Saberse en la ¨²ltima fase de la vida no es sencillo. Ya sea por una enfermedad, por complicaciones o por el proceso natural, cada persona se adapta a la cercan¨ªa de la muerte de una manera. No hay una predicci¨®n exacta. Pero s¨ª hay una manera de encontrar una mejor v¨ªa para los ¨²ltimos d¨ªas tanto para el paciente como para sus allegados en varios aspectos. La comida es uno de ellos.

"Uno de los s¨ªntomas de las personas que est¨¢n en edad avanzada o en ¨²ltima fase de la vida es la perdida del apetito. Uno deja de comer y se muere, pero no se piensa al rev¨¦s; es decir, que una persona deja de comer porque est¨¢ llegando al final", se?ala Rafael Mota, un doctor que conoce bien la experiencia porque trabaja en la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital de Badajoz.

En esos momentos dif¨ªciles en los que el simple hecho de que alguien se acerque a la muerte es dif¨ªcil pensar en cosas aparentemente mundanas como la comida. ?Qu¨¦ se puede hacer? ?C¨®mo hay que afrontar esa ¨²ltima fase de la vida? ?C?mo hay que preparar las ¨²ltimas comidas? ?Qu¨¦ deben hacer los allegados? ?Y los pacientes? Un grupo de expertos se ha reunido con la fundaci¨®n New Health para escribir 'Recetas para el alma' y aconsejar o sugerir algunas pautas para quienes se encuentran perdidos en la delicada situaci¨®n.

?En qu¨¦ se equivocan los m¨¢s cercanos en estas situaciones?

"Cuando se intenta forzar a comer es lo peor, porque cuando tu cuerpo no te pide comer no te pide comer. A lo mejor se pueden peque?as cantidades al d¨ªa y dosis. Hay que respetar y ver lo que necesita el paciente, no forzar a lo que t¨² necesitas, que es que el otro coma para que t¨² sentirte bien porque el otro est¨¢ bien. Hay que aceptar lo que est¨¢ ocurriendo", se?ala la psic¨®loga Ana Ravent¨®s.

Los pacientes en la ¨²ltima fase de su vida no suelen necesitar grandes dosis de nutrientes porque su movilidad suele estar reducida y los gastos cal¨®ricos ser¨¢n ¨ªnfimos. "Cuando mejor nutrido est¨¢ uno, mejor puede afrontar la enfermedad, pero la propia enfermedad te lleva a esa desnutrici¨®n. El objetivo es que las personas vivan lo mejor posible hasta el final y tambi¨¦n es parte de nuestra cultura. Hay que hacerlo de manera lo m¨¢s agradable, pero no como un suplicio. Cuando atiborramos a una persona enferma que no quiere m¨¢s, le vamos a provocar m¨¢s s¨ªntomas como n¨¢useas, v¨®mitos y malestar. Y muchas veces se siente una angustia por los familiares porque se dedican a preparar comidas y cuando uno no tiene ganas comer se hace un mundo", advierte el doctor Mota.

Aceptar, observar y responder

Uno de los mayores problemas para los enfermos suelen ser quienes intentar ayudar sin demasiado conocimiento. "A veces se vive como una angustia por los familiares m¨¢s que por el enfermo", se?ala el m¨¦dico. En realidad, hay un aspecto del propio cuidador provisional del enfermo en la ¨²ltima fase de su vida "Aunque est¨¦ enfermo, si ves que se alimenta piensas que se va a curar antes, que es una fuente de salud. A la alimentaci¨®n se le da importancia de cuanto mejor coma la persona est¨¢ m¨¢s saludable. Es como cuando criamos a nuestros beb¨¦s: 'Mira qu¨¦ bien que est¨¢ gordito, que est¨¢ creciendo...' Por eso, en la etapa de enfermedad que est¨¢n dependiente, que nosotros les tenemos que dar de comer, nos esmeramos porque parece que est¨¢ bien gracias a ti, a lo que le est¨¢s dando", explica la psic¨®loga.

Los expertos recomiendan atender al enfermo y observar sus reacciones. Nadie mejor que ¨¦l para saber lo que quiere. "Mi consejo es que no les agobien. Lo poquito que comen, si lo comen a gusto, bien", adelanta el doctor Mota. "Los pacientes son conscientes de que sus familiares quieren lo mejor para ellos. Se empe?an en hacer comidas que les gustan a ellos, los platos favoritos, se dedican... Y lo que pasa es que no pueden. Si es un plato peque?o, a lo mejor pueden hacer el esfuerzo y comer ese poquito, pero si dejan m¨¢s de la mitad les provocamos tristeza porque saben el esfuerzo que tambi¨¦n est¨¢n pasando los familiares. Ese componente psicol¨®gico tambi¨¦n les influye", explica el m¨¦dico.

