Suenan los cuartos y comienza la tensi¨®n. Hay quien ya se pone la primera uva en la boca. Hay quien incluso mastica la primera pieza del racimo. Otros prefieren esperar hasta que suena la primera campanada para iniciar el ritual. Otros eligen alternativas a la fruta (pelada, despipada o al natural), pero es dif¨ªcil encontrar un hogar con espa?oles en que no se cumpla el rito al cambiar de a?o comiendo uvas durante las 12 campanadas. ?Por qu¨¦? Eso es m¨¢s dif¨ªcil de confirmar cuando ni siquiera se sabe por qu¨¦ son 12.

La tradici¨®n de dar la bienvenida al a?o con 12 uvas no es tan antigua ni tan clara. El historiador Israel Viana recoge en ABC diversos testimonios y archivos repartidos en el tiempo y en el espacio de Espa?a. Algunas teor¨ªas recogen testimonios de cenas de Nochevieja con la fruta a finales del siglo XIX. A veces eran 3 uvas y otras 12. Al principio, se dec¨ªa que lo tra¨ªan arist¨®cratas que brindaban con champagne y hab¨ªan, en teor¨ªa, importado la novedad desde Francia o Alemania. De aquella celebraci¨®n elitista hay quien dice que algunos madrile?os de clases menos acomodadas trasladaron su imitaci¨®n a la Puerta del Sol, donde ya en 1906 se conocen reuniones de comedores de uvas en el kil¨®metro 0 de Espa?a. Los tinerfe?os ya se hab¨ªan adelantado en 1903, seg¨²n las cr¨®nicas de los diarios locales.

El improbable excedente de uvas en Alicante

En los ¨²ltimos tiempos la hip¨®tesis m¨¢s extendida era que unos agricultores de Alicante aprovecharon el excedente de uvas para crear la leyenda de las 12 uvas. Pero hay algo que no encaja. ?Con los medios que hab¨ªa en la ¨¦poca, llegar a finales de a?o con uva fresca era muy dif¨ªcil e imposible que se llegase a tener abundancia o excedente?, asegur¨® a Efe Luis Gonz¨¢lez, director del Consejo Regulador de la Denominaci¨®n de origen Uva de Mesa embolsada de Vi?alop¨®. Si entonces ya hab¨ªa pocas cosechas y no hab¨ªa racimos para regalar hay que destacar la opci¨®n.

A pesar de todo, todo apunta a que Alicante es el germen de la costumbre. En esta comarca es donde m¨¢s tradici¨®n hay de vi?edos de uva de mesa y, seg¨²n algunos veteranos lugare?os, se contaba que un hombre guard¨® algunas de estas frutas para celebrar la despedida del a?o como algo especial. ?Empez¨® la tradici¨®n de las 12 uvas en Alicante? ?No hay constancia, pero a partir de ah¨ª, pudo funcionar el ?boca a boca? y se puede hablar de la generalizaci¨®n de la costumbre a partir de los a?os veinte, m¨¢s a¨²n hacia los a?os cuarenta, que coinciden con la puesta en marcha de la t¨¦cnica de embolsado de racimos, que permite retrasar un mes el proceso de maduraci¨®n de la uva?, reconoce el experto y conocedor de la zona Luis Gonz¨¢lez.

Con todo, el nuevo h¨¢bito se extendi¨® con rapidez por toda Espa?a a principios del siglo XX. Y de all¨ª a todos los lugares a los que han emigrado desde la pen¨ªnsula ib¨¦rica. No es dif¨ªcil encontrar a gente comiendo uvas con el nuevo a?o desde Argentina a Puerto Rico. Pegados al televisor se unen a una tradici¨®n desacompasada por la geograf¨ªa y los diversos husos horarios. En algunas zonas de Latinoam¨¦rica y Portugal se opta por otras uvas: las pasas.

?Por qu¨¦ son 12 uvas?

Si el origen de la leyenda de las uvas es una inc¨®gnita el del n¨²mero 12 genera tambi¨¦n dudas. ?Se debe a recibir los 12 meses del a?o? ?Es porque suenen 12 campanadas a? dar las 12 de la noche? Nadie lo sabe con certeza. Y puede que todas las teor¨ªas sean ciertas y falsas a la vez. Para aclararlos ser¨ªa bueno que su origen no fuera tan confuso.

?Por qu¨¦ se toman las uvas en Nochevieja?

Entonces, ?por qu¨¦ se toman las uvas antes de A?o Nuevo? La superstici¨®n refleja diversos beneficios: abundancia, salud, felicidad, buen augurio... ?Funciona comer 12 uvas al son de las campanas? Tanto como comer lentejas, vestirse de rojo o meterse dinero en los zapatos. Igual que ha cuajado este ritual podr¨ªa haberse establecido otro. Ni siquiera existe un protocolo claro para la leyenda de las 12 uvas. Ya lo escribi¨® el escritor y periodista Luis Taboada en 1887: ?Se las va cogiendo una a una, y sin quitarles el rabillo se comen todas a la vez, inclinando la cabeza al lado derecho. Con esta sencilla operaci¨®n se consigue un a?o de felicidades. Otros dicen que no hay tal cosa, que las uvas deben comerse de pie, una tras otra, sin respirar. Y que al tragar la ¨²ltima es preciso dar una vuelta de vals y despu¨¦s acostarse. En esto de las uvas se ven cosas muy raras?.