Es un grave problema y una de las batallas de nuestro tiempo. El excesivo consumo de az¨²car entre la poblaci¨®n, que lleva asociadas determinadas patolog¨ªas como la obesidad o la diabetes, es una realidad sobre la que cada vez somos m¨¢s conscientes, aunque todav¨ªa queda mucho camino por recorrer para cumplir con las recomendaciones de la Organizacion Mundial de la Salud, que aboga por reducir el consumo de az¨²car a menos del 10% de la ingesta cal¨®rica total, e idealmente por debajo del 5 por ciento.

Es decir, un adulto que consuma 2000 calor¨ªas al d¨ªa deber¨ªa ingerir menos de 25 gramos de az¨²cares libres, que incluyen los a?adidos y los que de manera natural contienen los alimentos. Pero lo cierto es que en nuestro pa¨ªs se da la circunstancia de que casi se triplica esa cantidad ya que la ingesta media diaria se sit¨²a en los 71,5 gramos, con el agravante de que no somos demasiados conscientes de ello.

¡°El az¨²car est¨¢ oculto en refrescos, zumos industriales, bebidas energ¨¦ticas, bebidas deportivas, productos de pasteler¨ªa, chocolates y confiter¨ªa, l¨¢cteos ultraprocesados y derivados como helados, cereales de desayuno, snacks como barritas, galletas o mermeladas, productos que consumimos de forma habitual y que, por tanto, propician que nos excedamos en la cantidad de az¨²car sin saberlo¡±, explica Carlos R¨ªos, dietista, nutricionista y creador del movimiento Realfooding, que colabora habitualmente con DKV.

Dec¨¢logo

Fruto de esa colaboraci¨®n surge el manifiesto ¡®Por un consumo responsable de az¨²car¡¯, con el objetivo de ¡°divulgar los riesgos, las causas y las consecuencias para la salud de un consumo abusivo e insconsciente de az¨²car y promover una alimentaci¨®n responsable¡±. El documento incluye un dec¨¢logo de compromisos y actuaciones para conseguir implementar pol¨ªticas que mejoren la salud p¨²blica y, en concreto, que reduzcan el consumo de az¨²car entre la poblaci¨®n.

¡¤ Fomentar la alimentaci¨®n saludable desde la escuela.

¡¤ Limitar la publicidad de los ultraprocesados a menores.

¡¤ Establecer impuestos a las bebidas azucaradas.

¡¤ Restringir la venta de alimentos insalubres en lugares p¨²blicos y educativos.

¡¤ Promover un etiquetado m¨¢s claro y sencillo, con advertencias de consumo habitual.

¡¤ Leer las etiquetas de los productos y alimentos en el supermercado.

¡¤ Promover la alimentaci¨®n basada en alimentos reales, m¨ªnimamente procesados,

¡¤ Incentivar el proceso de cocinar y preparar personalmente las comidas.

¡¤ Limitar la compra de ultraprocesados con envases llamativos y apetecibles.

¡¤ Concienciar sobre las elecciones a la hora de alimentarse.