Las dos ¨²ltimas temporadas no han sido f¨¢ciles para el CD Lugo. Si en la 2018-19 el equipo lograba la salvaci¨®n a falta de dos jornadas, la pasada campa?a los albivermellos decidieron dar otra vuelta de tuerca a la prueba de esfuerzo a la que someten a sus aficionados teniendo que pelear la permanencia hasta los ¨²ltimos minutos del ¨²ltimo partido de una liga interrumpida por una crisis sanitaria mundial. Casi nada. Sin embargo, y a pesar de que nunca se hab¨ªan visto tan apurados desde el ascenso de 2012, la parroquia lucense demostr¨® que en las malas est¨¢ con el equipo y este respondi¨® dej¨¢ndolo todo en el verde cuando un descenso parec¨ªa el final l¨®gico a una temporada demasiado irregular para acabar bien.

Pero si, acab¨® bien. Y un a?o m¨¢s ah¨ª estar¨¢ el CD Lugo, el del Anxo Carro, compitiendo en la categor¨ªa de plata del f¨²tbol espa?ol. En la ¨¦lite, viendo como otros equipos con m¨¢s historia, m¨¢s medios y m¨¢s masa social penar¨¢n al menos un a?o por el barro de la B, algo inconcebible hace solo unos meses. La metamorfosis del Lugo ha costado alg¨²n disgusto a la afici¨®n, puede ser, pero tambi¨¦n ha puesto en relieve la versatilidad de un conjunto que ha demostrado que, cuando vienen mal dadas, sabe sufrir, agarrarse a los partidos y pelear cada palmo. ¡°Isto e Lugo e aqu¨ª hay que sachar¡± no es un eslogan publicitario, es una filosof¨ªa de vida.

Y para ello, el Lugo redoblar¨¢ la apuesta de las ¨²ltimas campa?as, que tan mal no le ha ido cuando sigue estando en el f¨²tbol profesional. Por un lado, los veteranos que pondr¨¢n orden y mando en el vestuario: los eternos capitanes Pita y Seoane, el pibe Iriome, la prosa de Manu Barreiro y el verso de Cristian Herrera. Sobre esas piedras quiere construir Juanfran su iglesia.

Por otro, j¨®venes que ven en el Lugo la posibilidad de ganar galones y volver a sus clubes con cicatrices de guerra que atestig¨¹en su val¨ªa. Ah¨ª estar¨¢ Diego Alende, prometedor central del Valladolid, ¡°El Puma¡± Jos¨¦ Luis Rodriguez desde el Alav¨¦s, la incorporaci¨®n de Juanpe¡­ Si en algo se ha especializado el Lugo es en poner en ¨®rbita a jugadores, que le pregunten a Lazo, o a Pedraza, o a Joselu. Y con Juanfran Garc¨ªa en el banquillo, que pas¨® de sospechoso a milagrero en seis partidos en los que salv¨® al equipo sin conocer la derrota. El Lugo sigue en pie. Y quiere dar guerra.

Hablar de Juanfran Garc¨ªa es hablar del salvador del Lugo. Cuando lleg¨® la pasada jornada a falta de seis jornadas y sin tiempo ni para memorizar los nombres de los componentes de la plantilla hubo quien vio el ¨²ltimo clavo en el ata¨²d del descenso (lo cierto es que todos dudamos) ?El resultado? 14 puntos de 18 posibles, invicto y con el equipo en Segunda. Su experiencia como entrenador al m¨¢s alto nivel se circunscribe a esos seis partidos, y como entrenador de base, a su trabajo en las inferiores del Levante y el Celta de Vigo. Sin embargo, su mano se ha notado en la transformaci¨®n del CD Lugo en un equipo rocoso, s¨®lido, dif¨ªcil de ganar y peligroso a la contra.

Su buen trabajo en las ¨²ltimas jornadas de la pasada temporada le ha sido recompensado con la posibilidad de capitanear un nuevo proyecto desde el principio con la escuadra albivermella. Por primera vez, suya ser¨¢ la responsabilidad de crear un equipo. Fan¨¢tico del orden en el campo y de la disciplina t¨¢ctica, el Lugo de Juanfran se basa en la seriedad defensiva y en penalizar los errores del rival. Para ello, no duda en jugar con defensa de cinco si en necesario, aunque su dibujo de partida es un 4-4-2 con bloque bajo de presi¨®n y salida veloz por bandas. A ¨¦l se encomienda el Lugo.

