Top 10: Los mejores juegos de Dreamcast

Durante el pasado mayo, en MeriStation elaboramos tops con los mejores juegos de PlayStation 2, GameCube y Xbox, consolas de la segunda generaci¨®n 3D (o de ¡°128 bits¡± para los amigos). No fue tanto una etapa de revoluci¨®n como de refinamiento, pero todav¨ªa llena de ideas nuevas que los hardwares previos no hab¨ªan dejado desplegar, o no con la fidelidad que deseaban los dise?adores. En noviembre de 1998, apenas una semana despu¨¦s del lanzamiento de Ocarina of Time, Sega movi¨® ficha y estren¨® Dreamcast en Jap¨®n. Una m¨¢quina adelantada a su tiempo, que convivi¨® con Nintendo 64 y PlayStation hasta el cambio de milenio, pero que a nivel de ventas no lleg¨® a despegar (fue incapaz de alcanzar los 10 millones de unidades pese a su ventaja de partida sobre la siguiente generaci¨®n), poniendo el punto y final a la trayectoria de la compa?¨ªa como desarrolladora first party en 2001.

Sin embargo, a pesar de su breve estancia en el mercado, Dreamcast acumul¨® un gran cat¨¢logo gracias a las adaptaciones sorprendemente fieles de las recreativas de la ¨¦poca (Crazy Taxi, Capcom vs. SNK, F355 Challenge...), los ports mejorados de la generaci¨®n previa (Soul Reaver, Rayman 2, Shadow Man...) y, por supuesto, un buen abanico de proyectos propios producidos por Sega u otras compa?¨ªas colaboradoras (Sonic Adventure, Skies of Arcadia, Metropolis Street Racer...). Durante la confecci¨®n de esta lista ¡ªcomo siempre, mediante votos de redactores y colaboradores¡ª han sido m¨¢s de treinta los nombres que han salido a la palestra, as¨ª que muchos cl¨¢sicos se han quedado a las puertas de entrar a pesar de hacer m¨¦ritos. No los olvidamos, pero es que solo pod¨ªamos quedarnos con diez. Aunque menudos diez.

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10. Grandia II

Si bien los usuarios de Sega sol¨ªan quedarse sin la cantidad de JRPGs que poblaban otras consolas (las de Nintendo durante los 8 y 16 bits, PlayStation tras la desbandada hacia Sony), nombres como Phantasy Star o Shining Force aparecieron para hacer las delicias de los fans del g¨¦nero. Incluso Mega-CD, perif¨¦rico poco exitoso de Mega Drive, recibi¨® dos entregas de Lunar, serie creada por Game Arts que servir¨ªa como antesala de la saga Grandia. Esta se estren¨® en Saturn y, aunque no se dar¨ªa a conocer fuera de Jap¨®n hasta que el estudio porte¨® el primer juego a la ya triunfadora PSX, la secuela se volvi¨® concebir para otra consola de Sega: estrenado en Dreamcast, y esta vez s¨ª con lanzamiento en todos los territorios, Grandia II no solo se revel¨® como un juego superior, sino tambi¨¦n uno de los mejores JRPG de aquella generaci¨®n.

De argumento independiente al original, Grandia II present¨® un mundo nuevo ¡ªinfluenciado por una batalla ancestral entre dos dioses, Granas y Valmar¡ª e imprimi¨® en su historia un tono m¨¢s adulto. Ryudo, mercenario protagonista, hac¨ªa gala de una actitud m¨¢s c¨ªnica que el t¨ªpico h¨¦roe, pero no estaba libre de vulnerabilidades; mientras que Elena, creyente de Granas pose¨ªda por una manifestaci¨®n de Valar llamada Millenia, deb¨ªa replantear su fe al mismo tiempo que su alter ego aprend¨ªa a experimentar los deseos y necesidades de los humanos. Las aventuras de estos y otros personajes ten¨ªan lugar en un mundo colorido y detallado, por encima de lo ofrecido por cualquier JRPG 3D de PSX. El combate no reinvent¨® la base del primer Grandia, pero era ¨¢gil y din¨¢mico, combinando el componente t¨¢ctico de los turnos con una barra que indicaba el orden de los comandos y permit¨ªa adelantarse a los enemigos para cancelar sus ataques. Conservador, pero un cl¨¢sico gracias a ello.

