Syberia
Syberia
Tu misi¨®n en esta aventura es acudir a un pueblo de los Alpes Franceses, Valadil¨¦ne, para cerrar un trato con la familia Voralberg, que a su vez es due?a de otra f¨¢brica que interesa mucho a los jefes de Kate y que por falta de pago se encuentra en venta.
Al coger los engranajes de la mesa pude observar un dibujo sobre ella, y como soy muy meticulosa copi¨¦ el dise?o en papel, no fuese que despu¨¦s me fuera a encontrar con un mecanismo de un ascensor que funcionase justito con ese esquema (cosas m¨¢s raras se han visto en la vida, ?no?)
La extra?a fuerza que me reten¨ªa en el hotel dej¨® de actuar, por lo que pude salir del mismo y dirigirme a la notar¨ªa. Antes de entrar en la notar¨ªa recog¨ª un peri¨®dico que hab¨ªa en un banco, hablaba de la muerte de la due?a de la f¨¢brica, igual aquello complicaba un poco la misi¨®n, pero ?qu¨¦ podr¨ªa complicarse tras la muerte de la ¨²nica due?a de la f¨¢brica?. Llegu¨¦ a la puerta de la notar¨ªa, trat¨¦ de entrar pero no pod¨ªa abrir la puerta, era extra?o, las diez de la ma?ana, lunes y ?un notario no tiene la puerta abierta?, activ¨¦ mi sentido ar¨¢cnido y pens¨¦ que igual el aut¨®mata de metal de metro y medio sujeto a la pared era alg¨²n tipo de sistema de vigilancia o portero o algo as¨ª, el caso es que se me ocurri¨® poner el segundo fax en la mano del aut¨®mata y empujar la palanca, dicho y hecho, la puerta se abri¨® y pude hablar con el notario.
La verdad es que hasta el momento todo iba bien, la vieja que pose¨ªa la f¨¢brica hab¨ªa estirado la pata, siendo la ¨²nica heredera lo ¨²nico que restaba por hacer era firmar todo el papeleo y la empresa a la que representaba ser¨ªa la nueva due?a del tinglado. Pero, ?ja!, la vida te da sorpresas y menuda la que me dio. Resulta que la due?a de todo esto ten¨ªa un hermano al que todos daban por muerto y que, vaya coincidencia, no lo estaba y que, por lo tanto, era el due?o y se?or de todo y que, por lo tanto, yo tendr¨ªa que buscar al tipo este y hacerle firmar y que, por lo tanto, todo se hab¨ªa ido al cuerno y que, por lo tanto, ya estaba cansada de decir por lo tanto...