Syberia

Observe un poco m¨¢s de cerca y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de empujar la palanca que hab¨ªa en el lateral derecho del mueble, al hacerlo el doble fondo se abri¨® y pude recoger una llave de aut¨®mata y una carta. Dicha carta relataba lo que le sucedi¨® al sacerdote de la parroquia, de c¨®mo tuvo que participar en una pantomima orquestada por el cabeza de familia de los Volaberg, el cual se hab¨ªa montado un teatro de mucho cuidado, haciendo creer a todo el pueblo que su hijo Hans hab¨ªa muerto en un accidente, cuando en realidad le hab¨ªa dado un venazo a lo Rainman bastante fuerte.

Fui de nuevo al campanario y prob¨¦ todas las tarjetas perforadas en el aut¨®mata hasta que una de ellas hizo que la figura sobre el pante¨®n Volaberg se moviera y dejase a la vista el mecanismo de la llave para aut¨®matas que ten¨ªa en el bolsillo. As¨ª que hacia all¨ª fui, us¨¦ la llave en el mecanismo dentro del sombrero y pude entrar dentro, abr¨ª la tumba de Hans y recog¨ª un recorte de peri¨®dico y un extra?o cilindro met¨¢lico. Una vez hecho esto me fui de all¨ª, y mientras deambulaba por la calle del pueblo vi la entrada a la f¨¢brica, record¨¦ que ten¨ªa la llave para poder acceder al interior y eso hice, coloqu¨¦ la llave en las manos del aut¨®mata superior, di cuerda al aut¨®mata inferior y tire de la palanca (y luego la gente se queja de las puertas blindadas).

Cog¨ª el camino superior izquierda, all¨ª empuj¨¦ una palanca que activ¨® un brazo mec¨¢nico que se llev¨® un contenedor met¨¢lico dentro de un edificio. Despu¨¦s regres¨¦ al cruce de caminos y fui por el camino inferior izquierdo, entr¨¦ en la cadena de montaje y sub¨ª las escaleras met¨¢licas.