Entre los 'ol谷s' y el 'Cielito Lindo' de Mestalla, la Selecci車n devuelve la esperanza a la afici車n despu谷s de la debacle de Chipre y el fracaso del Mundial 98.
Nueve veces &ol谷*. Y pudieron ser m芍s. Nueve tantos. Y pudieron ser m芍s. Un estadio, Mestalla, rendido a la evidencia cantando &el cielito lindo*, que no era una canci車n de la tierra, ni siquiera del pa赤s, pero que fue la primera que se le vino a la cabeza a la afici車n valencianista mientras contemplaba uno de los mejores partidos de la Selecci車n en sus 100 a?os de historia.
※Ay, ay, ay, ay/Canta y no llores/Porque cantando se alegran/Cielito lindo, los corazones§.
Corr赤a la primavera del 99, Espa?a llegaba a ese encuentro clasificatorio para la Eurocopa de 2000 que se tendr赤a que celebrar en B谷lgica y Holanda, cuarta con tres puntos en un grupo de cinco selecciones. Por delante, no es un lapsus, Chipre (9 puntos), Austria (6) e Israel (4). Por detr芍s solo San Marino. La victoria se antojaba m芍s que necesaria. La losa de la derrota en Chipre en el primer partido de grupo y que le cost車 la destituci車n a Javier Clemente era pesada. Casi tanto como el todav赤a recordado Mundial de Francia 98.
Cuarto encuentro de la era Camacho. Primero oficial en casa. Llegaba invicto. Dos victorias, Rusia (1-0) amistoso, e Israel (1-2), oficial y un empate, Italia (2-2), amistoso. El equipo estaba en plena etapa de transici車n despu谷s del mandato de Clemente. Faltaban por lesi車n Alkorta, Luis Enrique y Kiko.
La vuelta de Pep
El nuevo t谷cnico recuperaba en ese encuentro a Pep Guardiola, con el que no hab赤a contando en los partidos anteriores y apostaba por un once netamente ofensivo y plagado de jugones. El envite era una oda a tener el bal車n, ocupar el campo contrario, jugar al ataque# Guardiola, Valer車n y Fran juntos en el centro del campo. Ra迆l, de enlace, con libertad. Arriba uno de los hombres m芍s en forma del Campeonato en esos momentos, Urzaiz. Un rematador de 芍rea para un equipo con casi todos los registros futbol赤sticos.
Todo le sali車 bien a Espa?a esa noche valenciana. A los cinco minutos ya hab赤a marcado Ra迆l y al descanso el marcador ya hab赤a sacado el cinco. Pero no s車lo eran los goles. Lo de m芍s era el juego. Las entradas por las bandas de Etxeberr赤a y Sergi; el juego interior de Pep y Valer車n, que parec赤a que llevaban toda la vida jugando juntos. Fran sac車 su viol赤n y nadie pod赤a entender c車mo a sus 29 a?os solo llevaba nueve partidos como internacional.
Partido perfecto de Ra迆l
Fue la gran noche de Ra迆l por sus cuatro tantos, sus dos pases de gol. En total intervino en siete de los nueve goles del encuentro En su vig谷simo primer partido internacional, con 21 a?os ya sumaba nueve tantos en su cuenta particular. En Mestalla hab赤a marcado sellado su primera diana con la Selecci車n, en diciembre de 1996 contra Yugoslavia.
Aquello, ante un conjunto austriaco dirigido por el m赤tico Prohaska, aturdida en su defensa de cinco y desbordada por todos los flancos, fue un empacho de f迆tbol y juego. La selecci車n fue un torbellino desde el primer minuto. El primer gol de Ra迆l fue un anticipo de todo lo que vendr赤a despu谷s. Dos paredes. Tres toques, Guardiola-Urzaiz-Ra迆l. Dentro. Y el segundo una genialidad de Fran con nueva estocada de Ra迆l.
Y as赤 hasta los nueve goles. La primera parte fue una obra de arte. De v赤deo para poner a los ni?os en las escuelas. Velocidad, control, juego por las bandas, pases interiores, desmarques de ruptura# Guardiola marcaba el paso del juego. A Valer車n le corr赤a el bal車n. Fran dibujaba fintas indescifrables. Urzaiz tiraba del repertorio del ariete cl芍sico# y Ra迆l firmaba la que iba a ser su mejor noche realizadora con la roja a cuestas.
Debuts de Munitis y Mendieta. A迆n tuvo tiempo Camacho en la segunda parte en hacer debutar a Munitis y a Mendieta, a quien la afici車n local solicit車 con ah赤nco para que se estrenara como internacional justo el d赤a que cumpl赤a 25 a?os. Tambi谷n Hierro provoc車 una tarjeta amarilla para cumplir la sanci車n en el siguiente partido contra San Marino (0-6). Cu芍l no ser赤a el grado de fervor al que hab赤a llegado el publico que despu谷s de entonar el &cielito lindo*, una vez terminado el partido, rodeo el autob迆s del equipo coreando uno por uno el nombre de todos los jugadores.
La irrupci車n de Mendieta
Gaizka Mendieta se convirti車 r芍pidamente en uno de los jugadores favoritos de Jose Antonio Camacho. En total disputo 40 partidos con la selecci車n absoluta entre 1999 y 2002, en los que marc車 8 goles.
El 9-0 a Austria pas車 ya a formar parte de los resultados m芍s abultados del palmar谷s de la Selecci車n hasta entonces. Todav赤a quedaba lejos del 13-0 a Bulgaria, en Chamart赤n, el 21-5-1933 con seis goles de Chacho y tambi谷n el 12-1 a Malta del 21-12-1983, con cuatro tantos de Santillana y Rinc車n, pero se igualaban los dos 9-0 conseguidos anteriormente.
El primero hab赤a sido ante Portugal el 11-3-1934, cinco goles de L芍ngara, en partido clasificatorio para el Mundial de ese a?o y el segundo ante Albania el 19-12-1990 con Butrague?o de m芍ximo goleador, cuatro tantos.
Dos meses despu谷s del partido de Mestalla, en Villareal, muy cerca, (5-6-99), esa selecci車n de Camacho con m赤nimos retoques, como fueron las entradas de Luis Enrique, Morientes, Guerrero y Aranz芍bal, repiti車 el marcador ante Albania, con Luis Enrique, tres tantos, de m芍ximo goleador.
Despu谷s de esos dos 9-0 casi consecutivos, la Selecci車n solo ha mejorada ese registro realizador una vez. Contra Tahiti (10-0) en la Copa Confederaciones de Brasil en Brasil, en 2013. Fernando Torres sum車 cuatro tantos.
※Me hubiera gustado marcar m芍s goles§. Ra迆l demuestra su voracidad delante del primer micr車fono que se le acerca despu谷s del partido. Sin embargo, su principal socio durante el encuentro, Pep Guardiola, huye de los protagonismos. ※La gloria debe ser para los delanteros, lo m芍s importante en el f迆tbol es el gol§.
No fue esa la primera noche en la que los dos demostraron tener una conexi車n especial dentro de un terreno de juego. En ese mismo escenario de Mestalla, unos a?os antes, el 14 de diciembre del 96, los dos hab赤an ofrecido otra clase maestra en un partido contra Yugoslavia (2-0) con Clemente en el banquillo.