Final Fantasy XIII
Final Fantasy XIII, gu¨ªa completa
Te ayudamos a descubrir la aventura de los Elegidos.
Tenemos que tener en cuenta la importancia de eliminar a los secuaces siguiendo sus puntos d¨¦biles. De izquierda a derecha, el costado izquierdo extremo es d¨¦bil al rayo, mientras que el interno al fuego. En el lado derecho el externo muestra debilidad ante el fr¨ªo, siendo el interno m¨¢s sensible ante el agua. Sabiendo esto es preferible ahorrar el gasto de un Punto T¨¢ctico lanzando libra, la t¨¢ctica que generalmente siempre utilizamos en estos casos. El problema es que la batalla no se termina cuando el resto de unidades han quedado completamente debilitadas, por lo que debemos hacer un esfuerzo para mantener nuestra vitalidad a tope a medida que aumenta la barra de cadena del propio Balanders. Para esto podemos tirar de la paciencia, gastando pociones con un sanador siempre en el grupo, o simplemente darle con todo nuestro potencial hasta que le aturdamos.
En este momento se tercian las cosas; si contamos con estados alterados (coraza, escudo), podremos resistir su embestida en forma de Pulsi¨®n de Muerte. En caso contrario, el combate puede terminarse en este mismo momento. Balanders cambia su estado, deja de estar aturdido y nos obliga a volver a poner en uso lo mejor de cada personaje para volver a aturdirle. Si esto sucede con la velocidad suficiente podremos aprovecharnos de su situaci¨®n sin mayores problemas, aunque siempre debemos de tener un ojo puesto en nuestra barra de vitalidad (que preferiblemente tiene que estar completa, vaya por delante el gasto de objetos curativos necesario). Superar la primera parte del combate es lo m¨¢s complejo. Una vez la pasamos, Balanders en solitario supone un hueso duro de roer, pero al menos nos ofrece algo de tiempo para controlar nuestras acciones y contrarrestar las suyas.
Si el combate se alarga m¨¢s de lo esperado, Balanders termina lanzando un hechizo de condena sobre nuestro l¨ªder, de forma semejante a lo que sucede con los Eidolones. Si esto sucede y todav¨ªa le queda una barra de energ¨ªa considerable por delante, m¨¢s nos vale comenzar de nuevo el combate. Obviamente lanzamos a Od¨ªn, si as¨ª lo deseamos, cuando est¨¦ aturdido. Es el mejor momento para hacerle verdadero da?o.
Una vez finalizado el combate toca disfrutar de la historia y de las animaciones que se suceden hasta que finalmente pasamos al siguiente cap¨ªtulo, el d¨¦cimo de lo que llevamos de partida.