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9. Jet Set Radio

Uno de los juegos m¨¢s originales no ya de Dreamcast, sino de todo el historial de Sega como desarrolladora a lo largo de las d¨¦cadas, apareci¨® en 2000 bajo el nombre de Jet Set Radio o Jet Grind Radio seg¨²n el continente. El t¨ªtulo fue firmado por Smilebit, equipo con dise?adores que ven¨ªan de crear Panzer Dragoon en Saturn ¡ªy desarrollar¨ªan Panzer Dragoon Orta para Xbox poco despu¨¦s¡ª, y ofreci¨® una vuelta de tuerca al exitoso patinaje de la saga Tony Hawk¡¯s Pro Skater (estrenada el a?o anterior) a la vez que adapt¨® el estilo animado y hip hop de PaRappa the Rapper a personajes y entornos amplios explorables en 3D, cimentando el cel shading en el imaginario colectivo bastante antes de que juegos como The Wind Waker, Viewtiful Joe o la saga Tales lo convirtiesen en un nuevo tipo de est¨¢ndar.

De hecho, Jet Set Radio naci¨® a partir de esta b¨²squeda de una identidad visual fresca antes de tener una f¨®rmula jugable bien definida, aunque eso tampoco signific¨® que descuidase lo segundo. En la piel de los grafiteros de una banda de la ficticia ciudad Tokyio-to (adivinad en cu¨¢l se basa), los jugadores deb¨ªan recorrer las calles patinando con soltura, recoger botes de pintura y dejar grafitis en lugares clave para reclamarlos. Eso s¨ª, hacerlo pronto llamaba la atenci¨®n de tanto la polic¨ªa como de las bandas rivales, lo que a?ad¨ªa una pizca de tensi¨®n extra no presente en Tony Hawk¡¯s (fuerzas militares e incluso helic¨®pteros nos persegu¨ªan antes de que GTA III hiciese un arte del vandalismo). Tampoco faltaban retos plataformeros, piruetas para acumular puntos o incluso carreras contra otros grafiteros ¡ªque deb¨ªan ser vencidos para unirlos a nuestra banda¡ª, cuajando as¨ª una propuesta tan variada como rompedora.

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8. Phantasy Star Online

Aunque el principal JRPG cl¨¢sico de Sega durante la generaci¨®n Dreamcast fue Skies of Arcadia, la saga Phantasy Star no qued¨® de lado y fue utilizada como puerta de entrada al mundo de los RPG online en consolas. Si bien limitado por el primerizo servicio de la ¨¦poca (se estren¨® a finales de 2000 en Jap¨®n y durante 2001 en el resto del mundo, un a?o antes de la llegada de Final Fantasy XI a PS2), Phantasy Star Online sirvi¨® al Sonic Team para dar el salto del sencillo ChuChu Rocket! (consistente en minijuegos en clave de puzle) a toda una aventura rolera donde pod¨ªamos unirnos a tres amigos para explorar el planeta Ragol y hacer frente a sus numerosas criaturas gracias a un c¨®modo sistema de combate en tiempo real.

A pesar de su nombre, Phantasy Star Online tambi¨¦n inclu¨ªa modo de juego offline, aunque su argumento era sencillo y basaba su atractivo en ese novedoso componente multijugador, que permit¨ªa acceder a un lobby con otros jugadores, charlar ¡ªv¨ªa mensajes de texto con traductor para permitir comunicaci¨®n entre diferentes pa¨ªses¡ª y formar equipos para lanzarse a batidas a trav¨¦s de junglas, cavernas y enclaves futuristas. Todo ello, por supuesto, con gr¨¢ficos de vanguardia, que aun hoy resultan agradables a la vista gracias a la estilizada direcci¨®n art¨ªstica y su paleta de colores. Naturalmente, con el tiempo la propuesta ser¨ªa superada (incluso en la propia Dreamcast se revis¨® con mejoras y contenido nuevo en la llamada Ver. 2), pero en su contexto original, PSO fue uno de los t¨ªtulos m¨¢s emblem¨¢ticos de la consola y el punto de partida para una nueva era en el multijugador.

