El Valencia lleva meses habitando en la convulsi¨®n social y en el abismo econ¨®mico. El desarraigo entre la propiedad y gran parte de la afici¨®n ha tomado un camino de dif¨ªcil retorno, una tensi¨®n solo apaciguada por el silencio de Mestalla por la COVID-19. Las formas de Anil Murthy han sido la mecha y el fondo de la gesti¨®n de Lim act¨²a de p¨®lvora, porque nada tiene que su forma de proceder con lo que se aventuraba cuando se hizo con la propiedad del club hace ya seis a?os. La deuda asciende a 530 millones y su modelo econ¨®mico (con o sin pandemia) se limita a la venta de futbolistas, a los ingresos de televisi¨®n y a jugar cuantos m¨¢s a?os mejor la Champions, es decir, el mismo modelo que hab¨ªa antes a su llegada.

Por Mestalla a¨²n resuenan los ecos del adi¨®s a Marcelino y Mateu Alemany. Los ¨²ltimos meses con Celades solo hicieron que fomentar la nostalgia hacia ellos y consumar el fracaso de Lim, qued¨¢ndose fuera de puestos europeos por tercera vez desde la llegada del due?o asi¨¢tico. Durante el verano, parafraseando a Rodrigo Moreno, el club acab¨® de un plumazo "con un grupo ganador".

La descomposici¨®n de un equipo que no hac¨ªa tanto hab¨ªa sido campe¨®n, se consum¨® con las salidas de Dani Parejo, Francis Coquelin, Ezequiel Garay y Rodrigo. Adem¨¢s, el traspaso de Ferran Torres al Manchester City, por m¨¢s que fuera por deseo del jugador, dejaba al valencianismo sin un pilar en el que sustentar el futuro.

Sin embargo, entre tanta niebla, Javi Gracia, su trayectoria y su talante, se ha erigido como un clavo ardiendo al que agarrarse Mestalla, una afici¨®n que est¨¢ tan tirante con el due?o como es fiel a sus jugadores. Gracia, que se pas¨® toda la pretemporada esperando refuerzos que no le llegaron, tiene menos plantilla de la que gestaron Alemany-Marcelino y que hered¨® Celades. Pero el navarro tiene a¨²n un elenco de futbolistas que para s¨ª quisieran muchos de sus colegas: Guedes, Kondogbia, Maxi G¨®mez, Gabriel Paulista, Gameiro, Carlos Soler... Gay¨¤ representa hoy ese Valencia que sue?a que no tiene techo y Kang-in Lee es la nueva bandera de la cantera, de la que Gracia echar¨¢ mano con frecuencia por cuesti¨®n de fondo de armario. Con ese ruido social y dicho condicionantes econ¨®micos; con los recursos que tiene pero tambi¨¦n las limitaciones, Gracia afronta el reto de demostrar su val¨ªa en un hist¨®rico.

Javier Gracia Carlos (Pamplona, 1970) cumple a?os el d¨ªa del trabajador, met¨¢fora de lo mucho que tiene por hacer en el Valencia. El navarro fue pasando etapas en el c¨¢sting de entrenadores que realiz¨® Anil Murthy para tratar de pasar p¨¢gina de la era Marcelino y a su vez olvidar la etapa de Celades. Gracia fue dejando en el camino a otros aspirantes al banquillo ch¨¦ como lo fueron Laurent Blanc y Jos¨¦ Bordal¨¢s. El t¨¦cnico se gan¨® la oportunidad primero por 'zoom' y despu¨¦s en persona, tras una reuni¨®n en Madrid en la que sell¨® el principio de acuerdo para tomar las riendas del Valencia, un club que desde la llegada de Lim habita en dientes de sierra. Igual est¨¢ en Champions que fuera de Europa como este a?o.

En los pros de Gracia, am¨¦n de su trayectoria (359 partidos dirigidos, 111 de ellos en Primera y 56 en la Premier), pesaron tres argumentos: tiene experiencia en lidiar en clubes controlados accionarialmente por inversores extranjeros (M¨¢laga y Watford); no hizo lista de a qui¨¦n vender o con qui¨¦n quedarse (solo pidi¨® que aquella posici¨®n que quedase hu¨¦rfana, posici¨®n que fuera reforzada en la medida de las posibilidades econ¨®micas del club) y, adem¨¢s, habla ingl¨¦s con fluidez, dato nada insignificante a la hora de poder explicar sus inquietudes a Lim as¨ª como a varios de los interlocutores que tiene el due?o asi¨¢tico en Valencia. Gracia asume un reto que su propia carrera necesitaba: demostrar las buenas maneras que ha demostrado en anteriores etapas en un hist¨®rico como es y siempre ser¨¢ el Valencia.

