A las puertas de que arranque oficialmente una Navidad diferente marcada por la irrupci¨®n del SARS-CoV-2 en nuestras vidas, es inevitable que a pesar de la situaci¨®n intentemos celebrar en la medidas de nuestras posibilidades y circunstancias una festividad muy especial para millones de familias.

A pesar de que este a?o, la pandemia marca la agenda y ha impedido que se lleven a cabo las habituales comidas de empresa y celebraciones con amigos, las festividades navide?as se dejan notar en la b¨¢scula. Las cenas de Nochebuena y Nochevieja, y la comida de Navidad, son probablemente las tres fechas del calendario en las que la ingesta de calor¨ªas se dispara.

La Organizaci¨®n Mundial de la Salud recomienda un promedio de 2.000 a 2.500 Kcal/d¨ªa en el caso de los hombres y de 1.500 a 2.000 kcal/d¨ªa en el de las mujeres. No obstante, durante las principales comidas y cenas navide?as podemos llegar a duplicar e incluso triplicar la cantidad de calor¨ªas diarias recomendadas para una sola comida.

Y en este sentido, la celebraci¨®n de las Navidades se asocia tradicionalmente a comer copiosamente, lo que provoca un aumento del peso de tres a cinco kilos, adem¨¢s de un sobreesfuerzo del aparato digestivo, que puede suponer ardor, acidez o pesadez, entre otras consecuencias.

¡°Es importante el control de los nutrientes ingeridos y del valor energ¨¦tico de los alimentos sobre todo en personas con enfermedades cr¨®nicas cuyo tratamiento exige un plan especial de alimentaci¨®n (diabetes, hipercolesterolemia, hipertensi¨®n, etc.). Esto empieza con realizar una compra adecuada priorizando hortalizas, verduras y frutas de temporada e intercalar alimentos de origen vegetal con los de m¨¢s densidad energ¨¦tica como estrategia para reducir la aportaci¨®n energ¨¦tica de los aperitivos y platos navide?os", explica Carolina P¨¦rez, doctora especialista en nutrici¨®n de las Unidades de Obesidad de los Hospitales Quir¨®nsalud Murcia y Torrevieja.

"Adem¨¢s, es importante de ingerir prote¨ªnas de carne, pescado y huevos en cantidades adecuadas porque en cantidades moderadas ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunitario y a evitar que el fr¨ªo nos haga m¨¢s vulnerables a gripes y resfriados. En relaci¨®n a los mariscos es preferible optar por los que menos colesterol y ¨¢cido ¨²rico aportan como son los de concha entre los que encuentran ostras, vieiras, almejas y berberechos y moderar el consumo de langosta, bogavante, langostino y gamba, y si lo hacemos, evitar acompa?arlos de mayonesa y optar mejor por las vinagretas¡±, concluye.