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7. Street Fighter III: 3rd Strike

Pese a ser uno de los juegos m¨¢s influyentes de la historia ¡ªredefini¨® y consolid¨® por su cuenta los fighting games¡ª, Street Fighter II tard¨® una cantidad sorprendente de tiempo en recibir una secuela de pleno derecho. Al lanzamiento original de 1991 siguieron innumerables revisiones, ports y spin-offs, pero no fue hasta 1997 cuando Street Fighter III: New Generation lleg¨® a las recreativas con una plantilla renovada casi al completo, gr¨¢ficos 2D mucho m¨¢s elaborados, nuevas t¨¦cnicas especiales llamadas Super Arts y un nuevo sistema de parries para bloquear por completo el da?o de los ataques rivales si eran ejecutados con la suficiente precisi¨®n. De partida, su impacto fue menor que el de su antecesor, pero siguiendo la tradici¨®n de Capcom, Street Fighter III tambi¨¦n fue revisado y en 1999 (2000 para Dreamcast) culmin¨® en 3rd Strike. La, para muchos, todav¨ªa mejor entrega de la saga.

A su lanzamiento, 3rd Strike comparti¨® la suerte de la propia Dreamcast y no obtuvo la atenci¨®n que merec¨ªa, tanto por su condici¨®n de revisi¨®n como de juego 2D en un panorama donde la lucha 3D se llevaba m¨¢s y m¨¢s. Ni las cr¨ªticas ni las ventas fueron particularmente buenas, pero el regreso de Chun-Li, las t¨¢cticas que introduc¨ªan los parries (incluyendo el nuevo y m¨¢s exigente red parry para rechazar ataques desde una posici¨®n de bloqueo defensivo), los refinamientos gr¨¢ficos que lo empujaron al olimpo del p¨ªxel art (donde a¨²n sigue) y la extrema fluidez de su respuesta y animaciones hicieron que muchos aficionados viesen en ¨¦l el prodigio que realmente era. En 2004, el c¨¦lebre ¡°EVO momento 37¡± reaviv¨® el inter¨¦s tanto por el juego como por la escena competitiva, propiciando su reevaluaci¨®n y posterior relanzamiento con online. Hoy hay poco que discutir al respecto. Es uno de los grandes.

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6. Shenmue II

Planeada para Saturn y movida a Dreamcast por su fracaso y la necesidad de mejores especificaciones, la saga Shenmue fue concebida por Yu Suzuki como un spin-off de Virtua Fighter, pero evolucion¨® hacia una ¨¦pica nueva, con personajes in¨¦ditos y planes demasiado ambiciosos para su propio bien. Aunque solo la segunda parte se ha abierto paso hasta aqu¨ª, Shenmue I y II son cap¨ªtulos de una historia continua que incluso tras la tard¨ªa llegada de Shenmue III sigue lejos de acabar. Todos ellos nos ponen en la piel de Ryo Hazuki, joven en una cruzada para vengar el asesinato de su padre, pero el original solo transcurr¨ªa en su Yokosuka natal, peque?a ciudad con un nivel de inmersi¨®n sin precedentes: calles, casas y tiendas ofrec¨ªan infinidad de detalles interactivos, el paso del tiempo impactaba en casi todos los eventos, hab¨ªa que buscar trabajo para ganar dinero y era necesario interrogar a decenas de personajes con sus propios modelados y rutinas para conseguir informaci¨®n.

