C¨®mic
R¨¦quiem: la po¨¦tica muerte de Silver Surfer
Straczynski y Ribic se aproximan a los ¨²ltimos momentos de vida del heraldo de Galactus desde un punto de vistas filos¨®fico y existencialista.
En un mundo donde la inmortalidad de los protagonistas es un acuerdo t¨¢cito entre el creador y el lector, cada fallecimiento es un acontecimiento que sacude sus cimientos y que trasciende mucho m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito del c¨®mic.
El primer gran shock que recibieron los fans de Marvel lleg¨® de la mano de Jim Starlin con ¡®La muerte del capit¨¢n Marvel¡¯ (1982), antes ya hab¨ªan fallecido diversos h¨¦roes de la editorial, pero nunca de tal relevancia. Adem¨¢s, su adi¨®s no correspond¨ªa al de un guerrero, cayendo en un campo de batalla; era una despedida triste de un h¨¦roe vencido por un c¨¢ncer. Fue la primera gran novela gr¨¢fica de Marvel y un anticipo de lo que se consolidar¨ªa cuatro a?os m¨¢s tarde con Watchmen, The Dark Night Returns y Born Again: el c¨®mic hab¨ªa virado su camino hacia un p¨²blico m¨¢s adulto.
Despu¨¦s Ares, Punisher, Elektra, Rondador Nocturno, Ant-Man, Hawkeye, Charles Xavier y hasta el mism¨ªsimo Capit¨¢n Am¨¦rica tendr¨ªan sus despedidas, unas mejores que otras, pero ninguna alcanza el grado de belleza que consigue Straczynski con Silver Surfer.
C¨®mic de calidad
R¨¦quiem es una obra colosal y una reflexi¨®n sobre la vida, la muerte y el trecho que hay entre ambas. El guionista retrata de forma magistral, con sentimientos, pero sin sentimentalismo, como Norrin Radd se enfrenta sus ¨²ltimos d¨ªas de vida y como ello afecta a muchas de las personas que ha conocido en su camino. Red Richards, Sue, Spiderman, Doctor Strange y hasta el propio Galactus forman parte de su ¨²ltima aventura.
Un creador consolidado
Joseph Michael Straczynski llega a Requiem (2007) en la cima de su carrera; hab¨ªa triunfado tanto en Top Cow con Rising Star (1999) y Midnight (2000), como en Marvel, siendo uno de los guionistas mejor valorados de Spiderman y el pionero en despojar al superh¨¦roe del aire adolescente que ten¨ªa. Durante su etapa con el trepamuros se produjo el ataque a las Torres Gemelas y ¨¦l fue el encargado de dar la visi¨®n de Marvel del atentado, ello da la dimensi¨®n que ten¨ªa dentro de la casa.
As¨ª que R¨¦quiem, al no ser canon, se expone como un lienzo vac¨ªo en el que puede crear una obra sin condicionamientos. Un c¨®mic que se inspira y mucho en el Blade Runner de Ridley Scott, con ¨¦l comparte una filosof¨ªa com¨²n y una aceptaci¨®n del destino como algo inevitable. Sus di¨¢logos tienen muchas similitudes con el famoso mon¨®logo de Roy Batty: ¡°Yo he visto cosas que vosotros no creer¨ªais¡ como l¨¢grimas en la lluvia. Es hora de morir.¡± ¡°Soy Norrin Rad, he visto m¨¢s de lo que otros podr¨ªan esperar. Y me muero.¡± Ambos han viajado por la galaxia y no siempre con las mejores intenciones, pero viendo cosas inimaginables para el com¨²n de los mortales.
La historia conecta con el lector desde el primer momento porque toca temas trascendentes y universales y lo hace, salvo el episodio de las guerras de religi¨®n, sin ning¨²n tipo de adoctrinamiento. Silver Surfer se enfrenta a su destino como William Holden en The Wild Bunch, consciente de que su tiempo ha terminado y mirando sin temor a su pasado, una historia en la que no solo caben buenas obras, tambi¨¦n tienes sus zonas grises e incluso oscuras.
Una obra de arte
Si el guion es una delicia, su apartado visual no le va a la zaga. El croata Esad Ribic es uno de los dibujantes mejor valorados de Marvel, su estilo se aleja del c¨®mic tradicional para presentar cada vi?eta como un cuadro. Si tiene un espejo en el que mirarse es en el Frank Frazetta o en el de Alex Ross. Utiliza como t¨¦cnica las t¨¦mperas y acuarelas, algo que da un valor art¨ªstico muy alto a las p¨¢ginas, pero que tiene como inconveniente su lento proceso de producci¨®n. Por eso es m¨¢s habitual que luzca su talento como portadista o en trabajos puntuales que en colecciones regulares.
La obra da lugar a su lucimiento personal ya que hay muchas p¨¢ginas en las que el dibujo es la ¨²nica v¨ªa de expresi¨®n de Straczynski, son vi?etas de gran tama?o y con motivos c¨®smicos en las que Ribic crea composiciones de gran belleza
Conclusi¨®n
La muerte de Silver Surfer brilla a gran altura, como corresponde a una de las grandes leyendas de la editorial; no en vano fue una creaci¨®n de los dos mayores padres de Marvel: Stan Lee y Jack Kirby. Es un c¨®mic que se aleja del lenguaje y el ritmo habitual, pero que ofrece una experiencia vital como pocos. Es de esas obras que merece una segunda lectura para poder encontrar todo su potencial. El ¨²nico pero que puede ponerse a R¨¦quiem es su corta duraci¨®n.
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