢ a Italia. Los brasile?os apenas son conocidos, mientras que espa?oles e italianos ya se han visto las caras una decena de veces y se teme a la 'Furia Rossa' (la Furia Espa?ola).
Pero no hay color. En una primera parte excelsa, los espa?oles se imponen 3-0, con tantos de Iraragorri, de penalti, y dos de L¨¢ngara. Acorta distancias Brasil por medio de Le¨®nidas, que acierta a rematar una jugada en la que Zamora ha despejado dos veces el esf¨¦rico. A¨²n tendr¨¢n los brasile?os una ocasi¨®n de reducir diferencias, al disponer Waldemar de un penalti, pero Zamora se luce con un despeje impresionante para asegurar el triunfo espa?ol. Finalizado el encuentro, y cuando los jugadores se dirigen a los vestuarios, Waldemar agrede a Cilaurren. Comienza una batalla campal entre ambos equipos, apaciguada por Zamora. ?Qui¨¦n si no iba a detenerla? Y s¨ª, los italianos se ver¨¢n las caras con la 'Furia Rossa'.
- Brasil: Pedrosa; Silvio, Luz; Tinoco, Martim, Canalli; Luizinho, Waldemar, Armandinho, Le¨®nidas, Patesko, (Entrenador: A. Pimenta).
- Espa?a: Zamora; Ciriaco, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Marculeta; Lafuente, Iraragorri, L¨¢ngara, Lecue, Gorostiza, (Entrenador: G? Salazar).
- ?rbitro. Alfred Birlem, alem¨¢n.
La Selecci¨®n espa?ola arranca de manera notable su participaci¨®n mundialista ganando a Brasil. Este es el segundo gol espa?ol, obra de L¨¢ngara. El ariete, que militaba en las filas del Oviedo, a¨²n marcar¨ªa un tercer tanto, segundo en su cuenta personal.
Una ¨¦pica Espa?a es eliminada por la mala labor de dos ¨¢rbitros
La Selecci¨®n se enfrenta a Italia en cuartos. Tras empatar, hay que jugar un encuentro de desempate. Los colegiados favorecen a los anfitriones en ambos partidos.
Italia espera a Espa?a en los cuartos del Mundial de 1934, disputado en su pa¨ªs, con gran respeto. El equipo de Salazar viene de derrotar a Brasil (3-1) en octavos, tiene jugadores de nivel y es respetado en el continente. Tanto temor tienen los italianos que el partido se convierte en una batalla. El colegiado belga Louis Baert deja claro pronto que los anfitriones tienen licencia para todo. La 'azzurra' utiliza todo tipo de artima?as para frenar a los espa?oles: patadas, pu?etazos, agarrones... Todo est¨¢ permitido por el ¨¢rbitro. Es la ¨²nica manera de igualar fuerzas y poder compensar la superioridad t¨¦cnica de la Selecci¨®n. A pesar de ello, Luis Regueiro culmina con un gol en el minuto 30 la primera mitad fabulosa de Espa?a, que queda empa?ada por el tanto del empate en el minuto 44. Ferrari remata a gol un centro sin mucho peligro porque Schiavio agarra descaradamente a Zamora. El encuentro termina 1-1 tras una pr¨®rroga y el parte m¨¦dico es escandaloso: siete jugadores espa?oles lesionados que no podr¨¢n jugar el partido de desempate del d¨ªa siguiente. La peor parte se la lleva Zamora: tiene dos costillas rotas.
- Italia: Combi; Monzeglio, Allemandi; Pizziolo, Monti, Castellazzi; Guaita, Meazza, Schiavio, G. Ferrari, Orsi, (Entrenador: Pozzo).
- Espa?a: Zamora; Cir¨ªaco, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Fede; Lafuente, Iraragorri, L¨¢ngara, Luis Regueiro, Gorostiza, (Entrenador: G? salazar).
- ?rbitro. L. Baert, belga.
Este remate de Meazza es protestado por los jugadores de la Selecci¨®n espa?ola, que consideran que el atacante italiano ha cometido falta sobre Nogu¨¦s. Sin embargo, el colegiado autorizar¨¢ el tanto. Ser¨¢ el ¨²nico que se marque.
El partido de desempate estar¨¢ de nuevo marcado por la pol¨¦mica. Los espa?oles reclamar¨¢n falta sobre Nogu¨¦s en el gol de Meazza y el colegiado suizo, Mercet, anular¨¢ dos goles legales a Regueiro y Quincoces. Espa?a ser¨¢ eliminada, pero caer¨¢ con la cabeza bien alta. Tanto que ser¨¢n condecorados por el presidente de la Rep¨²blica Espa?ola, Niceto Alcal¨¢-Zamora.
