COVID-19: siete consejos b¨¢sicos para combatir la fatiga pand¨¦mica
Seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, la fatiga emocional a causa de la situaci¨®n generada por el SARS-CoV-2 afecta a un n¨²mero muy importante de la poblaci¨®n.
La permanente preocupaci¨®n por la salud, la paralizaci¨®n de la actividad econ¨®mica, el confinamiento parcial o total de la poblaci¨®n, la modificaci¨®n de nuestros h¨¢bitos, el cambio en nuestras relaciones sociales o las continuas restricciones y medidas que se superponen han conformado una situaci¨®n extraordinaria repleta de est¨ªmulos generadores de estr¨¦s.
Hartazgo, desasosiego, ansiedad, miedo,o desconfianza son solo algunos de los efectos de haber cre¨ªdo superada la situaci¨®n desbordante provocada por la COVID-19 para poco tiempo despu¨¦s regresar a un escenario similar. Y sin habernos recuperado de una ¨¦poca angustiosa parece que estamos avocados a encadenarlas con la consiguiente fatiga pand¨¦mica.
Aunque, en el fondo, ya no batallamos contra una pandemia, nos enfrentamos en palabras de Richard Horton, m¨¦dico y editor de The Lancet, a una sindemia, es decir, una tormenta perfecta en la que lo sanitario y lo social se entrelazan. Por ello, es necesario afrontar el desaf¨ªo sin perder de vista todos los factores que inervienen en la ecuaci¨®n.
7 estrategias individuales y psicosociales
En este sentido, Israel Rodr¨ªguez Giralt, profesor de los Estudios de Psicolog¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n e investigador principal del grupo Care and Preparedness in the Network Society (CareNet) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y Jos¨¦ Ram¨®n Ubieto, psicoanalista y profesor colaborador de los Estudios de Psicolog¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n de la UOC, comparten una serie de estrategias individuales y psicosociales que, sumadas a las pol¨ªticas sociales, pueden ayudar a combatir la fatiga emocional. Estas son las principales:
- Afrontar el hecho de que la pandemia no es un par¨¦ntesis. ¡°Nos estamos equivocando pensando constantemente en la pandemia como una emergencia, porque tiene temporalidades que van m¨¢s all¨¢ de la emergencia: esta pandemia se parece mucho a un desastre lento¡±, explica Israel Rodr¨ªguez Giralt.
- Recuperar el control. ¡°La mayor¨ªa aplazamos algunos proyectos (estudios, viajes, encuentros, celebraciones, negocios...), pensando que m¨¢s adelante volver¨ªamos a pulsar la tecla y recuperar¨ªamos el control. Lo cierto es que esa pantalla de la ¡®paus¡¯ ya pas¨® y ahora se trata de recuperar el control con otras perspectivas, no de continuidad, sino de cierta ruptura con lo anterior. De ah¨ª que resulte positivo aceptar que hay ya algo irrecuperable¡±, se?ala Jos¨¦ Ram¨®n Ubieto
- Centrarse en lo esencial. ¡°En toda situaci¨®n de incertidumbre, dar prioridad a lo esencial nos ayuda a mantener cierta estabilidad emocional. Por eso es buena idea mantener los v¨ªnculos, porque de los lazos obtenemos una orientaci¨®n y un apoyo. En este sentido lo digital es una buena herramienta siempre que nos recuerde la presencia, que la evoque sin sustituirla. Y siempre que seamos capaces de prescindir de lo digital cuando llege el momento¡±, asegura Ubieto.
- Permitirse el tiempo improductivo. ¡°Es clave incluir un tiempo para lo improductivo, o sea, el otium que no es negotium, con amigos, con la familia o en solitario. Hoy, el placer no sobra y el ocio alivia la presi¨®n de nuestro supery¨®, lo vuelve menos exigente y tir¨¢nico que la productividad¡±, comparte Ubieto.
- Medidas orientadas a reducir el riesgo de exposici¨®n de determinadas personas y colectivos. ¡°Es esencial prestar atenci¨®n al colectivo de los llamados trabajadores esenciales, ya que gran parte de ellos est¨¢n especialmente expuestos, adem¨¢s en trabajos de cuidados y servicios, pero no se pueden permitir las protecciones que s¨ª tenemos por ejemplo quienes teletrabajamos¡±, explica Rodr¨ªguez Giralt.
- Pol¨ªticas de apoyo a las cuarentenas. ¡°Cumplir estrictamente las cuarentenas no es una cuesti¨®n tanto de voluntad o compromiso como de posibilidad. Determinados colectivos con pocas posibilidades lo tienen realmente complicado, sin un apoyo econ¨®mico y unas condiciones materiales para poder hacer una buena cuarentena¡±, comparte Rodr¨ªguez Giralt.
- Mejora de la comunicaci¨®n del riesgo. ¡°Diversificar los mensajes que se hacen llegar a la ciudadan¨ªa y evitar una gesti¨®n muy centrada en el miedo y la obediencia. A largo plazo, se ha demostrado que no solo es menos efectiva, sino que tiene unos costes emocionales y sociales importantes. No se ha prestado suficiente atenci¨®n a lo que implica vivir con incertidumbre durante bastante tiempo, y ah¨ª hay toda un ¨¢rea de trabajo que afrontar¡±, concluye Israel Rodr¨ªguez Giralt.
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