Tokio hab¨ªa perdido su primera oportunidad de organizar el torneo ol¨ªmpico tras renunciar a ¨¦l en la edici¨®n de 1940. La Segunda Guerra Chino-Japonesa por la ocupaci¨®n de Manchuria fue la causa. Pero ante el deseo de limpiar la imagen exterior del pa¨ªs tras pertenecer a las fuerzas del Eje en la II Guerra Mundial, el Imperio del Sol Naciente planific¨® un evento que a la postre fue conocido como los Juegos Perfectos. La cantidad invertida para llevarlos a cabo ascendi¨® a 3.000 millones de d¨®lares y se construyeron instalaciones que combinaron tradici¨®n con modernidad e innovaci¨®n tecnol¨®gica.

Dos deportes debutaron en la cita nipona. Uno de ellos, el voleibol, fue la primera competici¨®n por equipos que pudieron disputar las mujeres. El otro, el judo, fue coto cerrado de los deportistas locales, a excepci¨®n de la categor¨ªa open, donde el holand¨¦s Antonius Geesink caus¨® la mayor afrenta al orgullo japon¨¦s.

Los estadounidenses vuelven a mandar. En atletismo, los americanos volvieron a recuperar la hegemon¨ªa, con la actuaci¨®n destacada del velocista Robert Hayes. Tambi¨¦n sobresali¨® la gesta del neozeland¨¦s Peter Snell, al ganar los 800 y los 1500 metros, algo que nadie consegu¨ªa desde 1920.

La mayor innovaci¨®n fue la incorporaci¨®n de las p¨¦rtigas de fibra de vidrio, lo que dio lugar a que el estadounidense Fred Hansen batiera el r¨¦cord mundial por 40 cent¨ªmetros, eso s¨ª, tras nueve horas de intensa competici¨®n. Tambi¨¦n quiso volver a ser protagonista el et¨ªope Abebe Bikila, que revalid¨® su oro en marat¨®n al rebajar el tope mundial, esta vez con calzado, pero despu¨¦s de haber sido operado de apendicitis s¨®lo seis semanas antes.

Esta edici¨®n tambi¨¦n pasar¨¢ a la historia por ser la primera en la que una atleta, la polaca Ewa Klobukowska, fue descalificada por no superar la prueba de sexo. Se hab¨ªa hecho con la medalla de oro en 4 x 100. El r¨¦cord mundial que consigui¨® junto a sus compa?eras evidentemente no fue homologado.

En nataci¨®n tambi¨¦n fue abrumadora la superioridad americana, con Don Schollander, que logr¨® cuatro oros y tres marcas mundiales, a la cabeza. Entre ellos, la australiana Dawn Fraser fue capaz de lograr su tercera corona consecutiva en los 100 metros libres.

Y la de Tokio fue la ¨²ltima olimpiada de la m¨¢s laureada de todos los tiempos, la gimnasta sovi¨¦tica Larissa Latynina, que se despidi¨® con dos oros, dos platas y dos bronces.

Las mejores actuaciones de los espa?oles fueron el cuarto puesto del equipo de hockey hierba, tras caer ante Australia en el partido de consolaci¨®n, y el sexto puesto de Luis Felipe Areta en longitud. Desgraciadamente, el acto m¨¢s significativo de los atletas nacionales fue la descalificaci¨®n de por vida del p¨²gil Valent¨ªn Loren, por agresi¨®n al juez h¨²ngaro que dirig¨ªa su contienda y a los jueces auxiliares.

Estrellas

Medallero