Comer frutos secos a diario es una de las mejores decisiones que se pueden tomar en relaci¨®n a la alimentaci¨®n. Actualmente existe un amplio consenso en fomentar su consumo moderado (unos 25 o 30 gramos al d¨ªa) y en crudo, es decir, sin haber sido sometidos a transformaci¨®n industrial que haya podido a?adir sal a la ecuaci¨®n o menguar su aporte nutricional, ya que tienen un alto contenido en grasas saludables, prote¨ªnas, vitaminas, minerales y fibra.

El problema son las inoportunas alergias, que privan de un alimento de indudable valor a quienes las sufren, pero se abre una nueva v¨ªa para no renunciar a uno de los ingredientes m¨¢s apreciados de la dieta mediterr¨¢nea. Y es que una nueva investigaci¨®n en la que ha partucipado el servicio de Neumolog¨ªa Pedi¨¢trica del Hospital La Fe de Valencia, en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n NHS de Guy's and St Thomas Hospital de Londres y el Hospital Universitario de Ginebra, demuestra que menores con alergia a un fruto seco pueden comer de manera segura, de promedio, otros nueve frutos secos, cacahuete o s¨¦samo, de los once probados.

Los resultados del trabajo, publicado en la revista 'Journal of Allergy and Clinical Immunology', suponen una nueva forma de afrontar las alergias en menores ya que cuando un ni?o era al¨¦rgico a un fruto seco, se recomendaba con frecuencia que eliminaran todos los otros frutos secos, as¨ª como los cacahuetes y las semillas de s¨¦samo de su dieta.

"Estas restricciones diet¨¦ticas reducen la calidad de vida de estos ni?os y, a menudo, son una fuente de ansiedad para las familias, ya que implican tener que excluir muchos alimentos de la dieta y controlar de cerca la composici¨®n de las comidas que se comen fuera del hogar", explica el doctor Antonio Nieto, responsable de la Unidad de Neumo-Alergia Infantil de La Fe y director de este estudio.

¡°Este estudio muestra que, con un programa de introducci¨®n cuidadoso, bajo supervisi¨®n m¨¦dica, es posible descubrir con precisi¨®n a qu¨¦ tipo de fruto seco, cacahuete o s¨¦samo tienen alergia esos menores. Esto les permite no tener que evitarlos todos y reducir considerablemente las restricciones alimentarias", concluye el doctor Antonio Nieto.