Final Fantasy XIII
Final Fantasy XIII, gu¨ªa completa
Te ayudamos a descubrir la aventura de los Elegidos.
Cid Raines: hace gala de una gran cantidad de ataques, estados alterados y golpes f¨ªsicos que causan gran da?o a los miembros de nuestro equipo. En primer lugar nos conviene lanzar todo estado alterado que contrarreste su poder, mientras que uno de los miembros de nuestro equipo se encarga de fortalecer los nuestros. Cid tiene tres estilos de ataque en su primera transformaci¨®n a los que podemos hacer frente sin demasiados problemas. Basta con mantener siempre nuestras habilidades de protecci¨®n como bandera, la vitalidad alta y un constante fogueo de magias y ataques f¨ªsicos para mermar su vitalidad, haciendo crecer la barra de cadena desde que veamos la primera ocasi¨®n.
Tanto cuando se cura como cuando se protege es un momento id¨®neo para atacarle con todo lo que tenemos o, en su defecto, para recuperar energ¨ªas cur¨¢ndonos y devolvi¨¦ndonos los estados mejorados si los hemos perdido.
El quid de este antagonista no reside tanto en su primera etapa como en la segunda, una metamorfosis a la que se lanza desde que su vitalidad se reduce. Su rayo ser¨¢fico causa grandes estragos entre nuestros h¨¦roes sin posibilidad de focalizarlos todos en un solo protector, por lo que es conveniente que aqu¨ª se tomen todas las medidas necesarias para evitar caer de un plumazo. Es cuesti¨®n de darle con todo lo que tengamos manteniendo siempre a uno de los personajes como sanador, aprovechando sus momentos de debilidad para aumentar la barra de cadena mientras reculamos cuando ataca, ya sea por medio de dos sanadores y un protector o de un sanador que constantemente ayude mientras cambiamos la formaci¨®n de los otros dos miembros (sanador fijo mientras variamos entre castigador/fulminador, sanador).
Tarde o temprano perder¨¢ toda su vitalidad, s¨®lo es cuesti¨®n de tiempo, y para cuando lo haga ya estaremos un paso m¨¢s cerca de nuestro destino.