Hab¨ªa muchos interrogantes y ya se han despejado algunas inc¨®gnitas. El Mundial de atletismo que arranc¨® el pasado viernes ya ha dejado im¨¢genes para la pol¨¦mica. M¨¢s all¨¢ de los metros y metros de lona en las gradas del fantasmag¨®rico estadio Khalifa de Doha, que denota muy poco inter¨¦s por el atletismo, las estampas vividas durante la celebraci¨®n de la prueba femenina de marat¨®n, con temperaturas por encima de los 30 grados, una humedad rondando el 80 por ciento y cifras r¨¦cord de abandono (28), han reabierto el debate sobre la conveniencia de competir en el desierto.

Puede que todo el oro del mundo justifique la designaci¨®n del pa¨ªs catar¨ª como sede del Mundial de atletismo y del pr¨®ximo Mundial de f¨²tbol, que se celebrar¨¢ en 2022, pero lo cierto es que si deben prevalecer la salud de los deportistas y la huella ecol¨®gica, parece que la elecci¨®n es a todas luces un error.

Sistema de climatizaci¨®n

El compromiso de las autoridades de Catar para poder albergar ambos eventos era el de equipar sus estadios, 8 en el caso del Mundial de f¨²tbol, con un sistema de climatizaci¨®n que permitiera competir a temperaturas entre 22 y 25 grados. Efectivamente, las pruebas que se celebran en el estadio Khalifa de Doha lo hacen bajo esas condiciones. Otra cosa muy diferente es lo sucedido en las competiciones fuera del estadio. Al igual que no se le pueden poner puertas al campo, es imposible evitar que el calor y la humedad hagan mella en los atletas, como demuestran las cifras de abandono de las maratonianas.

Ampliar

Adem¨¢s, el despliegue tecnol¨®gico conlleva un gran gasto energ¨¦tico y un levado coste medioambiental. Al menos es lo que denuncian numerosas organizaciones, que resaltan que Catar ya se encuentra en un lugar privilegiado entre los pa¨ªses con peor nota en el ranking de huella ecol¨®gica, es decir, el indicador del impacto medioambiental generado por la demanda humana.

La organizaci¨®n defiende sus medidas

Mientras, los organizadores defienden su trabajo para que tanto el mundial de atletismo como el de f¨²tbol tengan un balance neutro de carbono gracias a la utilizaci¨®n de la energ¨ªa solar en los estadios y a la utilizaci¨®n de los sistemas de refrigeraci¨®n, iluminaci¨®n y agua ecoenerg¨¦ticos, aunque reconocen que se utiliza gran cantidad de energ¨ªa y las instalaciones est¨¢n apoyadas por generadores di¨¦sel contaminantes en caso de corte de energ¨ªa.

Especialmente sorprendente resulta la promesa del uso de energ¨ªa solar, que directamente no se est¨¢ cumpliendo ya que el Khalifa Stadium no cuenta por ahora con alimentaci¨®n por este tipo de energ¨ªa, y existen dudas sobre su viabilidad ya que los paneles solares tienen problemas para funcionar a temperaturas elevadas, que reducen su eficacia, sin contar con la acumulaci¨®n de polvo y suciedad. Otro problema.

As¨ª pues, con el mundial de atletismo en marcha y el de f¨²tbol en el horizonte, no son pocas las voces que cuestionan a Catar como sede, aunque ser¨¢ al t¨¦rmino del primero, y seguramente con m¨¢s fundamento cuando finalice la cita futbol¨ªstica, cuando se puedan extraer conclusiones m¨¢s precisas. De momento, la sensaci¨®n que ulula en el ambiente es de bochorno y sofoco.