Butarque es un lugar especial. En su entorno se difuminan las normas de la cordura. Al menos as¨ª sucedi¨® la pasada temporada, una campa?a que ya de por s¨ª fue an¨®mala para el f¨²tbol mundial, pero que para el Legan¨¦s se convirti¨® en un akelarre del surrealismo. La lista es eterna: tres entrenadores (en los anteriores siete a?os s¨®lo hab¨ªa tenido dos), las salidas traum¨¢ticas de En Nesyri y Braithwaite por la v¨ªa de la cl¨¢usula (¨¦sta ¨²ltima fuera de mercado, al Bar?a y sin opci¨®n de enmienda), penaltis pitados en contra pese a ser fuera del ¨¢rea, otros claros a favor sin se?alar aun con el invento del VAR (la mano de Jovic¡­ esa mano de Jovic)¡­ Un dislate, vaya, amalgamado en un doloroso titular: el Legan¨¦s desciende a Segunda.

Fue en la ¨²ltima jornada, con el campe¨®n, el Real Madrid, a merced de los pepineros. S¨®lo un gol habr¨ªa bastado para mantener al equipo, pero no era el d¨ªa. Ni el a?o. Ni la temporada. El pitido final de aquel empate (2-2) rasg¨® Butarque, agigant¨® el silencio de la noche y alarg¨® la oscuridad de un club que se sent¨ªa ya asentado en la ¨¦lite. Sin tiempo para regocijarse en el drama, tuvo el Lega que ponerse a preparar otra vez un proyecto de Segunda con ambiciones de Primera. Tarea dif¨ªcil en tiempos de pandemia que encomend¨® a Jos¨¦ Luis Mart¨ª.

Acostumbrados a proyectos de entrenador (Garitano, Pellegrino, Aguirre¡­) el cambio es notable. El mallorqu¨ªn es una figura menos acaparadora que sus predecesores. Ahora predomina la colectividad del club sin restar galones al t¨¦cnico, pero repartiendo el peso del proyecto por todo el club. Desde los despachos hasta el vestuario, pretende ser este nuevo Legan¨¦s de Segunda un asunto coral, casi como su plantilla.

Porque el equipo ha mantenido el n¨²cleo veterano de campa?as precedentes (Bustinza, Rub¨¦n P¨¦rez, Eraso¡­) y lo ha blindado con fichajes de lustre (Perea, Gaku, Bast¨®n, Iba?ez¡­) y cedidos que retornan para aportar fondo de armario (Arn¨¢iz, Ojeda, Sabin, Facu¡­). Un grupo que pinta bien y que ha hecho de la prudencia su bandera. Manda el t¨ªpico t¨®pico del partido a partido, seguros de que el ascenso es el objetivo, y la prudencia esforzada, la ¨²nica manera para alcanzarlo. Todo siempre y cuando Butarque vuelva a la normalidad y deje de ser la capital de la locura en la que se transform¨® la pasada temporada.

Si los entrenadores tuvieran t¨ªtulos honor¨ªficos, la corta carrera de Jos¨¦ Luis Mart¨ª como t¨¦cnico deber¨ªa lucir la medalla de rondador de ascensos. Dos ha tenido en sus manos y uno bien lo podr¨ªa haber peleado al final de la pasada temporada. Con Tenerife (2017) y Deportivo (2018) se qued¨® a s¨®lo un gol de conseguirlo. Con el Girona (2020) fue despedido cuando los catalanes eran sextos. Quiz¨¢ por eso, quiz¨¢ por su estilo joven, quiz¨¢ por ser un entrenador que s¨®lo sabe conjugar verbos en f¨²tbol ofensivo, el Legan¨¦s lo ha escogido en el retorno a Segunda. Nueva era tras casi siete a?os de vino y rosas que parec¨ªan haber convertido el banquillo de Butarque en un remanso de calma. Garitano lo acaudill¨® un lustro y podr¨ªa haber tenido segunda parte este mismo verano.

Pero el de Bergara dijo no a retornar y en el casting pepinero Mart¨ª gan¨® a Iraola, Idi¨¢kez y Mu?iz. Ahora le toca pacificar un cargo que, el curso pasado, tuvo tres inquilinos: el fallido Pellegrino, el fugaz Cembranos y el batallador Aguirre. Mart¨ª no se parece a ninguno. Amante del 4-4-2, en su dec¨¢logo el primer mandamiento es hacer de sus equipos protagonistas con el bal¨®n. Un libreto diferente al sur de la capital con el que afrontar este reto in¨¦dito para el Lega. Por primera vez en sus 92 a?os de historia, comenzar¨¢ un curso en Segunda con el objetivo de ascender. Es la misi¨®n de Jos¨¦ Luis Mart¨ª, el rondador de ascensos.

