Si tu dieta se sale del carril en el momento en que entras por la puerta principal, tu casa puede ser la culpable, adem¨¢s de tu propia falta de buenos h¨¢bitos. Las investigaciones muestran que la forma en que nuestra casa est¨¢ organizada y decorada gu¨ªa las conductas de alimentaci¨®n. Nuestros hogares pueden estar dise?ados para mantenernos saludables o dise?ados para engordar. Te contamos qu¨¦ factores te pueden estar haciendo engordar en tu propio espacio personal.

Tienes la casa sucia. Aunque parezca mentira, el polvo que se acumula en nuestras casas puede ser un gran culpable del aumento de peso. Un estudio de la Universidad de Duke revel¨® c¨®mo el polvo dom¨¦stico puede engordar al afectar el metabolismo y la producci¨®n de grasa de nuestro cuerpo. Seg¨²n el Dr. Heather Stapleton, un investigador del estudio, la mezcla de productos qu¨ªmicos en el polvo dom¨¦stico est¨¢ promoviendo la acumulaci¨®n de triglic¨¦ridos y c¨¦lulas grasas.

Sillas de cocina demasiado c¨®modas. La cocina es el centro de la mayor¨ªa de los hogares. Es donde pasamos el rato con amigos, nos sentamos a mirar las facturas o incluso ayudamos a nuestros hijos con la tareas del colegio. Al menos eso es cierto en los hogares que fomentan el comer en exceso. Y como no te vas a estar quieto si pasas demasiado tiempo en las c¨®modas sillas de tu cocina, lo normal es que vayas a atacar a la nevera de vez en cuando¡­y claro, te saltes tu dieta.

Tu casa est¨¢ desorganizada. La forma m¨¢s importante de mantener tu hogar propicio para una alimentaci¨®n saludable es reducir el desorden. Por ejemplo, en un estudio de la Universidad de Minnesota, los investigadores invitaron a la gente a pasar el rato en una habitaci¨®n desordenada u ordenada y luego les ofreci¨® almorzar. De los participantes que decidieron tomar un refrigerio, el 67 por ciento que hab¨ªa estado en la habitaci¨®n ordenada eligi¨® una manzana, mientras que el 80 por ciento de los que hab¨ªan estado en la habitaci¨®n desordenada eligieron chocolate.

Los platos de tu cocina son¡­enormes. Cuando vayas al Ikea a reorganizar los utensilios de tu cocina, entre los que se encuentran los platos, procura elegir los m¨¢s peque?os. Si compras platos demasiado grandes, las porciones que comer¨¢s en proporci¨®n ser¨¢n tambi¨¦n demasiado grandes¡­lo que conllevar¨¢ a un exceso cal¨®rico. Cuanto m¨¢s grandes sean tus platos, tambi¨¦n m¨¢s grande ser¨¢ tu apetito.

Dejas los cereales demasiado a mano. Como ya hemos comentado anteriormente en otros art¨ªculos, los cereales industriales suelen ser una comida ultraprocesada cargada de az¨²cares, por lo que no solo no resultan saciantes, si no que puedes llegar a pasarte con ellos en el desayuno. Recuerda que lo que cuenta al final es el total cal¨®rico del d¨ªa, as¨ª que sustit¨²yelos por avena o panes de integrales de grano entero.

Ves demasiados programas de cocina. Las mujeres que obtienen sus recetas de los programas de cocina tienen un ¨ªndice de masa corporal m¨¢s alto y pesan un promedio de 4 kilos m¨¢s que aquellas que obtienen sus recetas de familiares, amigos, revistas o clases de cocina, seg¨²n un estudio de la Universidad de Vermont de 2015. Los investigadores creen que eso se debe a que muchas de las recetas que se muestran en la televisi¨®n no son saludables y a menudo muestran los alimentos servidos en porciones de gran tama?o.