En un equipo que destaca m¨¢s por el esfuerzo en conjunto que por los destellos individuales es justo reconoces a Cristian Herrera como la estrella del mismo. El canario, que lleg¨® a Lugo como un delantero complementario, puede presumir de ser el pichichi de los albivermellos en las tres ¨²ltimas temporadas, y siempre con cifras ascendentes. La pasada temporada doce goles suyos sirvieron para sellar la permanencia, incluidos dos en el partido de la decisiva ¨²ltima jornada ante el Mirand¨¦s. Sin ser un delantero centro nato, sabe aprovechar sus cualidades para estar siempre en el momento indicado en el lugar correcto. Adem¨¢s, aporta versatilidad pudiendo jugar en cualquiera de los puestos del frente de ataque, bien sea como referencia o como llegador desde segunda l¨ªnea. Su progresi¨®n desde su llegada al CD Lugo no ha pasado inadvertida y cada verano se especula con su salida, si bien hasta el momento ha demostrado una fidelidad al club que incluy¨® bajarse la ficha la pasada temporada para cumplir con el l¨ªmite salarial. Calidad y compromiso.

Pocos jugadores despertaron tanta expectaci¨®n en su llegada al club albivermello como en su d¨ªa lo hizo Hugo Rama. Tras la gran temporada que realiz¨® como cedido en el Mirand¨¦s, entonces en Segunda B, el club le dio ficha de primer equipo y galones de jugador importante a pesar de una grave lesi¨®n que le hizo perderse toda la primera vuelta. Ahora, en su segunda temporada como albivermello de pleno derecho, Rama tiene que reivindicarse como el jugador que se intuy¨® que puede llegar a ser. Polivalente en mediocampo, el compostelano puede ocupar puestos de pivote, volante o mediapunta. Entre sus capacidades destacan una t¨¦cnica de jugador fino, una visi¨®n de juego que le hace ganar ventaja en las jugadas comprometidas y un muy buen golpeo a bal¨®n parado que ya ha dejado varios goles para el recuerdo. Ahora, convertido incluso en la imagen que el club utiliza para diversos actos promocionales, debe asentarse donde m¨¢s gusta verle, en el verde. En su mano est¨¢ ser un jugador importante del CD Lugo.

La angustiosa permanencia en la ¨²ltima jornada cambi¨® el rumbo y con ¨¦l una inmensa felicidad. Comenzar una temporada m¨¢s en esta categor¨ªa supone la consecuci¨®n de un reto may¨²sculo a tal punto que asusta pensar que este equipo va siendo un cl¨¢sico en el f¨²tbol profesional. No va a ser f¨¢cil, los recursos son muy justos y absolutamente todos los equipos se esfuerzan por cuadrar unas cuentas que este a?o van a menos. El clima en la ciudad, en la provincia es de optimismo. No es necesario ser muy avispado para saber la causa.

El motivo se llama Juanfran Garc¨ªa, un t¨¦cnico que lleg¨® a Lugo casi de puntillas, con la sencillez por bandera, con un discurso tan sobrio como sincero. Sin estridencias, sin golpes en la mesa. Con una competencia en el aspecto psicol¨®gico validada con resultados en un tiempo r¨¦cord. Volver¨¢ a ser una competici¨®n muy comprometida, pero tener un l¨ªder indiscutible y con el cr¨¦dito ganado, es de vital importancia. Los grandes entrenadores son aquellos que consiguen que sus jugadores lleguen a su m¨¢ximo nivel, los que son capaces de construir un equipo, incluso con presupuestos limitados. Valientes en ofrecer oportunidades a los j¨®venes. Otro reto a su espalda.

*Miguel Garc¨ªa fue defensa titular en el equipo que ascendi¨® por primera vez a Segunda en 1992

Las riberas del r¨ªo Mi?o acogen cada fin de semana al Lugo en el Anxo Carro, tambi¨¦n conocido como ?ngel Carro. Es uno de los estadios m¨¢s peque?os de la categor¨ªa, con una capacidad de 8.168 espectadores. No por ello es menos feroz. La afici¨®n siempre ha cre¨ªdo en los suyos y ya anhela regresar y brindarle su aliento. El nombre del feudo se debe al encargado de la construcci¨®n del antiguo campo y uno de los grandes impulsores del deporte en la ciudad.

Predominio del 1-4-4-2

Juanfran tiene ante s¨ª su primera temporada en un club de ¨¦lite para mostrar sus recursos como entrenador. En los seis duelos de la pasada campa?a demostr¨® su versatilidad y caracteriz¨® al Lugo como un equipo s¨®lido, letal al contragolpe y basado en la fiabilidad defensiva.

En principio, en el Anxo Carro se espera un 4-4-2, con mucho protagonismo de los hombres de banda y un bloque bajo en la presi¨®n. De todos modos, en m¨¢s de una ocasi¨®n se ver¨¢ el esquema de cinco defensas, con dos carrileros muy protagonistas en ataque, pero tambi¨¦n sacrificados en el ida y vuelta.