Las escasas ventas forzaron a Yu Suzuki a combinar la historia prevista para varias partes en la secuela, lo que se tradujo en un notable incremento en la escala: esta vez explor¨¢bamos diferentes distritos de Hong Kong ¡ªrecreados con el mismo nivel de minuciosidad, pero ilustrativos de su mayor diversidad cultural y econ¨®mica¡ª e incluso daba tiempo a viajar a una aldea rural de China antes de concluir. M¨¢s all¨¢ de su obsesiva atenci¨®n al detalle, Shenmue II tambi¨¦n ofreci¨® una trama algo m¨¢s centrada que su antecesor, m¨¢s momentos para lucir el combate heredado de Virtua Fighter y m¨¢s secuencias interactivas resueltas mediante Quick Time Events (originados mucho antes, pero popularizados aqu¨ª antes de dar el salto a juegos como Resident Evil 4 o God of War). Su ritmo pausado y la situaci¨®n de Dreamcast volvieron a negarle el ¨¦xito que necesitaba para seguir, pero para la historia queda su ambici¨®n y la capacidad para absorber a aquellos interesados en su propuesta.

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5. Marvel vs. Capcom 2: New Age of Heroes

S¨ª, Capcom tiene tiempo a reaparecer con otro juego de lucha 2D, pero es que Marvel vs. Capcom 2 son palabras mayores. Aunque la saga empez¨® como un crossover algo m¨¢s limitado (X-Men vs. Street Fighter), su ¨¦xito pronto invit¨® a introducir m¨¢s sagas y personajes a la mezcla. El primer Marvel vs. Capcom ya hab¨ªa permitido librar combates tan disparatados como Spider-Man contra Chun-Li o Capit¨¢n Am¨¦rica contra Mega Man, pero fue su secuela la que abri¨® del todo las compuertas, ampliando por encima de 50 el n¨²mero de luchadores e introduciendo personajes de franquicias como Resident Evil (Jill Valentine) o Los Cuatro Fant¨¢sticos (Doctor Doom), adem¨¢s de nuevas incorporaciones importantes a series ya con representaci¨®n (disputar un Iron Man vs. Thanos era posible mucho antes de Infinity War).

Pero m¨¢s all¨¢ del factor fan service, New Age of Heroes tambi¨¦n era un juego de lucha excelente por su cuenta incluso ignorando el evidente atractivo de su plantilla. Un cambio clave que influy¨® en esto fue la ampliaci¨®n de dos a tres personajes en su sistema de tag team, algo que no solo brind¨® m¨¢s oportunidades para dar uso a su extensa plantilla, tambi¨¦n mejor¨® el segundo a segundo de los combates gracias a la posibilidad de llamar a los luchadores en reserva para participar en los combos en vez de simplemente alternar entre ellos (el mismo sistema recuperado en la actualidad por Dragon Ball FighterZ). Estos asistentes, adem¨¢s, cumpl¨ªan diferentes funciones ¡ªtambi¨¦n pod¨ªan curar, no solo atacar¡ª y pod¨ªan canjear las barras de Hyper Combo para realizar especiales de forma consecutiva. Fue un juego m¨¢s accesible y espectacular que los precedentes, pero no por ello falto de profundidad.

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4. Virtua Tennis 2

No se puede hacer una lista de Dreamcast sin recordar primero la colosal labor de Sega durante los noventa con los juegos deportivos y de carreras. Aunque Sonic se erigiese como su saga m¨¢s popular en el terreno de las consolas, en los salones recreativos despuntaron gracias a aut¨¦nticos cl¨¢sicos arcade como Daytona USA, Sega Rally, Virtua Striker o, c¨®mo no, Virtua Tennis. La primera entrega de esta saga de tenis lleg¨® justo al final de la d¨¦cada y no dio el salto a Dreamcast hasta 2000, pero caus¨® una inmejorable impresi¨®n gracias a la capacidad de la m¨¢quina para preservar las virtudes visuales y jugables del t¨ªtulo sin sacrificios ¡ªproblema que s¨ª hab¨ªa aquejado a las consolas de 16 y 32 bits¡ª. Era un juego directo y sencillo, pero muy adictivo incluso aunque no fu¨¦semos particularmente fans del deporte.