El Valencia ha prescindido de los que hab¨ªan sido sus generales dentro y fuera del terreno de juego durante el ¨²ltimo lustro, ll¨¢mense Dani Parejo y Rodrigo Moreno, y ello implica que capitanes, tenientes y dem¨¢s futbolistas con ciertos galones deban dar un paso al frente. Del que m¨¢s se espera por Mestalla es de Gon?alo Guedes, que en los tiempos que corren tiene pinta que seguir¨¢ siendo y durante muchos m¨¢s a?os el fichaje m¨¢s caro de la historia del club (40 millones de euros pag¨® el Valencia al PSG hace dos veranos) y que iniciar¨¢ su cuarta temporada por Mestalla. Nadie duda de la calidad del portugu¨¦s, de la influencia que puede llegar a tener en los partidos y de los recursos que dota al equipo con su velocidad, desborde y llegada, pero necesita mantener una regularidad que salvo en fases de su primer a?o no ha tenido (principalmente por las lesiones). Guedes llega a la edad (23 a?os) en la que un futbolista con su cartel (y expectativas) tiene que tirar del carro del colectivo y no solo brillar en acciones puntuales e individuales. En las crisis surgen tambi¨¦n oportunidades y Guedes tiene que cogerla al vuelo. El primer paso, ejercer de l¨ªder de un Valencia que est¨¢ entre tinieblas y al que Gracia pretende llevarlo a la claridad con Guedes de costalero.

Su nombre es conocido pr¨¢cticamente por todos los aficionados. Lo es desde hace tiempo por los ojeadores de los principales clubes de Europa. A fin de cuenta se trata del Bal¨®n de Oro del ¨²ltimo Mundial Sub'20 y cumple su tercera temporada con el Valencia. Pero Kang-in Lee (Incheon, 2001) a¨²n no ha dejado de ser una promesa que est¨¢ por explotar en la ¨¦lite. El coreano, ojito derecho de Peter Lim, un due?o que quisiera que el proyecto girarse alrededor de ¨¦l, suma 35 partidos con el Valencia, aunque ni con Marcelino ni con Celades consigui¨® tener relevancia en las alineaciones (solo tres veces titular en Liga). La llegada de Javi Gracia al banquillo de Mestalla, junto a las salidas de referentes como Rodrigo o Parejo, tambi¨¦n la de Ferran, convierte a Kang-in Lee en uno de los pilares del proyecto, aunque ¨¦l mismo est¨¢ cansado de palabras y quiere hechos. Propios, mejorar su rendimiento, y ajenos, tener continuidad para sacar y explotar el talento que lleva dentro.

Comienza la temporada 20-21 condicionada por las mismas circunstancias que rodearon el final de la pasada. Medidas anti COVID-19, sin p¨²blico en los estadios, al menos de momento, y con tremendas restricciones presupuestarias. Pocas transacciones en el mercado y con menos vacaciones de las habituales para los futbolistas. Hace poco que se disput¨® la final de la Champions y ya volvemos con los partidos oficiales del siguiente ejercicio.
Y el Valencia CF SAD, inmerso en una incertidumbre brutal, aquejado por la realidad existente y, principalmente, por el descenso del coste de su plantilla dada la no clasificaci¨®n para competici¨®n europea y sus problemas econ¨®micos estructurales, aparte de otras contingencias dif¨ªciles de solventar.

En cuanto a lo deportivo, y en lo general, parece que los favoritos ser¨¢n los de siempre, con un Atl¨¦tico de Madrid irregular, capaz de lo mejor, suponiendo un asentamiento a media plazo del Sevilla FC, y con un grupo de opciones claras para los puestos europeos. Del resto, esperando conocer qu¨¦ equipos rinden por encima de sus posibilidades, y cu¨¢les por debajo.

Y en medio de todo esto, algo por otro lado habitual todas las temporadas, un Valencia CF del que no sabemos c¨®mo funcionar¨¢, pero del que s¨ª imaginamos que competir¨¢. Estableciendo sus objetivos en funci¨®n de la calidad de la plantilla, del coste de la misma, de su historia y la capacidad de asimilaci¨®n de su propia exigencia.
*Fernando G¨®mez Colomer, futbolista con m¨¢s partidos de la historia del Valencia

Mestalla ha sido escenario de importantes encuentros internacionales, ha albergado varias finales de Copa, ha sido casa del Levante UD, hogar de la selecci¨®n espa?ola y exilio del Castell¨®n y del Real Madrid en la Copa de Europa; ha visto correr por su c¨¦sped a grandes figuras como Kempes, Maradona o el mismo Pel¨¦; y, sobre todo, ha vivido las m¨¢s grandes gestas del Valencia Club de F¨²tbol.

El hist¨®rico campo de Mestalla ha terminado recientemente su ¨²ltima actualizaci¨®n, y ahora presenta una aspecto majestuoso, con capacidad para albergar a 55.000 aficionados. Ante todo, seguir¨¢ siendo el hogar de todos los valencianistas hasta la construcci¨®n del nuevo estadio en la Avenida de las Cortes Valencianas.

Predominio del 1-4-2-3-1

Este Valencia ser¨¢ una inc¨®gnita. La marcha de su columna vertebral hace que Javi Gracia busque en jugadores como Maxi G¨®mez, Soler, Guedes y Kondogbia unos l¨ªderes. Es por ello que en el 4-2-3-1 caracter¨ªstico del t¨¦cnico estos jugadores sean parte fundamental. No hay que olvidarse de Gabriel, que en defensa ha demostrado una gran autoridad y ser¨¢ otro de los l¨ªderes de este equipo.
Racic y Kang-in dar¨¢n el punto de juventud y chispa a este equipo. Por su parte, Gay¨¤ desde el lateral izquierdo ser¨¢ un pu?al en las defensas rivales.