En el a?o del centenario de las Olimpiadas Modernas, cuando todo parec¨ªa que Atenas ser¨ªa la encargada de albergar tan se?alada edici¨®n, finalmente Atlanta gan¨® la carrera de la designaci¨®n y se convirti¨® en la tercera ciudad estadounidense que acog¨ªa la cita. La organizaci¨®n recurri¨® a la financiaci¨®n privada para invertir 4.000 millones de d¨®lares en infraestructuras.

Por primera vez, todos los Comit¨¦s Ol¨ªmpicos, un total de 197, enviaron delegaciones y participaron m¨¢s de 10.000 deportistas. El lunar estuvo en el segundo atentado terrorista, tras el de M¨²nich de 1972. Un extremista contra el Gobierno estadounidense, que posteriormente tambi¨¦n actu¨® en la ciudad, fue el encargado de la colocaci¨®n de una mochila bomba en un parque cercano a la Villa Ol¨ªmpica. El atentado se sald¨® con dos muertos y 110 heridos.

Deportivamente, la cita fue un ¨¦xito de pluralidad, ya que hasta 79 pa¨ªses consiguieron alg¨²n metal, la cifra m¨¢s alta de la historia. Adem¨¢s, debutaron deportes como el voley playa, la bicicleta de monta?a, el remo ligero y el f¨²tbol femenino. Y se incorpor¨® un deporte exclusivo para mujeres, el s¨®fbol.

Michael Johnson arrasa en 200 metros. En atletismo destacaron Michael Johnson y la francesa Marie Jose Perec, al imponerse en 200 y 400 metros. El primero, adem¨¢s, logr¨® un r¨¦cord mundial que hoy se mantiene (19.32) y la francesa se convirti¨® en la primera mujer en ganar el 400 femenino en dos ocasiones consecutivas. Otro atleta que repiti¨®, nada m¨¢s y nada menos que por cuarta ocasi¨®n, en salto de longitud, fue el estadounidense Carl Lewis, que consigui¨® su d¨¦cimo metal. Nueve de ellos fueron de oro.

Michelle Smith y Alexander Popov fueron los protagonistas principales del Centro Acu¨¢tico de la Universidad de Georgia Tech. La irlandesa volvi¨® a casa con tres oros y un bronce en la mochila, mientras que el torpedo ruso revalid¨® sus cetros en 50 y 100 metros lisos.

M¨¢s metales para Espa?a. En cuanto a la actuaci¨®n de los espa?oles, el despegue de Barcelona obtuvo su continuaci¨®n con la consecuci¨®n de 17 medallas. La vela, donde el austriaco Hubert Raudaschl se convirti¨® en el primero en acudir a nueve citas ol¨ªmpicas, volvi¨® a ser un fil¨®n para los nuestros, donde se sumaron dos oros m¨¢s: Fernando Le¨®n y Jos¨¦ Luis Ballester, en clase tornado y Natalia V¨ªa-Dufresne junto a Theresa Zabell, en 470. El atletismo tambi¨¦n aport¨® dos metales con la plata de Ferm¨ªn Cacho en 1.500 y el bronce de Valent¨ªn Massana en los 50 kil¨®metros marcha.

Otros deportes, como el tenis, el judo o el ciclismo, donde se admit¨ªan por primera vez a profesionales, tambi¨¦n fueron muy productivos. Sergi Bruguera y Arantxa S¨¢nchez Vicario se quedaron con la miel en los labios en sus finales de tenis. Esta ¨²ltima, adem¨¢s, fue bronce en dobles junto a Conchita Mart¨ªnez. Sobre el tatami, Ernesto P¨¦rez logr¨® la plata mientras que Isabel Fern¨¢ndez y Yolanda Soler, se tuvieron que conformar con el bronce. Y en ciclismo, Miguel Indurain y Abraham Olano lograron un doblete hist¨®rico en contrarreloj. Adem¨¢s, el p¨²gil Rafael Lozano sum¨® un bronce en la categor¨ªa de menos de 48 kilos.

Estrellas

Medallero