Virtua Tennis fue, por tanto, una obra emblem¨¢tica de la ¨¦poca, y tambi¨¦n uno de esos t¨ªtulos que todav¨ªa hoy se pueden coger y disfrutar sin necesidad de nostalgia, aunque es en Virtua Tennis 2 donde la f¨®rmula alcanz¨® su mejor nivel. La secuela lleg¨® apenas un a?o despu¨¦s y no hizo cambios quiz¨¢ radicales, pero s¨ª los suficientes como para marcar diferencias: la jugabilidad aument¨® su fluidez y a?adi¨® golpeos recortados ¡ªa?adiendo m¨¢s sofisticaci¨®n y posibilidades t¨¢cticas¡ª; el repertorio de tenistas se duplic¨® y dio cabida a jugadoras femeninas (reales); y el modo Gira Mundial fue replanteado con torneos anuales y el entrenamiento paralelo de dos tenistas (hombre y mujer) que adem¨¢s de sus propios campeonatos tambi¨¦n compet¨ªan juntos en los torneos a dobles. Tampoco faltaron los minijuegos variados para mejorar atributos (derribar bolos, destruir tanques, etc.), ni la tienda para comprar accesorios, cuajando una oferta tan completa como divertida sobre la pista.

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3. Ikaruga

Cl¨¢sico de culto firmado por la reina de los shoot ¡®em up, Treasure, la versi¨®n de Dreamcast de Ikaruga apareci¨® muy tarde en el ciclo vital de la consola (2002) y no lleg¨® a lanzarse de forma oficial fuera de Jap¨®n, pero eso no le ha impedido convertirse en uno de sus juegos m¨¢s queridos ni alcanzar el podio de nuestra lista. En una peque?a iron¨ªa del destino, GameCube le devolvi¨® el favor de Bangai-O (juego de Treasure para Nintendo 64 que solo lleg¨® aqu¨ª a trav¨¦s de Dreamcast) y lo acerc¨® al p¨²blico occidental, aunque ya antes de eso hab¨ªa empezado a labrarse un nombre gracias al mercado de importaci¨®n. A grandes rasgos, Ikaruga era un sucesor espiritual de Radiant Silvergun, otro cl¨¢sico Treasure exclusivo de Jap¨®n hasta muchos a?os despu¨¦s de su estreno, pero su extremado nivel de exigencia lo catapult¨® hacia un estatus de juego tan temido como reverenciado.

Seguro que todos aquellos familiarizados con los?shmups tambi¨¦n lo estar¨¢n con el t¨¦rmino bullet hell, acu?ado para referirse a su tendencia a llenar la pantalla de proyectiles que el jugador debe evitar o destruir. Ikaruga sigue siendo, a d¨ªa de hoy, uno de sus mejores representantes, pero no solo por aumentar los n¨²meros, la fluidez o el nivel de detalle, sino por introducir un ingenioso sistema de polaridad por el que nuestra nave pod¨ªa absorber los proyectiles blancos o los proyectiles negros a costa de ser vulnerable al color opuesto. Esta dualidad tambi¨¦n se aplicaba al ataque (los disparos blancos multiplicaban su eficacia contra enemigos negros y viceversa), y el jugador pod¨ªa cambiar polaridades en cualquier momento con solo pulsar un bot¨®n. Esto creaba un nuevo tipo de jugabilidad, tan fren¨¦tica como en el mejor de los shoot ¡®em ups, pero m¨¢s t¨¢ctica y satisfactoria cuando ¨¦ramos capaces de interiorizar esa mec¨¢nica dual y aprovecharla a nuestro favor. Una obra maestra del g¨¦nero.

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2. Resident Evil ¨C Code: Veronica

Pocos meses despu¨¦s de la llegada de Resident Evil 2 a PlayStation, Capcom sorprendi¨® a muchos anunciando que estaba desarrollando una secuela para Dreamcast. Como los fans de la saga bien sabr¨¢n, el juego llamado Resident Evil 3 volver¨ªa a lanzarse en la consola de Sony, pero, con n¨²mero o sin ¨¦l, Code: Veronica evidenci¨® su condici¨®n de entrega principal al retomar la historia de Claire Redfield y reunirla con su hermano Chris, co-protagonista del juego original de 1996. Fue, tambi¨¦n, el primero de la serie en llevar la acci¨®n fuera de Norteam¨¦rica, cambiando Raccoon City y sus alrededores por una isla situada en medio del oc¨¦ano Pac¨ªfico (aunque con edificios influenciados por arquitectura europea) e incluso una base en la Ant¨¢rtida. Un giro importante para la ambientaci¨®n que vino acompa?ado por el abandono de los caracter¨ªsticos fondos prerrenderizados para construir los niveles en 3D e introducir tanto movimientos de tracking en la c¨¢mara como mayor impacto de efectos como fuego u otras fuentes de iluminaci¨®n en el entorno.

