La importancia de adherirse a una dieta saludable tiene cada vez m¨¢s implicaciones relacionadas con el bienestar de las personas. En esta ocasi¨®n, una nueva investigaci¨®n a cargo de expertos del Brigham and Women's Hospital (Estados Unidos) pone de manifiesto que las personas que cumplen unos determinados patrones diet¨¦ticos tienen un menor riesgo de p¨¦rdida auditiva adquirida.

En concreto, los investigadores analizaron los cambios durante tres a?os en la sensibilidad auditiva de 3135 mujeres con una media de edad de 59 a?os y descubrieron que las mujeres cuya alimentaci¨®n se adher¨ªa m¨¢s estrechamente a una alimentaci¨®n equilibrada y saludable, como la dieta para combatir la hipertensi¨®n (DASH) o la dieta mediterr¨¢nea ten¨ªan un riesgo sustancialmente menor de disminuci¨®n de la sensibilidad auditiva.

Los resultados del trabajo, publicado en el 'American Journal of Epidemiology', indican que las probabilidades de una disminuci¨®n en las sensibilidades auditivas de frecuencia media eran casi un 30 por ciento m¨¢s bajas entre aquellas mujeres cuyas dietas se parec¨ªan m¨¢s a estos patrones diet¨¦ticos saludables, en comparaci¨®n con las mujeres cuyas dietas se parec¨ªan menos a los patrones diet¨¦ticos saludables. En las frecuencias m¨¢s altas, las probabilidades eran hasta un 25 por ciento m¨¢s bajas.

"La edad media de las mujeres en nuestro estudio fue de 59 a?os, una edad m¨¢s joven que cuando muchas personas piensan en hacerse revisar la audici¨®n. Despu¨¦s de solo tres a?os, el 19 por ciento ten¨ªa p¨¦rdida auditiva en las frecuencias bajas, el 38 por ciento ten¨ªa p¨¦rdida auditiva en las frecuencias medias y casi la mitad ten¨ªa p¨¦rdida auditiva en las frecuencias m¨¢s altas. empeorando considerablemente su sensibilidad auditiva, la p¨¦rdida auditiva entre muchos de estos participantes generalmente no se detectar¨ªa ni se abordar¨ªa", explica Sharon Curhan, m¨¦dico y epidemi¨®logo de la instituci¨®n ubicada en Boston.

M¨¢s all¨¢ de alimentos y nutrientes concretos

Estudios anteriores han sugerido que una mayor ingesta de nutrientes espec¨ªficos y ciertos alimentos, como los carotenoides beta-caroteno y beta-criptoxantina (que se encuentra en la calabaza, zanahorias, naranjas y otras frutas y verduras), folato (que se encuentra en las legumbres, las verduras de hoja verde y otros alimentos), los ¨¢cidos grasos omega-3 de cadena larga (que se encuentran en mariscos y pescados), se asociaron con un menor riesgo de p¨¦rdida auditiva autoinformada.

Ahora, esta nueva nueva confirma la conexi¨®n entre la dieta y la p¨¦rdida auditiva al capturar los patrones diet¨¦ticos generales y medir objetivamente los cambios longitudinales en las sensibilidades auditivas.