Splinter Cell
Splinter Cell - ?Ka-Boom!
Tras pasar una serie de pruebas f¨ªsicas (del todo innecesarias, est¨¢s en muy buena forma), los mandamases han quedado convencidos al 100% de que Sam Fisher es el hombre indicado para hacer frente a la peligrosa operaci¨®n que est¨¢n a punto de organizar. Enhorabuena, vuelves al servicio activo en defensa de la seguridad mundial. Tu primer ?encargo? no parece, de entrada, demasiado complicado: localizar a unos agentes de la CIA en Georgia, desaparecidos en cumplimiento de una peligrosa misi¨®n.
Te toca atravesar un espacio abierto un poco delicado, que patrullan guardias con perro. Intenta llegar al otro lado sin ser visto por la parte derecha, pero si te descubren, corre hasta el final, donde encontrar¨¢s una verja que te conducir¨¢ a un patio trasero (hay un guardia y una c¨¢mara sobre la puerta de entrada al edificio). Entra en las taquillas, recoge el equipo m¨¦dico, y pasa al almac¨¦n de juguetes de la empresa Toys Aliasas.
No pierdas el tiempo y cruza el almac¨¦n trepando por entre las estanter¨ªas, ya que si no el calor del teclado num¨¦rico de la entrada -que amablemente abrir¨¢ un soldado- se disipar¨¢. Tras recoger algo de munici¨®n y un equipo m¨¦dico, llegaremos a una nave en donde veremos a 4 soldados y 2 c¨¢maras de seguridad, una en la misma entrada y otra en una pared del fondo.
Splinter Cell (PlayStation 2) |
Tras arreglar las cosas como mejor nos convenga, treparemos por unas cajas apiladas hasta una estanter¨ªa, y de ah¨ª a una pasarela met¨¢lica del techo. Siguiendo por ah¨ª llegaremos a los camiones que debemos destruir. Corre por la pasarela hasta el final, y sit¨²ate entre los dos camiones, sin bajar al piso de abajo pero de forma que veas el surtidor de gasolina. Dispara hacia ¨¦l, y la amenaza at¨®mica habr¨¢ terminado. Pero no tu misi¨®n, claro.
Baja la escalera, abre la trampilla al pie, deja KO al primer guardia que patrulla el pasillo, y aprovecha el calor humano del segundo para ir abriendo todas las cerraduras de seguridad en tu camino hacia el despacho de Feirong. Cuando llegues all¨ª, no mates al general: inmovil¨ªzalo y obl¨ªgalo a abrirte los secretos de su ordenador. Cuando hayas acabado, huye hacia el punto de extracci¨®n: no te preocupes por el camino, las explosiones -s¨ª, explosiones- te lo ir¨¢n marcando.