En plena fiebre por los suplementos de toda clase y el boom de las tiendas de nutrici¨®n especializadas en su venta, nos encontramos con la duda de cu¨¢les realmente funcionan y cu¨¢les no prometen lo que se espera. Entre ellos, los suplementos de omega 3 en forma de p¨ªldoras o pastillas se han puesto de moda, dados los grandes beneficios de los ¨¢cidos grasos esenciales en nuestro organismo, y que podemos encontrar en alimentos como el salm¨®n o los frutos secos. Sin embargo, ?cuentan con el suficiente respaldo cient¨ªfico?

Omega 3 en los alimentos

El omega 3 procedente de los alimentos es un nutriente de gran valor: se ha demostrado que el consumo de grandes cantidades de omega 3 aumenta considerablemente el tiempo de coagulaci¨®n de la sangre, lo cual explica por qu¨¦ en comunidades que consumen muchos alimentos con omega-3 (inuit, japoneses, etc.) la incidencia de enfermedades cardiovasculares es sumamente baja. Otro estudio concluy¨® que la ingesta diet¨¦tica de ¨¢cidos grasos omega 3 reduce modestamente el curso de la arteriosclerosis coronaria en humanos.

Las fuentes m¨¢s ricas en omega 3 son los peces de aguas fr¨ªas, incluyendo el salm¨®n, pez que supuestamente tendr¨ªa el m¨¢s bajo nivel de contaminaci¨®n. Hay otras fuentes importantes como los pescados azules, entre ¨¦stos la sardina. Otros alimentos que cuentan con grandes cantidades de omega 3 son los frutos secos como las nueces, las semillas de ch¨ªa o el lino.

?Y en los suplementos?

Aqu¨ª es donde encontramos m¨¢s dudas al respecto. Los suplementos con omega 3 no parecen tener los mismos beneficios para la salud que el omega 3 que tomamos a trav¨¦s de los alimentos. Un estudio publicado en la prestigiosa revista JAMA destacaba que, a lo largo de una investigaci¨®n que dur¨® cinco a?os, no hubo diferencias significativas en la funci¨®n cognitiva entre personas que ingirieron placebo y otras que tomaron suplementos de omega 3.

Otro estudio, tambi¨¦n publicado en JAMA en 2012, y al que hace referencia el dietista-nutricionista Juan Revenga en 20 minutos, destacaba que la suplementaci¨®n con ¨¢cidos grasos poliinsaturados del tipo omega-3 no se asoci¨® ni de forma relativa ni absoluta con un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa, ni en concreto tampoco con la disminuci¨®n del riesgo por muerte s¨²bita, infarto de miocardio o ictus.

El propio Revenga titula su art¨ªculo ¡°suspenso estrepitoso para los suplementos de omega 3¡±, haciendo referencia a que ¡°nos est¨¢n vendiendo la burra¡±, y aclarando que ¡°una cosa son las pastillitas de omega 3 y otra muy distinta las dietas que con alimentos incorporen de forma original una fuente diet¨¦tica de este tipo de ¨¢cidos grasos polinsaturados. Y es que los beneficios de una dieta de este tipo a¨²n no se han cuestionado y menos de forma tan contundente como con las pastillitas (m¨¢s bien al contrario)¡±, en sus propias palabras.

Otro nutricionista de gran fama, Aitor S¨¢nchez, autor del libro ¡°Mi dieta cojea¡± en la que desmonta un mito detr¨¢s de otro en lo referente a la alimentaci¨®n, declar¨® a El Mundo que ¡°no es lo mismo tener una dieta rica en omega 3 a trav¨¦s del pescado que tomarte el suplemento, porque te falta la materia prima¡±, y encuentra el problema en que ¡°la persona piense que a trav¨¦s de ellos est¨¦ siguiendo una dieta saludable.

En conclusi¨®n, hay suplementos que s¨ª funcionan, aunque no son la panacea de la salud, y hay otros con m¨¢s marketing detr¨¢s que resultados. As¨ª que, si eres de los que pensaban que tomar pastillas de omega 3 puede suplir una dieta saludable, asume que lo que te gastas en el suplemento puedes emplearlo en consumir alimentos como el salm¨®n, las semillas de ch¨ªa o las nueces, cuya efectividad sobre nuestro organismo s¨ª est¨¢ demostrada.