Otra investigaci¨®n que pone en relieve el impacto de las nuevas tecnolog¨ªas y el uso que de internet y las redes sociales hacen los j¨®venes hoy en d¨ªa. Y a tenor de los resultados que se desprenden del mismo hay motivos para la preocupaci¨®n. Y es que los j¨®venes de 14 a 24 a?os consideran es ese entorno tecnol¨®gico el lugar ¡°donde hay que estar y desde el que hay que relacionarse¡±. De hecho, consideran ¡°raros¡± a los pocos que rechazan el uso de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, aunque tambi¨¦n a aquellos que las emplean de manera excesiva sacrificando parte de su vida offline por una sobreexposici¨®n online.

¡®J¨®venes en el mundo virtual. Usos, pr¨¢cticas y riesgos¡¯, as¨ª se llama el trabajo de investigaci¨®n llevado a cabo por el Centro Reina Sof¨ªa y la Fundaci¨®n Mapfre recoge los principales h¨¢bitos y conductas de unos 1.400 j¨®venes, que mayoritariamente mantienen un discurso que resalta las ventajas de su actividad virtual entre las que destacan hacer nuevos amigos/as (50,7%); relacionarse m¨¢s con personas que est¨¢n lejos (65,4%) o con sus amigos de siempre (47%); ser m¨¢s eficiente o competente (41%); o simplemente divertirse (31,8%).

Sin embargo, esta visi¨®n positiva de las redes sociales e internet no impide que perciban riesgos claros. De hecho el 70% de los y las j¨®venes cree que los riesgos de acoso en internet y redes sociales son ¡°bastante o muy frecuentes¡± o que sean v¨ªctima de situaciones graves como el maltrato ¨Camenazas, insultos, bromas pesadas, etc.- que afirma haber sufrido el 34%.

De igual forma la cantidad de tiempo invertido en redes sociales, en la gesti¨®n de su yo online, provoca que dejen de lado otras actividades como estudiar (49,9%), leer (49%) o practicar deporte (31,4%). Especialmente preocupante resulta el aumento en los ¨²ltimos tres a?os de los j¨®venes que reconocen que pierden horas de sue?o por estar en redes: 31,3% en 2015 y 43,2% en 2018. Tambi¨¦n un 49% asegura haberse sentido con alguna o mucha frecuencia ¡°dependiente¡±. Esto supone un crecimiento de tres puntos con respecto a 2015.

Muy significativo de este cierto nivel de dependencia percibido es que el 50% de los j¨®venes reconozcan sentir con mucha frecuencia ¡°un fuerte impulso de comprobar mi tel¨¦fono para ver si hab¨ªa pasado algo nuevo¡±, un cierto FOMO (Fear of missing Out) o ansiedad por no enterarse y quedar excluidos de algo que ocurra en redes.

Acceso a webs con contenidos de alto riesgo

Pero sin lugar a dudas, uno de los aspectos m¨¢s relevantes dentro la investigaci¨®n llevada a cabo por Centro Reina Sof¨ªa y la Fundaci¨®n Mapfre es que que hace referencia estrictamente al contenido de alguna de sus consultas, catalogados como duros y potencialmente peligrosos que suponen un alto riesgo:

- El 38,1% reconoce consultar ¡°p¨¢ginas donde la gente publica mensajes que atacan a ciertos individuos o colectivos¡±.

- El 33% visita ¡°p¨¢ginas donde la gente habla o comparte experiencias sobre el consumo de drogas¡±.

- El 28,6% accede a ¡°webs donde la gente habla sobre c¨®mo estar extremadamente delgado/a¡±.

- El 23,2% consulta ¡°p¨¢ginas donde la gente habla sobre maneras de hacer da?o a otras personas¡±.

- El 21,1% visita ¡°p¨¢ginas donde la gente habla sobre maneras de autolesionarse¡±.

- El 24% accede a ¡°Im¨¢genes o contenidos expl¨ªcitamente violentos o sexuales que me hicieron sentir mal¡±.

Para Eulalia Alemany, directora t¨¦cnica del Centro Reina Sof¨ªa sobre Adolescencia y Juventud de la Fad: ¡°Es fundamental entender que ni padres ni profesores est¨¢n legitimados ante los j¨®venes como referentes en internet o redes sociales. Por eso es prioritario que las estrategias de prevenci¨®n de los riesgos del mundo online se dirijan a los j¨®venes directamente. Necesitamos y debemos hablar con ellos sin intermediarios¡±, asegura.

Recomendaciones

No obstante, la figura de educadores y padres tambi¨¦n es fundamental para hacerles llegar los conocimientos y las herramientas apropiadas y que sean conscientes de que hay que utilizar las nuevas tecnolog¨ªas de forma responsable, controlada y segura por lo que es necesario tener en cuenta una serie de recomendaciones:

1. Limitar el tiempo que los menores dedican a las nuevas tecnolog¨ªas, estableciendo lugares abiertos y comunes y tiempos limitados (no superiores a las dos horas al d¨ªa) para utilizarlos.

2. Supervisar el uso, especialmente hasta que los menores tengan 12 a?os.

3. Evitar que utilicen el ordenador y el m¨®vil para rellenar tiempos muertos y antes de cumplir con sus responsabilidades.

4. Se debe educar en las nuevas formas de comunicaci¨®n, sobre todo fomentando competencias clave como el pensamiento cr¨ªtico, basado en ense?arles a diferenciar la informaci¨®n veraz de los bulos.

5. Es aconsejable ense?arles a que no conf¨ªen en cualquiera, a que cuestionen las motivaciones de quien encuentran en la red, y a que sean cautelosos con la informaci¨®n personal que comparten.

6. Es importante que entiendan el valor de la intimidad y la privacidad, ayud¨¢ndoles a que se cuestionen su sobrexposici¨®n y haci¨¦ndoles ver que lo que se sube a la red puede tener consecuencias a medio y a largo plazo.

7. Si el problema adquiere unas dimensiones considerables y afecta los h¨¢bitos del menor o su conducta es imprescindible buscar la ayuda de expertos que puedan guiarnos para tratar la adicci¨®n a las tecnplog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n.