Los ¨²ltimos d¨ªas no deben dejar un sabor agrio. Puede ser un buen momento para reunir unos buenos recuerdos antes de la despedida. "Se le pone con cuidado, en trocitos peque?os, la que mejor puede hacer para su mejor digesti¨®n.. Se da amor y mucho esmero incluso se pone el plato que le gusta o que de peque?o le gustaba. Es momento de uni¨®n, no s¨®lo alimenta las necesidades b¨¢sicas de alimentaci¨®n, sino que tambi¨¦n se trata de algo social", explica Ravent¨®s.

Los caprichos antes de morir

El doctor Mota reconoce que en su hospital tratan de que las ¨²ltimas comidas sean un momento m¨¢s placentero. Facilitan que los visitantes traigan comida de fuera del centro para animar o cambiar los h¨¢bitos rutinarios. "En los hospitales, los horarios de las comidas son muy r¨ªgidos, no se tiene en cuenta a los hipertensos, diab¨¦ticos... Si encima no comen y les damos las comidas con sal... En esta fase de la vida hay que ser m¨¢s flexibles. Lo que quiera, cuando quiera y no hacer algo angustioso sino agradable. Es una lucha muchas veces con los cuidadores, que se empe?an en insistir en comer cuando es dif¨ªcil, y hay que intentar negociar para que sea m¨¢s agradable que un suplicio", aconseja el doctor Mota.

Unos churros mejorar¨¢n el ambiente m¨¢s que las galletas de la cafeter¨ªa. "Tambi¨¦n puede recurrir a las recetas preferidas, lo que le guste m¨¢s, siempre que lo pueda tomar. Por eso es una fuente de uni¨®n, de placer, de alivio por darle en los ¨²ltimos momentos. Tambi¨¦n porque entra por los cinco sentidos. Si le apetece comer se disfruta. Cuidar la alimentaci¨®n puede ser algo que una o se disfrute porque, por ejemplo, recuerde 'mi madre com¨ªa esto'", ilustra Ravent¨®s. "La dieta que ponemos en el hospital es capricho: lo que le apetezca cuando le apetezca. Hay que cuidar las texturas, los colores, la presentaci¨®n... Los platos al ser m¨¢s peque?itos no dejan la sensaci¨®n de que ha comido poco. En el libro damos pautas y recomendaciones de c¨®mo preparar ciertas comidas", recuerda el doctor de la Unidad de Cuidados Paliativos en Badajoz.

El factor psicol¨®gico de preparaci¨®n para la muerte

Desde un punto de vista psicol¨®gico, puede servir como adaptaci¨®n a la futura ausencia. "Tambi¨¦n tiene un doble papel porque en el momento que el enfermo dice que no puede o est¨¢ inapetente porque la propia enfermedad o el momento que est¨¢ viviendo... El cuerpo es sabio y no le pide comer. En ese momento empieza un proceso de duelo en el familiar porque empieza a hacerse consciente de que empieza el proceso de despedida porque cuando una persona deja de comer ya est¨¢ dando la se?al de que la enfermedad o el proceso de vencimiento est¨¢ ocurriendo. Es el momento que se abre el proceso de despedida, es un momento cr¨ªtico porque nos resistimos muchas veces. Decimos 'Venga, come' porque no queremos ese momento de alguna manera", explica la psic¨®loga sobre el avance m¨¢s duro.

Un ¨²ltimo consejo puede ayudar a todos los implicados. "Trabajo y estoy en talleres donde formo acompa?amiento del proceso final de vida y hago hincapi¨¦ en lo emocional. Porque es una monta?a rusa desde el mismo enfermo aceptando su propio proceso de enfermedad con muchas emociones. Muchas veces, tanto el cuidador/familiar como el enfermo, est¨¢n en la negaci¨®n, otras en la rabia, tristeza, dolor, miedo, culpa. Hay que respetar siempre las emociones que vive el enfermo porque forman parte de un proceso. Acompa?ar desde el cari?o, la comprensi¨®n, transmitir calma, serenidad, amor... Es la mejor forma de sanar y de poder dar un acompa?amiento de una manera respetuosa. M¨¢s que el 'no te pongas as¨ª' porque eso hace que se contenga y no se pueda desahogar contigo. Lo mejor es que pueda encontrar en ti ese apoyo y escuchar qu¨¦ necesita", concluye la psic¨®loga Ravent¨®s como consejo para la ¨²ltima fase de la vida.