Convencer a los dos volantes de que trabajaran como uno solo result車 vital en el equilibrio entre el ataque y la defensa. Los cambios sobre la marcha siempre resultaron decisivos.
Un an芍lisis t芍ctico pormenorizado de la Espa?a campeona del mundo en Sud芍frica 2010 nos presenta en escena, por delante de cualquier otra contingencia t芍ctica, t谷cnica y f赤sica, la imagen de un conjunto poderoso, seguro de s赤 mismo, que sab赤a siempre lo que quer赤a y c車mo conseguirlo. Incluidas las ense?anzas del primer partido contra Suiza en el que la derrota pod赤a haber causado un da?o irreparable. No fue as赤, precisamente, por esa confianza y ese oficio que demostraba el n迆cleo duro de jugadores. Aprendieron a ganar en primera persona despu谷s de ver tantos a?os perder a sus pr車jimos predecesores.
Los jugadores aprendieron a ganar en primera persona despu谷s de ver tantos a?os perder a sus pr車jimos predecesores
Sin entrar sistem芍ticamente en el siempre espinoso terreno de la comparaci車n entre qui谷n era m芍s fuerte, o jugaba mejor, si la Roja que hab赤a ganado la Eurocopa dos a?os antes con Luis Aragon谷s, o la mundialista de Vicente del Bosque, la realidad que indican los n迆meros es que entre el once titular de Viena y el de Johannesburgo exist赤an cinco diferencias. La mitad de los jugadores de campo.
MEDIO EQUIPO DISTINTO
Cambios en todas las l赤neas menos en la porter赤a. En la defensa: Piqu谷 por Marchena; en el centro Busquets por Senna y Xabi Alonso por Cesc; arriba, Villa por Torres y Pedro por Silva. Medio equipo y en consecuencia cinco futbolistas con caracter赤sticas individuales distintas, aunque los dos bloques tuvieran un nexo de uni車n, el estilo: la apuesta por ser protagonistas en los partidos. Por tener el bal車n y llevar la iniciativa.
La presi車n alta tras p谷rdida era bastante m芍s acusada en la Espa?a de Del Bosque, mientras la Roja de Luis se sent赤a m芍s c車moda en el repliegue medio y la salida al contraataque
Despu谷s, sobre el terreno de juego, cada equipo lo interpretaba a su manera con la influencia evidente que impusiera el seleccionador de turno. Dos cuestiones t芍cticas identificaban especialmente a cada versi車n, sobre todo en la faceta defensiva. La presi車n alta tras p谷rdida era bastante m芍s acusada en la Espa?a de Del Bosque, mientras la Roja de Luis se sent赤a m芍s c車moda en el repliegue medio y la salida al contraataque.
La segunda disparidad inapelable fue que Aragon谷s confi車 a un solo hombre, Marcos Senna, la vital funci車n de mediocentro en sus dos facetas: defensiva y ofensiva, m芍s acentuada la primera y, en Sud芍frica, su relevo consigui車 lo que parec赤a imposible: que Busquets y Xabi Alonso funcionaran como un solo hombre. Con una doble tarea en el tolosarra: interior zurdo con el bal車n y segundo volante central cuando hab赤a que tapar huecos.
SISTEMA DE JUEGO
A lo largo del Campeonato, siete partidos, la Selecci車n manej車 dos sistemas de juego con una ocupaci車n de los espacios muy parecida. En su 'libro gordo', Del Bosque prefiere que se identifique a su equipo en el 1-4-3-3 con Busquets de mediocentro puro y Xavi y Xabi como interiores. Si bien confirma que en fase defensiva era un 1-4-2-3-1. En el informe que los sabios t谷cnicos de la FIFA elaboran en cada Mundial, Espa?a jugaba un 1-4-2-3-1. Para ellos, Busquets y Xabi eran dos volantes centrales.
SUSTITUCIONES
Con ese punto de partida posicional, cada encuentro era una historia, sobre todo en el aspecto ofensivo. Tan pronto jugaba con una referencia ofensiva y dos hombres bien abiertos a las bandas, como potenciaba el juego interior con hombres que arrancaban desde fuera para jugar por dentro y buscaban el juego entre l赤neas. Los cambios, tanto t芍cticos como de hombres, no sol赤an estar planificados de antemano. Mandaban las circunstancias y en bastantes ocasiones significaban una variante definitiva para modificar el rumbo de los partidos. Ese fue el otro gran acierto del t谷cnico: acertar con las sustituciones en momentos claves.