- Italia: Combo; Monzeglio, Allemandi; Ferraris IV, Monti, Bertolini; Guaita, Meazza, Borel II, Demaria, Orsi, (Entrenador: Pozzo).
- Espa?a: Nogu¨¦s; Zabalo, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Lecue; Vantolr¨¢, Luis Regueiro, Campanal, Chacho, Bosch, (Entrenador: G? salazar).
- ?rbitro. R. Mercet, suizo.
La ausencia de Ricardo Zamora en el encuentro de desempate ante Italia ser¨¢ bien cubierta por Nogu¨¦s, que debutaba con la Selecci¨®n.
La victoria ante Alemania en Colonia prestigia a la Selecci¨®n
En 1935 se produce el primer partido entre Espa?a y Alemania, que atrae el inter¨¦s de toda Europa. L¨¢ngara, con dos goles, remontar¨¢ el tanto inicial germano. La prensa continental llenar¨¢ de elogios al equipo por un triunfo de altura.
Alemania recibe a Espa?a en el mejor momento de su historia: tercera en el Mundial de 1934, llega al envite tras ocho triunfos seguidos. En nuestro pa¨ªs ilusiona mucho este amistoso, pero existe cierto pesimismo por los ¨²ltimos resultados: triunfo (2-0) sobre Francia que parece poca cosa y un empate (3-3) en Portugal con sabor a fracaso y con incidente posterior: tras el partido, varios jugadores se fueron a un cabaret lisboeta y terminaron en una trifulca. Casuco acab¨® detenido y Salazar, el seleccionador, le castig¨® sin viajar a tierras germanas. Todos dan como favoritos a los teutones. Con todo, la expectaci¨®n es tremenda. El estadio de Colonia se ampl¨ªa para la ocasi¨®n (el aforo pasa de 55.000 a 73.000 personas) y se registra un lleno hasta la bandera: hay m¨¢s de 240.000 peticiones de entradas e incluso se contratan trenes especiales desde B¨¦lgica, Holanda, Austria, Luxemburgo, Italia, Francia...
Y resulta un partidazo. Exigente desde el principio para Espa?a. A los dos minutos, Quincoces y Lecue chocan y tienen que ser sustituidos por Areso y Pedro Regueiro. Recuperados del golpe volver¨¢n a entrar al campo. A los 11 minutos marca Conen, aprovechando un rechace. El examen se complica, pero la Selecci¨®n responde. A la media hora de juego, empata L¨¢ngara, tras un centro extraordinario de Vantolr¨¢, y siete minutos despu¨¦s, el propio L¨¢ngara anota el segundo gol tir¨¢ndose a por un bal¨®n suelto. As¨ª acabar¨¢ el encuentro. La afici¨®n local termina ovacionando a Espa?a y la prensa europea llenar¨¢ de elogios al equipo nacional, en especial a Quincoces.
- Alemania: Buchloh; Janes, Busch; Gramlich, M¨¹nzenberg, Bender; Lehner, Hohmann, Conen, Rasselhberg, Fath, (Entrenador: Nerz).
- Espa?a: Eizaguirre; Zabalo, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Lecue; Vantolr¨¢, Iraragorri, L¨¢ngara, Luis Regueiro, Gorostiza, (Entrenador: G? Salazar).
- ?rbitro. John Langenus, de B¨¦lgica.
Se puede ver las tribunas repletas de p¨²blico en el amistoso entre espa?oles y alemanes.Los jugadores de la Selecci¨®n espa?ola saltaron al campo de Colonia capitaneados por Jacinto Quincoces, que atraviesa un pasillo de honor. Es la primera vez que alemanes y espa?oles se ven las caras en un terreno de juego.
Goleada en el primer encuentro en Espa?a tras la Guerra Civil
La Selecci¨®n disputa su primer partido en suelo espa?ol tras la contienda b¨¦lica. El escenario elegido es el m¨ªtico San Mam¨¦s. La afici¨®n llena las gradas y el equipo dirigido por Eduardo Teus responde con una goleada ante una floja Portugal.
La Selecci¨®n espa?ola vuelve a disputar un partido como local, acontecimiento que no se produce desde el 23 de febrero de 1936 (contra Alemania en Montju?c), antes de la Guerra Civil. La afici¨®n demuestra las ganas de f¨²tbol que han despertado los a?os de ausencia. La demanda es tal que hay que contratar trenes especiales desde ciudades como Madrid, Santander, Logro?o, San Sebasti¨¢n o Le¨®n. Las entradas se agotan y el aspecto que presenta San Mam¨¦s es inmejorable.
