La exposici¨®n a conductas de acoso de un modo reiterado y frecuente afecta a casi el 23% de la poblaci¨®n escolarizada, seg¨²n el Informe Cisneros. "Dichos casos de acoso de dan de manera principalmente f¨ªsica en ni?os, mientras que en las ni?as se da m¨¢s en forma de exclusi¨®n. Las edades en las cuales es m¨¢s frecuente el acoso es entre los 6 y los 13 a?os", asegura Marta Jurado, educadora social especializada en temas de medicaci¨®n escolar.

En este sentido, asegura la experta, "debemos prestar especial atenci¨®n al da?o psicol¨®gico que deja el acoso en los menores, m¨¢s intenso y permanente que el da?o f¨ªsico". En opini¨®n de Marta Jurado, un ni?o que est¨¢ solo en el aula, solo en el patio o que prefiere estar solo en casa, deber¨ªa representar una se?al de alerta para padres y tutores. "Los ni?os, las personas en general, somos por naturaleza seres sociales, no podemos escudarnos en frases como es t¨ªmido, prefiere estar solo con en el recreo, etc¨¦tera. Es hora de sentarse con ese ni?o y hablar". La experta asegura que "si bien hemos ganado con los a?os en comunicaci¨®n entre padres e hijos, hemos reducido el tiempo que se pasa con ellos y, por ende, la cantidad de las conversaciones que con ellos mantenemos".

S¨ªntomas que desaparecen los fines de semana

"Cuando los s¨ªntomas que presenta un menor, como dolores abdominales o de cabeza, la dificultad para conciliar el sue?o o la inapetencia alimentaria, no corresponden a ning¨²n diagn¨®stico cl¨ªnico y sin embargo persisten en el tiempo desapareciendo milagrosamente los fines de semana o durante las vacaciones escolares es m¨¢s que probable que nos encontremos frente a un posible caso de acoso escolar".

En este caso, asegura la experta, de nada servir¨ªa preguntarle abiertamente al menor si est¨¢ siendo v¨ªctima de acoso escolar puesto que el miedo o la verg¨¹enza pueden hacer que el ni?o lo niegue. "Obtendremos mejores resultados si entablamos un di¨¢logo con el menor que le obligue a narrar sus respuestas m¨¢s all¨¢ de los monos¨ªlabos y que nos den pie a componer la imagen de su d¨ªa a d¨ªa en el colegio- recomienda- "?a qu¨¦ ha jugado durante el recreo y con quien, si se ha divertido, que asignatura le gusta m¨¢s en el colegio y cu¨¢l es la raz¨®n? ?Qui¨¦nes son sus mejores amigos y por qu¨¦? ?Cu¨¢l es el momento de la jornada escolar que m¨¢s le gusta?", son solo algunos ejemplos de preguntas que pueden hacerse.

La labor del pediatra en este caso es fundamental en t¨¦rminos de acompa?amiento del menor y su familia. "Debe valorar el da?o f¨ªsico y ps¨ªquico producido al menor y derivarlo en caso necesario a otros especialistas, como pudiera ser el psic¨®logo. Debe contribuir a restituir la autoestima del menor, reforzando los mensajes positivos que hagan sentir al ni?o seguro y bien consigo mismo", asegura esta experta.