No ha sido el Legan¨¦s de los ¨²ltimos ¨¦xitos equipo espoleado por grandes delanteros. Los pepineros han triunfado m¨¢s por sus defensas solventes que por lucir arietes excelsos, aunque la cosa cambi¨® hace dos v¨¦anos, cuando el club decidi¨® apostar por p¨®lvora premium y gast¨® suculentas cantidades en nombres convertidos ahora en cicatrices dolorosas. En Nesyri. Braithwaite. Ambos emigraron el curso del descenso en salidas rupturistas que desecaron de gol Butarque. Era necesario regar el oasis. Borja Bast¨®n ha sido el elegido para desatarse como tormenta del acierto al sur de la capital. ?se es el objetivo, aunque con interrogantes sobrevolando su fichaje. Al delantero madrile?o (28 a?os) su emigraci¨®n a la Premier tambi¨¦n le sec¨® el vergel que ten¨ªa en la pierna derecha. Compitiendo para Zaragoza (23 goles) y Eibar (19) demostr¨® virtudes que se evaporaron en las Islas y sus cesiones a M¨¢laga y Alav¨¦s. En resumen, cinco equipos en cuatro temporadas, 94 partidos y s¨®lo 14 goles. Con la carta de libertad, y la mochila llena de ganas de reencontrarse, este canterano ex del Atl¨¦tico retorna a Espa?a para ser la referencia atacante de un Legan¨¦s con el que espera ser el de siempre. Un goleador recurrente. La nueva estrella de un equipo con aspiraciones de Primera.

Tiene algo la espigada figura de Luis Perea que por Butarque evoca a Gabriel Pires. Palabras mayores. La comparativa destila su aquel. El ahora mediocampista del Benfica fich¨® por el Legan¨¦s siendo un desconocido para reinar poco despu¨¦s en la pradera de Butarque en eso que ahora se llama especialista box to box. Todocampismo en terminolog¨ªa antigua sin saber muy bien si su verdadera posici¨®n nac¨ªa cerca del ¨¢rea propia o deb¨ªa fluir cerca del ¨¢rea rival. Perea (Alcal¨¢ de Henares, 23 a?os) no es un desconocido, pero s¨ª un todocampista. Amamantado en las inferiores del Atl¨¦tico y encumbrado a la ¨¦lite por Osasuna, la pasada temporada se sac¨® el m¨¢ster de Segunda con el Alcorc¨®n. En la pretemporada del Lega ha impresionado. Por planta, despliegue y versatilidad. Tan pronto es muro infranqueable delante de los centrales, como llegador mortal para la zaga rival. Una transici¨®n que suele ejercer r¨¢pida basada en su zancada y presencia sobre todo el campo. Tambi¨¦n luce en el juego a¨¦reo. El Lega lo ha firmado por tres millones de euros y cinco temporadas. Fuerte inversi¨®n de futuro basada en esperanzas presentes. El tiempo dir¨¢ si su sombra tambi¨¦n termina haci¨¦ndose gigante al sur de la capital.

El Legan¨¦s vuelve a Segunda y por la ciudad se masca cierto fracaso. Como si nos hubieran (perdonad que hable en primer persona) dado un estacazo gordo. Y lo fue, claro. El descenso hizo da?o. Y no tanto por el qu¨¦, sino por el c¨®mo. Aquel ¨²ltimo partido, aquella mano de Jovic, aquella ocasi¨®n de ?scar¡­ Doli¨®, claro. Pero el Lega vuelve a Segunda, y esto, creedme, no es el infierno. Me explico. En 2014 yo era, junto a Postigo y Carlos Mart¨ªnez, uno de los tres capitanes de aquel grupo que ascendi¨® con los pepineros a la categor¨ªa de plata tras una d¨¦cada hundidos en Segunda B. Nos supo a gloria. Casi a Champions. Imaginaos el orgasmo (perd¨®n de nuevo) de subir a Primera. Aunque lo viera desde la tele, yo flipaba.

Tras cuatro a?os la aventura se acab¨®. Vuelta a Segunda, s¨ª, pero no ser¨¢ un retorno cualquiera. El Legan¨¦s ha hecho bien su trabajo, ha contratado un entrenador experimentado y ambicioso y ha trufado la plantilla de gente de calidad que guarda equilibro con jugadores que saben que es esto de jugar para el Lega (dejadme que destaque a Eraso, con quien compart¨ª vestuario). Hay proyecto y el club ha crecido. No tengo dudas de que retornar¨¢n pronto a la ¨¦lite. Quiz¨¢ este a?o. Y mientras tanto, a disfrutar como siempre hemos hecho del Lega ¡®donde quiera que se encuentre¡¯, que dice su himno. Aunque sea en Segunda¡­ por poco tiempo.

*David Valleros. Ya retirado, en sus a?os de futbolista acumul¨® dos etapas como jugador del Lega.

Ya en 2017, con la primera permanencia del club en la ¨¦lite, se empez¨® a analizar la posibilidad de hacer crecer Butarque para llevarlo de sus entones apenas 11.000 asientos, hasta los 16.000. Eran los a?os de una 'Legaman¨ªa' desatada que, si bien sigue latente, ya no con aquella intensidad. El actual proyecto tiene una cifra: elevar la capacidad de recinto hasta los 17.000 asientos. Ahora Butarque cuenta con 12.545 asientos.

Predominio del 4-2-3-1

El Legan¨¦s de Mart¨ª ha perdido muchos hombres en comparaci¨®n a la plantilla que se agarr¨® con u?as y dientes a la Primera Divisi¨®n. El esquema, salvo cambio de ¨²ltima hora, ser¨¢ un 4-2-3-1.

Sabin Merino, que no es un delantero puro, ya estaba llamado a ser el ariete del equipo hasta la llegada de Borja Bast¨®n. Ahora, con el fichaje estelar, se resuelve el problema del gol. Sabin podr¨ªa partir desde el banquillo o ser titular en la l¨ªnea de tres. Cu¨¦llar y Riesgo se disputar¨¢n la titularidad.