Se trata del decimocuarto enfrentamiento entre las dos selecciones que conforman la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Espa?a tiene ganas de demostrar su superioridad, ya que dos meses antes, en un amistoso disputado en Lisboa, el encuentro hab¨ªa acabado en tablas (2-2) a pesar del dominio espa?ol. El duelo es algo m¨¢s que un amistoso, ya que la Selecci¨®n espa?ola quiere comprobar el estado de su f¨²tbol tras los a?os de ausencia a causa de la contienda. El combinado espa?ol juega de azul y blanco. Pronto se ve qui¨¦n teme a qui¨¦n. El dominio de Espa?a es absoluto desde el comienzo. En el minuto 10, Herrerita aprovecha un pase de Gabilondo para batir a Azevedo. La cosa no queda ah¨ª, porque solo siete minutos m¨¢s tarde, los locales ya ganan 3-0 (tantos de Campanal y Campos). En la segunda mitad, Pinga acorta distancias, pero un doblete final de Epi confirma la abrumadora superioridad del conjunto de Teus. La afici¨®n queda satisfecha e ilusionada con esta renovada y joven Selecci¨®n espa?ola.
- Espa?a: Tr¨ªas; Mieza, Oceja; Gabilondo, Rovira, Ipi?a; Epi, Herrerita, Campanal, Campos, Gorostiza (46¡¯ V¨¢zquez), (Entrenadores: Teus)
- Portugal: Azevedo; Cardoso, Gilhar; Amaro (46¡¯ Po?as), Paciencia, Francisco Ferreira; Esp¨ªrito Santo, Armando Ferreira, Soeiro (46¡¯ Mourao), Pinga, Cruz, (Entrenadores: Oliveira)
- ?rbitro. Peter J. Bauwens, alem¨¢n.
De izquierda a derecha posan, C¨¢ndido Oliveira, seleccionador portugu¨¦s, Pedro Escart¨ªn, juez de l¨ªnea, el capit¨¢n luso Pinga, el colegiado alem¨¢n Bauwens, el capit¨¢n espa?ol Gorostiza y el juez de l¨ªnea Vieira da Costa, tambi¨¦n luso.
San Lorenzo de Almagro ense?a que ¡°El gol es un pase a la red¡±
¡°El gol es un pase a la red¡±. Bajo ese lema aparece a finales de 1946 y comienzos de 1947 el San Lorenzo de Almagro. Jugar¨¢ diez partidos entre Espa?a y Portugal, pero este, tercero de la gira, marcar¨¢ un antes y un despu¨¦s en el f¨²tbol espa?ol.
Primer d¨ªa del a?o 1947 y Barcelona va a acoger un encuentro que, pese a ser de car¨¢cter amistoso, marcar¨¢ una profunda huella en el f¨²tbol espa?ol. Se miden la Selecci¨®n espa?ola y el San Lorenzo de Almagro argentino. Este club se encuentra enfrascado en una gira por la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, donde va a disputar diez encuentros ante espa?oles y portugueses. Este partido es el tercero de dicha gira. El equipo trae fama (se acaba de proclamar tiempo atr¨¢s campe¨®n en su pa¨ªs natal) y cuenta con una delantera que pasar¨¢ a la historia: De la Mata, Farro, Pontoni, Martino y Silva. En sus filas aparece un nombre popular, Zubieta, uno de los futbolistas vascos de la selecci¨®n de Euskadi, que se qued¨® all¨ª al finalizar la gira de los jugadores vascos.
Al t¨¦rmino del mismo, los asistentes (Les Corts se ha llenado) acaban de presenciar toda una exhibici¨®n de juego y goles (12). Pero sobre todo de juego: pases cortos y r¨¢pidos, exquisitos, basado en el dibujo de la WM, un sistema basado en tres defensas, dos medios, dos interiores y tres atacantes, que se reparten entre dos extremos y un delantero centro. Un tiqui-taca primigenio. Mientras, en Espa?a se utiliza el llamado M¨¦todo: dos defensas, tres medios y cinco atacantes.
El partido es un ba?o. Pese a adelantarse Espa?a en el marcador, los argentinos empiezan a carburar y a marcar goles sin parar. Hab¨ªa llamado mucho la atenci¨®n una frase que hab¨ªan comentado: ¡°El gol es un pase a la red¡±. Y eso es lo que hacen: tocar, tocar y tocar para pasar, pasar y pasar. Como finalizaci¨®n, pases a la red.
