Llevar una espalda erguida, los hombros hacia atr¨¢s, no es s¨®lo una cuesti¨®n de salud, sino tambi¨¦n psicol¨®gica. Estar rectos hace que todo el cuerpo est¨¦ trabajando y funcionando de la mejor manera para un bien global.

Aunque a veces, sin darnos cuenta, padezcamos el s¨ªndrome de los hombros ca¨ªdos, la tendencia a inclinar ligeramente el cuerpo hacia adelante, incluida la cabeza, curvando la espalda y encorvando los hombros. Una mala postura que cada vez se aprecia en m¨¢s personas y de distintas edades, debido a la incorporaci¨®n de los ordenadores y los tel¨¦fonos m¨®viles a nuestra rutina cotidiana.

Una espalda recta, una salud fuerte

Cuanto m¨¢s nos encogemos y caminamos as¨ª, explica el quiropr¨¢ctico Ata Pouramini, "m¨¢s tiende nuestro cuerpo a permanecer en esta postura. El motivo es la gran flexibilidad y control sobre el resto del sistema m¨²sculo esquel¨¦tico de la espinal dorsal. Al doblarse, provoca al curvatura del resto. Esta curvatura, a su vez, produce dolor o ciertas molestias que s¨®lo se calman mientras sigamos encorvados, con los hombros ca¨ªdos", cuenta.

"Adem¨¢s de lumbalgia y dolor de cervicales, el s¨ªndrome de los hombros ca¨ªdos resulta antiest¨¦tico porque nos hace perder altura y estilo, adem¨¢s de mayor apariencia de volumen en el vientre. Al estirarnos, metemos barriga, y adem¨¢s, exhibimos una actitud menos cohibida, m¨¢s poderosa", rese?a.

Para corregir esta postura, "tanto en reposo como en movimiento. Hay que procurar caminar erguidos, con los hombros en perpendicular a la cintura. Un ejercicio dise?ado ad hoc para conseguirlo es caminar imaginando que se porta un vaso de agua lleno sobre la base del estern¨®n y que hay que evitar que se derrame lo m¨¢xime posible de l¨ªquido. Si andamos r¨¢pido manteniendo la postura, tenderemos a corregir los hombros ca¨ªdos", explica. Pero hay m¨¢s.

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C¨®mo sentarte correctamente

"Si estamos sentados, debemos tratar de mantenernos apoyados en el respaldo el mayor tiempo posible, si hablamos de este problema. Evitar¨¢ que nos echemos hacia delante por defecto".

El mejor entrenamiento

• Entrenar con ejercicios espec¨ªficos, como poner una pelota de tenis entre los dorsales y tratar de mantenerla, mientras apoyamos la espalda contra la silla durante treinta segundos. Repetir el ejercicio cinco o seis veces, con un intervalo de otros treinta segundos entre ellos.
• Realizar ejercicios de rotaci¨®n, tumbados boca arriba , con los brazos levantados y girando el torso, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, en un ¨¢ngulo de 45 grados.

Un problema psicol¨®gico escondido

Revisar nuestra actitud vital. "La postura puede ser un reflejo de c¨®mo nos sentimos.Si estamos cohibidos, si somos t¨ªmidos, si nos sentimos en un plano inferior, tendemos a encogernos f¨ªsicamente. De ah¨ª que se hable de posturas de posturas de poder cuando estamos erguidos, bien colocados y nos sentimos fuertes. Quiz¨¢ sea necesario bucear en nuestra autoestima", afirma Pouramini.