Harry Potter y la C¨¢mara Secreta - Noche Cuatro

NOCHE CUATRO

Objetivos:

Harry sigue preocupado por el tema del Heredero y de esa voz que sigue retumbando en su cabeza. Y sabe qui¨¦n puede ayudarle: Hagrid. Dando un salto de la cama, vamos a dirigirnos hasta su caba?a, pero Ron nos asalta, como siempre, en la Sala Com¨²n. Muy nervioso, nos entrega una especie de libro. Lo ha encontrado en el ba?o de las chicas. Es el diario de A.T.S. Ridley, pero est¨¢ en blanco.

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Nuestra curiosidad nos lleva a escribir en ¨¦l, e increiblemente, ?el diario nos responde! Es Tom Ridley, que vivi¨® hace 50 a?os en Howards, cuando abrieron la C¨¢mara Secreta y c¨®mo cogieron al culpable: ?Hagrid! ??l fue quien abri¨® la puerta hace medio siglo! Por eso lo llevaron a prisi¨®n.

Realmente intrigados vamos a su caba?a, pero se nos han adelantado. Lucius, padre de Draco Malfoy, y Dumbledorf se encuentran dialogando con Hagrid. Le dan la mala noticia: tiene que abandonar Howards, por la seguridad de todos. El grandull¨®n nos ha visto, y mir¨¢ndonos, dice, 'El que siga el rastro de las ara?as descubrir¨¢ qui¨¦n abri¨® la C¨¢mara Secreta', se?alando a la vez una puerta. Los tres desaparecen, quedando s¨®los ante el peligro. Antes de entrar por la puerta, encontramos el cromo n? 66 Flavius Belby.

Tras la puerta, el Bosque Perdido. Efectivamente, todo est¨¢ lleno de ara?as. Algunas no dudar¨¢n en atacarnos, pero con Flipendo literalmente, desaparecer¨¢n. Una telara?a bloquea el camino, pero podemos desacernos de ella con Incendo. Y m¨¢s telara?as. Y m¨¢s... hasta dar con una que est¨¢ en horizontal.

No nos queda m¨¢s remedio que incendiarla y lanzarnos al vac¨ªo a trav¨¦s de ella. Aterrizamos en un paraje desolador, pero para m¨¢s desolador a¨²n, ?una enorme ara?a! ?Encima habla! Nos dice que ella no es el verdadero monstruo que habit¨® en la C¨¢mara Secreta, sino que Hagrid la compr¨® cuando era muy peque?a, pero a medida que fue creciendo, la echaron de Howard, y tambi¨¦n echaron a Hagrid a la prisi¨®n de Alakazan.

?Entonces, qui¨¦n es el monstruo de la C¨¢mara Secreta? ?Por qu¨¦ Hagrid nos ha conducido directamente a un nido de ara?as carn¨ªvoras? Por lo menos nos da una pista: la chica que muri¨® se encontraba en el ba?o. ?Ser¨¢ Mirtle la Llorona la que muriera hace 50 a?os? ?Tenemos que salir de all¨ª para comprobarlo!

Pero la ¨²nica forma de hacerlo es justo por donde est¨¢ Aragog, nuestra querida y temible ara?a gigante. La soluci¨®n es rodearla e ir lanzando Incendio a la enorme tela de ara?a que la sujeta. Al quemar la primera sujeci¨®n, encontramos el cromo n? 62 Ignatia Wildsmith, poco despu¨¦s, el n? 63 Herman Wintrinham y algo m¨¢s tarde, el n? 64 Jounde Syker, justo antes de romper el ¨²ltimo trozo de tela, y caer al vac¨ªo junto con Aragog.

S¨®los ante el peligro. Una enorme ara?a carnivora y nosotros. ?Qui¨¦n parte en desvenjata? ?Ella, pues tenemos nuestra varita! La armadura de la ara?a es inpenetrable y s¨®lo podemos atarcarla con Incendo cuando levante su cuerpo.

Lo har¨¢ pocas veces, mientras que nos ataca con explosiones, con peque?as ara?as, o con bolsas que cuelgan del techo, que son nidos de ara?as, que si no quemamos r¨¢pidamente, ser¨¢n nuevas ara?as a destruir. No es nada sencillo, as¨ª que os recomiendo que vay¨¢is equipados con un tarro de Poci¨®n Herbovitalizante, pues no os extra?e que os consuma toda la energ¨ªa hasta que consig¨¢is cogerle el truco a su secuencia de ataques.

Un ¨²ltimo Incendo la deja inconsciente. Por fin ha pasado el suplicio. Como recompensa, encontramos un tarro de pociones, pero justo al cogerlo, ?Aragog se despierta! Justo en ese preciso momento, aparece Ron subido en el coche volador, salv¨¢ndonos de ser devorados por una ara?a, nada agradable.