- Espa?a: Ba?¨®n; ?lvaro, Curta; Gonzalvo III, F¨¢bregas, Gonzalvo II; Epi, Arza, L¨¢ngara, Herrerita (46¡¯ Escol¨¤), Escudero (46¡¯ Bravo), (Entrenador: Coronado)
- San Lorenzo: Blazina; Crespi, Basso; Zubieta, Greco; Colombo, De la Mata, Farro, Pontoni, Martino, Silva, (Entrenador: Omar)
- ?rbitro. G. Reader, ingl¨¦s.
Uno de los goles que el San Lorenzo marca en la porter¨ªa que defiende Ba?¨®n. Los jugadores argentinos no dudan en pasarse continuamente el bal¨®n para, de esa manera, ir descolocando a los espa?oles. El resultado es demoledor, pero dejan en el recuerdo una magistral clase de f¨²tbol.
Basora arrasa a Francia y pasa a ser ¡®El monstruo de Colombes¡¯
¡°En el equipo de Espa?a ha destacado poderosamente Basora, que ha tomado el relevo del legendario Epi. Su partido ante Francia entra dentro de lo sublime¡±. La prensa gala se rinde al juego del catal¨¢n, desde este d¨ªa, ¡®El monstruo de Colombes¡¯.
A comienzos de 1949, y a un a?o vista del Mundial de Brasil, los resultados de la Selecci¨®n no son muy halag¨¹e?os: ha empatado con B¨¦lgica a primeros de a?o en Barcelona, en marzo ha igualado con Portugal en Lisboa y ha perdido con Italia en Madrid. As¨ª que los amistosos previstos para junio se antojan comprometidos para el futuro cercano del equipo. Ese junio, la Selecci¨®n se mide a Irlanda en Dubl¨ªn y a Francia en Par¨ªs. El primero se vence con comodidad (1-4), con una exhibici¨®n de Piru Ga¨ªnza. Una semana despu¨¦s, el enfrentamiento es ante los franceses. La tarde del 19 de junio, Estanislao Basora se consagra en el Ol¨ªmpico de Colombes. ?l como actor principal, pero lo hacen todos los integrantes de aquel equipo. El extremo, que hab¨ªa debutado con gol ante los irlandeses, marca tres tantos en 12 minutos, finiquitando el encuentro antes de la primera media hora de juego, pero no se harta de servir balones a sus compa?eros y de desplegar un juego brillante y din¨¢mico. Ga¨ªnza, con dos tantos en la segunda parte, eleva el resultado. Incluso el triunfo pudo ser m¨¢s elevado si Venancio hubiese transformado un penalti a¨²n en la primera parte. Ren¨¦ Vignal, el meta galo, no volver¨¢ a jugar con 'Les Bleus' hasta diciembre de 1950. ¡°Jam¨¢s me imagin¨¦ que triunfar¨ªa en el f¨²tbol¡±, dir¨¢ el propio Basora a?os m¨¢s tarde. Pero en esta tarde parisina de juego, centros y goles se gana un apodo con el que pasar¨¢ a la inmortalidad del f¨²tbol espa?ol: Estanislao Basora, ¡®El monstruo de Colombes¡¯.
- Francia: Vignal; Grillon, Gu¨¦rin, Mindonnet; Gr¨¦goire, Hon; Baillot, Batteux, Baratte, Vaast, Grumellon, (Entrenador: G. Barreau)
- Espa?a: I. Eizaguirre; Asensi, Ant¨²nez, Lozano; Gonzalvo III, Puchades; Basora, Venancio, Zarra, Panizo, Ga¨ªnza, (Entrenador: G. Eizaguirre)
- ?rbitro. Bertolio, italiano.
Estanislao Basora remata de cabeza ante el guardameta franc¨¦s Ren¨¦ Vignal para conseguir uno de los tres tantos que consigue el 6 de junio de 1949 en el parisino estadio Ol¨ªmpico. All¨ª se gana para siempre su apodo: ¡®El monstruo de Colombes¡¯.
Los partidos clave de Espa?a de los a?os 20'
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Los partidos clave de Espa?a en la d¨¦cada de 2000 (Parte 1)
Los partidos clave de Espa?a en la d¨¦cada de 2000 (Parte 2)
Los partidos clave de Espa?a en la d¨¦cada de 2010 (Parte 1)
Los partidos clave de Espa?a en la d¨¦cada de 2010 (Parte 2)