JUEGO DE ATAQUE
El caudal de juego ofensivo no se materializ車 en el marcador: solo ocho goles. Muy pocos para las llegadas a puerta y los remates ejecutados. No pas車 de los dos goles por partido (Honduras y Chile) y gan車 los 迆ltimos cuatro encuentros por la m赤nima (1-0). En todos los encuentros juega con al menos una referencia ofensiva y en cuatro partidos coinciden Villa y Torres en el once titular. Nunca aparece el falso '9'.
La presi車n alta tras p谷rdida era bastante m芍s acusada en la Espa?a de Del Bosque, mientras la Roja de Luis se sent赤a m芍s c車moda en el repliegue medio y la salida al contraataque
En la transici車n ofensiva, el equipo incorporaba a los dos laterales al centro del campo, Sergio siempre un escal車n por delante que Capdevila. Busquets se met赤a entre los centrales para ayudar en la salida del bal車n. Se buscaba siempre la superioridad num谷rica y posicional en el centro del campo con cuatro hombres por dentro y los laterales por fuera. Ah赤 es donde se intentaba marcar las diferencias. La apuesta generalizada era el ataque organizado con el bal車n como referencia. Solo de vez en cuando corr赤a a la contra. Cuando ve赤a muy clara la situaci車n y encerraba poco riesgo. Rara vez utilizaba el juego directo.
A bal車n parado, las acciones ofensivas no eran, precisamente, una especialidad de la casa, pero un cabezazo de Puyol a la salida de un c車rner dio el pase a la final. Fue uno de los pocos saques de esquina directos que lanz車 Xavi. La preferencia era sacarlos por costumbre en corto para crear jugada y mover al contrario con una segunda acci車n de centro. Tambi谷n muchas faltas laterales y frontales se sacaban en corto a jugadores que ven赤an a recibir.
JUEGO DEFENSIVO
La transici車n ataque-defensa fue casi mod谷lica. La primera intenci車n era acabar cuantas m芍s jugadas mejor para evitar contras del rival
La idea era plantarse en el 1-4-2-3-1, que a veces se convert赤a en un 1-4-1-4-1 porque uno de los dos mediocentros saltaba al contrario que llevaba el bal車n o intentaba ocupar un espacio libre porque alg迆n compa?ero hab赤a quedado fuera de 車rbita. La transici車n ataque-defensa fue casi mod谷lica. La primera intenci車n era acabar cuantas m芍s jugadas mejor para evitar contras del rival. A la hora de presionar para recuperar el bal車n la consigna era hacerlo lo m芍s arriba posible y cuanto m芍s lejos de su 芍rea mejor que mejor. La raz車n era clara: se atacaba con muchos hombres y en la p谷rdida siempre hab赤a elementos cerca del bal車n.
A la hora del reagrupamiento, la l赤nea de cuatro intentaba estar a mitad de camino entre la frontal de su 芍rea y la l赤nea divisoria, en posicionamiento medio. En ese momento el bloque se ten赤a que hacer lo m芍s corto posible.
En las acciones a bal車n parado todo mecanizado. En los c車rners, combinada. Cuatro hombres en zona. Dos cerca del poste m芍s cercano al lanzamiento, Xavi y Xabi y dos al rechace: Iniesta y otro; cinco marcas al hombre; y un futbolista descolgado arriba, normalmente Villa. En las faltas laterales, intentaba sacar la defensa lo m芍s lejos posible de la frontal de su 芍rea con seis elementos en l赤nea y dos por delante. El 芍rea quedaba libre para la salida del portero.
