Los inhumanos, integral: un ensayo sobre el ejercicio del poder y la libertad

Los inhumanos de Jenkins y Lee son fruto de la crisis de identidad que vivi¨® Marvel durante gran parte de los noventa. Con las ventas en retroceso y con sus principales iconos desdibujados, desde los despachos de la editorial decidieron imitar la estrategia de la competencia (DC-V¨¦rtigo) y dar libertad creativa a los artistas de la compa?¨ªa para crear obras m¨¢s complejas y dirigidas a un p¨²blico m¨¢s adulto.

As¨ª que cuando Jae Lee recibi¨® el encargo de resucitar a cualquier personaje viejo de Marvel que no tuviera colecci¨®n en ese momento, estuvo buceando sin demasiado ¨¦xito. Fue el espa?ol Jos¨¦ Villarrubia, con quien trabaj¨® con ¨¦l en Hellshock, quien le sugiri¨® que recuperara a un extra?o grupo creado por Stan Lee y Jack Kirby all¨¢ por 1965. Al proyecto se uni¨® Paul Jenkins que ven¨ªa de triunfar en la prestigiosa serie de V¨¦rtigo Hellbrazer (1995-98) y asum¨ªa este encargo para debutar en Marvel.

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Origen de los inhumanos

Los inhumanos son una raza fruto de un experimento kree y est¨¢n a mitad de camino entre los hombres y los mutantes, a diferencia de estos ¨²ltimos cada individuo de su sociedad adquiere un poder mediante una ceremonia en la que se altera su c¨®digo gen¨¦tico, renunciando as¨ª a su condici¨®n humana. Se rigen por una monarqu¨ªa absoluta y hereditaria y tienen como hogar la misteriosa ciudad de Attilan.

La primera vez que un inhumano (Medusa) se asoma a las p¨¢ginas de Marvel es en el #36 de Fantastic Four, marzo del 65. Habr¨ªa que esperar algunos meses m¨¢s hasta que el grupo debutara al completo en el 45 de esa misma colecci¨®n. Pero lo cierto es que ya hab¨ªa referencias a ellos en una historia del propio Kirby (Tuk the Cav eboy) que apareci¨® en el n¨²mero uno de Capit¨¢n Am¨¦rica (marzo del 41).

Tras varias participaciones en diversas series de Marvel consiguen por fin tener una historia propia como protagonistas en seis n¨²meros de Amazing Adventures (1970). A¨²n as¨ª tuvieron que esperar hasta 1975 para conseguir su propia colecci¨®n de la mano de Doug Moench, pero el extra?o grupo no cuaj¨® y la aventura solo se prolong¨® 12 n¨²meros. De ah¨ª hasta la maxiserie de Jenkins permanecieron pr¨¢cticamente en el ostracismo.

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Los inhumanos de Jenkins

Con libertad absoluta para redefinir a los personajes, Paul Jenkins traslad¨® el tono social de su Hellblazer a estos humanos evolucionados de manera artificial. Al brit¨¢nico le interesa mucho las desigualdades sociales, el concepto de individualidad frente al colectivo y las relaciones de poder. Todo ello y m¨¢s se encuentra en los 12 n¨²meros que se englobaron dentro del innovador sello Marvel Kinghts y que guioniz¨® de una manera espl¨¦ndida. Jenkins opta por alejar el relato del estereotipo de superh¨¦roe para presentar una historia compleja de luchas pol¨ªticas, traiciones y problemas personales y sociales. Adem¨¢s, abre varios arcos argumentales suplementarios, que engloban a personajes secundarios, pero que est¨¢n muy bien trabajados y consiguen ofrecer un retrato bastante realista y crudo de la sociedad inhumana.

Nada m¨¢s comenzar, compone un retrato de Black Bolt muy diferente del que se hab¨ªa visto hasta entonces, su maquiav¨¦lico ejercicio del poder contrasta con la imagen del superh¨¦roe cl¨¢sico. Adem¨¢s de un enfrentamiento fraternal y una relaci¨®n matrimonial compleja, Jenkins le presenta como un ser fr¨ªo y calculador con un poder que rivaliza con cualquiera de los titanes del universo Marvel (Thor, Hulk...). Black Bolt tambi¨¦n sirve de espejo para reflexionar sobre las consecuencias personales que tiene el ejercicio de un poder absoluto.

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Otro rasgo que imprime Jenkins a su obra es su pertenencia a la realidad, los personajes tienen problemas, se relacionan con el mundo que les rodea y esto es algo novedoso en una sociedad herm¨¦tica como la de Attilan.

En cuanto al aspecto social del c¨®mic, se cuestiona las bases de una monarqu¨ªa que mantiene un sistema de castas y en la que los individuos sacrifican su humanidad en aras de un bien mayor. El proceso artificial de mejora presenta aqu¨ª tambi¨¦n su lado m¨¢s oscuro y retrata tambi¨¦n como una sociedad avanzada goza de una serie de privilegios a cambio de tener subyugados a otros a los que considera inferiores. Las cr¨ªticas a la monarqu¨ªa inglesa y a al sistema neocapitalista que explotar al tercer mundo son m¨¢s que evidentes.

La calidad de la obra les vali¨® ese a?o un Eisner a la mejor serie nueva y la consolidaci¨®n del grupo como una fuente estable de ventas. Dos a?os despu¨¦s, el recientemente fallecido Carlos Pacheco continuaba sus historias con una miniserie de cuatro n¨²meros.

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Un gran artista

Aunque Jae Lee lleg¨® a los Inhumanos con solo 28 a?os, era ya un dibujante consagrado que hab¨ªa triunfado tanto en Marvel (Namor y X-Factor) como en Image (Youngblood, Wildcats y Hellshock). El estadounidense no se sinti¨® condicionado por el trabajo de Kirby y fue capaz de hacer suyos a los personajes. Su estilo destaca por un extraordinario dominio de las sombras, los negros son el tono dominante en todos los n¨²meros, y por el gran detalle con que construye los personajes en contraste con unos escenarios que suelen ser habitualmente muy planos y con colores pastel.

Es bastante tradicional en el dise?o de las p¨¢ginas, aunque le gusta mucho las composiciones con varias vi?etas muy horizontales para destacar determinados momentos cruciales del relato y obligar al lector a cambiar el ritmo narrativo.

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Conclusi¨®n

Inhumanos, integral es un gran c¨®mic, hijo de una ¨¦poca en la que las penurias de Marvel obligaban a arriesgar en productos innovadores que les permitieran recuperar el terreno cedido ante DC. Su historia tiene mucho de met¨¢fora con la sociedad americana, donde el colectivo se construye desde la individualidad; pero tambi¨¦n hay una cr¨ªtica a la casta privilegiada que obtiene sus beneficios de la explotaci¨®n de los menos afortunados. El Black Bolt que forja Jenkins es el que ahora conocemos: fr¨ªo, todopoderoso y misterioso.

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