?Sab¨ªas que nuestro estado de ¨¢nimo tambi¨¦n influye en c¨®mo percibimos el sabor de las verduras y hortalizas? Seg¨²n Jan van der Blom, responsable del departamento de Agroecolog¨ªa de APROA, el sabor depende fundamentalmente de la variedad cultivada, del modo de cultivo (riego, fertilizaci¨®n y clima), del momento en el que se cosecha, y de su conservaci¨®n post-cosecha. Y esta parte es de las m¨¢s importantes. 

Pero adem¨¢s del buen lugar donde van a estar cri¨¢ndose los alimentos, nosotros tambi¨¦n intervenimos en su percepci¨®n. "Se ha comprobado que existe una relaci¨®n entre el equilibrio qu¨ªmico del cuerpo y el sentido del gusto. En este sentido, los niveles de la hormona serotonina regulan la sensibilidad a gustos dulces y amargos mientras que la noradrenalina influye sobre sabores ¨¢cidos. La combinaci¨®n qu¨ªmica de estas sustancias puede reducirse por el estr¨¦s o la depresi¨®n, por lo que en momentos de ansiedad se percibe peor el gusto mientras que en los de relajaci¨®n o alegr¨ªa, el aumento de las hormonas permite la apreciaci¨®n de m¨¢s sabores", cuenta. 

Por otro lado, los recuerdos: ?de verdad estaban tan ricas las hortalizas de la abuela? "Tal y como reconoce el autor, probablemente, esta idea sea fruto de nuestra mente, que tiende a borrar las malas memorias y potenciar las buenas, como ha demostrado la Universidad de Limerick en Irlanda. De esta forma, se idealiza un producto porque su contexto y entorno nos produjo felicidad. Probablemente el sabor que recordamos ten¨ªa m¨¢s que ver con nuestra a?orada juventud, la memoria de un ser entra?able y esa loca idea de "las cosas de antes eran mejores".

C¨®mo conservar correctamente las hortalizas y verduras

Tomates

"Aunque los tomates se conservan mejor en la nevera, sobre todo si hay una temperatura alta en el exterior, lo cierto es que el fr¨ªo afecta a su sabor degrad¨¢ndolo y haci¨¦ndolo m¨¢s ins¨ªpido. Tambi¨¦n altera su textura, rompe las membranas en el interior de las paredes de la fruta y la pone harinosa. En invierno podremos dejar los tomates a temperatura ambiente o, si optamos por conservarlos en la nevera, ser¨¢ conveniente sacarlos 24 horas antes de consumirlos, ya que las bajas temperaturas se encargan de descomponer las sustancias que contribuyen a potenciar el aroma o el sabor".

"Si elegimos mantener los tomates a temperatura ambiente, deberemos hacerlo en un lugar oscuro y seco, y separados de otras frutas y hortalizas, porque los tomates emiten etileno, gas natural que producen algunas frutas y verduras y que es el responsable de acelerar el proceso de maduraci¨®n".

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Pimientos, berenjenas, pepinos y calabacines

"Soportan mejor el fr¨ªo que el tomate, por lo que pueden permanecer en la nevera. Para asegurarnos una correcta conservaci¨®n, ser¨¢ necesario separar cada tipo de producto en una bolsa de papel, de modo que ¨¦sta absorba la humedad y retrase la descomposici¨®n de la hortaliza".

Si optamos por dejar estos productos a temperatura ambiente, conseguiremos alargar su vida envolvi¨¦ndolos ¨ªntegramente en papel film, de este modo, los mantendremos separados de otros productos que emitan etileno.

Los pimientos, berenjenas o calabacines son sensibles al etileno por lo que si las mantenemos correctamente aisladas conseguiremos evitar su deterioro.

Mel¨®n y sand¨ªa

Para disfrutar mejor del sabor y los aromas de estas frutas, lo m¨¢s recomendable es no almacenarlas en la nevera, a menos que las cortemos. De ser as¨ª, las envolveremos en papel film para evitar su oxidaci¨®n.

Tanto el mel¨®n como la sand¨ªa son frutas climat¨¦ricas, lo que significa que siguen madurando una vez han sido recolectadas, con lo que siguen produciendo etileno, por eso es recomendable mantenerlas separadas del resto de las frutas y verduras.