Aqu¨ª es importante matizar que el paso del tiempo, el r¨¢pido avance de la tecnolog¨ªa y la aparici¨®n del fotorrealista Resident Evil Remake han hecho que esta decisi¨®n se acabara cuestionando; pero en 2000, a su estreno original, Code: Veronica era un juego absolutamente espectacular y se mantuvo como uno de los mejores exponentes gr¨¢ficos de Dreamcast hasta el final de su breve vida. La atm¨®sfera era m¨¢s t¨¦trica; los juegos de luces, m¨¢s elaborados; y tanto amigos como enemigos ganaron gran nivel de detalle. Los protagonistas ahora tambi¨¦n pod¨ªan empu?ar armas a dos manos, aunque donde despunt¨® de verdad fue en el dise?o: ah¨ª volvi¨® a ser puro Resident, con su raci¨®n de puzles y uno de los desarrollos m¨¢s largos e intrincados de la saga ¡ªquiz¨¢ el que m¨¢s¡ª. Puede que algunas secuencias o caracterizaciones no conquistasen a todo el mundo, pero es incuestionable que Code: Veronica ofreci¨® la prometida experiencia Survival Horror de nueva generaci¨®n.

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1. SoulCalibur

Nunca hubo dudas. Coronamos el top con otro t¨ªtulo de lucha, pero uno tan legendario que en seguida se distanci¨® de todos los dem¨¢s en puntos. SoulCalibur fue el primero de su serie, aunque tambi¨¦n sucesor de Soul Edge, juego de peleas con armas blancas y cl¨¢sico en su propio derecho que ya diera un salto ¨¦xitoso desde las recreativas hacia la primera PlayStation, donde se renombr¨® como Soul Blade. Pero en Namco no hab¨ªan acabado con los cambios de nombre, y para la siguiente entrega optaron por un nuevo t¨ªtulo para reflejar el salto generacional: SoulCalibur no solo ofrec¨ªa gr¨¢ficos mucho m¨¢s detallados y animaciones suaves como la seda, muy por encima de lo posible en un hardware como el de PlayStation, tambi¨¦n una base jugable mucho m¨¢s refinada gracias a la introducci¨®n del movimiento en ocho direcciones.

Luchadores como Mitsurugi, Sophitia o Voldo regresaron desde Soul Edge, pero manejarlos aqu¨ª era otra historia. La fluidez y libertad del movimiento abri¨® el campo del juego de una forma m¨¢s trascendental que los pasos laterales de juegos como Virtua Fighter 3 o Tekken 3, dio pie a un mejorado sistema de bloqueos y rechaces, y tambi¨¦n revaloriz¨® la distinci¨®n entre ataques horizontales (menos potentes, pero m¨¢s f¨¢ciles de asestar) y verticales (m¨¢s contundentes si conectaban con el rival). Era una especie nueva dentro de la lucha y, en 1999, Dreamcast consigui¨® llevarla a una consola con facilidad pasmosa. De hecho, en un alarde de poder¨ªo, se trat¨® de una versi¨®n superior, con m¨¢s pol¨ªgonos en los modelos de los luchadores, texturas a mayor resoluci¨®n y reemplazo de elementos 2D por otros 3D en los escenarios ¡ªadem¨¢s de modos nuevos y un personaje extra, Cervantes¡ª. Durante los ochenta y los noventa, la idea de tener una versi¨®n casera mejor que la recreativa hab¨ªa sido poco menos que una quimera, pero SoulCalibur demostr¨® que con Dreamcast era posible.

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