Espa?a-Suiza
Espa?a arranca en su cl芍sico 1-4-3-3. A la hora de partido, con los cambios de Torres por Busquets y Navas por Silva pasa al 1-4-1-3-2. Con la entrada de Pedro por Iniesta, el equipo juega con dos extremos bien abiertos (Navas y Pedro) con dos delanteros centros (Torres y Villa) y Xavi de mediapunta. Ni por esas. La apuesta m芍s arriesgada, ocho hombres en campo rival y los centrales en la divisoria, no llega al gol. (Todos los gr芍ficos muestran la disposici車n t芍ctica final)
Espa?a-Honduras
Dos cambios en el once. Navas y Torres por Iniesta y Silva. Se mantiene el 1-4-3-3 con distintos perfiles. Navas y Villa bien abiertos con Torres de referencia. La posici車n del asturiano y sus diagonales hace mucho da?o al rival. Sergio aprovecha la amplitud de Navas para incorporarse por el carril del '8' en lugar de por fuera. Otra variante. El equipo carga el juego de ataque por la derecha para acabar por la izquierda.
Espa?a-Chile
Iniesta por Navas. Envite por el juego interior y entre l赤neas para romper las persecuciones al hombre de los de Bielsa. El duelo se rompe cuando Andr谷s se libera de la banda y campa por todos los lados. Con la ventaja en el marcador entra un centrocampista m芍s: Cesc por Torres y busca un a?adido f赤sico con Javi Mart赤nez por delante de los centrales. Busquets acaba como te車rico lateral derecho con Sergio Ramos por delante, como interior. Extra?a colocaci車n final.
Espa?a-Portugal
No se toca el 1-4-3-3, pero la ocupaci車n de los espacios tiene sus matices. Sergio juega m芍s adelantado con toda la banda derecha (ciega) para 谷l. En el centro, por delante de Busquets, un tri芍ngulo con Xabi, Iniesta y Xavi. Arriba, Torres de ariete y Villa a la izquierda. Un once muy escalonado. El mejor partido de Espa?a hasta entonces.
Del Bosque sorprende a su propio equipo t谷cnico con la entrada de Llorente 每no hab赤a jugado ni un minuto- por Torres. Pasa al 1-4-1-4-1. Villa sigue a la izquierda. Para evitar riesgos finales acaba con Busquets entre los centrales: cinco atr芍s. Xavi tiene que superar una marca individual de Pepe.
Espa?a-Paraguay
La sorpresa de salida dura diez minutos: Torres tirado a la derecha. Estrategia para despistar: Torres-Villa-Iniesta. Partido odioso. Dos cambios y reajustes posicionales. La entrada de Cesc muestra un dibujo con tres l赤neas de tres y una referencia arriba. Capdevila es m芍s central zurdo que lateral. Sergio, incrustado en la segunda l赤nea a la altura de Busquets y Xabi. El cambio de Pedro por Xabi, ten赤a una amarilla, ofrece una vuelta de tuerca y ense?a un 1-3-2-2-3. La ocupaci車n de los espacios escalonada se refleja en cuatro l赤neas posicionales. Se acaba con tres delanteros.
Espa?a-Alemania
"Vicentazo". Pedro titular por la izquierda. Carta sorpresa. Extremo con libertad de movimientos, como Iniesta en la otra banda. Busquets m芍s centrado que otros partidos. Xavi emerge como organizador a pesar del marcaje de Schweinsteiger. Se quita la sombra del alem芍n refugi芍ndose por detr芍s de la l赤nea del bal車n. Tres cambios medidos: Torres para correr; Silva para tener y Marchena, al lado de Busi, para contener. Rendimiento m芍ximo en las dos facetas: ofensiva y defensiva. Y un gol de laboratorio que vale una final.
Espa?a-Holanda
Lo que funciona no se toca. Tiempo habr芍 para ello. Repite Pedro. Busquets cierra espacios cerca de los centrales. Los laterales se descuelgan para ocupar el espacio que dejan Pedro e Iniesta con sus diagonales. La entrada de Navas busca la amplitud por una de las dos bandas; la de Cesc m芍s ida y vuelta: la de Torres una acci車n como la de Viena dos a?os antes.
En la pr車rroga Iniesta se libera de todas las ataduras y emerge por donde quiera. Su zona de influencia es infinita, tanto como para marcar desde la banda contraria a la suya. Un lujazo. Andr谷s se hace el due?o de la situaci車n. Con bal車n y sin bal車n. Todos le buscan. La larga acci車n que acaba en el tanto del triunfo es fiel reflejo del juego colectivo, moviendo el bal車n de banda a banda.