Steve Nash y los Suns del Seven Seconds or Less: la revoluci車n que transform車 la NBA
El proyecto de los Suns inici車 una nueva era en la NBA. D'Antoni, Stoudemire, Marion... y Steve Nash, claro, la cara de una equipo que lo cambi車 todo pero se qued車 sin anillo.
Cuando los Lakers se impusieron a los Suns en las finales del Oeste de 2010, pocos fueron los aficionados de Phoenix que pensaron que esa iba a ser la 迆ltima vez que ver赤an a su equipo disputar los playoffs en mucho tiempo. Diez a?os concretamente, toda una d谷cada en la que han visto pasar siete entrenadores distintos, han tenido ocho r谷cords negativos y han visto como desped赤an una era, pero sin empezar nunca la siguiente. Sin referencias m芍s all芍 de destellos puntuales y con muchas promesas vac赤as, los Suns han pasado por una traves赤a m芍s grande que el desierto de Arizona, ese estado que carece de atractivo para los agentes libres y que supone una dificultad meridiana para construir equipos ganadores. Algo que se demuestra con la falta total y absoluta de anillos que hay en las vitrinas de una franquicia con mucha historia, pero no hist車rica. Al menos, no tanto como algunos de los nombres que han pasado por sus filas.
Ese d赤a, un caluroso 21 de mayo de 2010, Kobe se fue a los 37 puntos, incluidos tres clutch shots excepcionales que dejaron boquiabierta a la afici車n local, que so?aba con forzar un s谷ptimo partido que les acercara a ese sitio vetado para el proyecto que en 2004 se inici車 con Steve Nash a la cabeza: las Finales. Nunca se consigui車 llegar a pesar de ser una de las referencias de la NBA, cambiando el estilo de juego, siendo favoritos y transformando el baloncesto hacia una nueva dimensi車n que ha dado un paso m芍s con una era del triple cuyos pilares se sentaron a partir de 2004. Ese d赤a, los Lakers pusieron rumbo a sus 迆ltimas Finales, con el quinto anillo para Kobe y el und谷cimo para Phil Jackson. Y Nash, al t迆nel de vestuarios, sabiendo que la marcha de un Stoudemire que era agente libre, le iba a dejar muy solo es un equipo que se mover赤a dos a?os m芍s en ese limbo en el que te dejan las ganas de reconstruir y las dificultades para hacerlo teniendo en tus filas a un hombre de 35 a?os, que, por mucho que siguiera produciendo, ten赤a cada vez m芍s dificultades en los emparejamientos defensivos y se hab赤a quedado sin esos acompa?antes que fueron las piezas ideales para su talento.
De esas dos plantillas, pocos jugadores quedan con vida. Est芍 Goran Dragic, el base suplente de Nash y que hoy est芍 en los Heat, con una carrera nada desde?able o Robin L車pez, que se pasea por Milwaukee a la sombra de su hermano. Tambi谷n Jared Dudley, que, en un capricho del destino, ha ido a parar a su verdugo de 2010, esos Lakers de un Kobe que nos ha dejado y al que tuvo que defender en muchos momentos de ese encuentro. La 迆ltima oportunidad de un proyecto que pudo ser y no fue, pero que signific車 la transgresi車n y el cambio, demostrando que se pod赤an hacer las cosas de otra manera y que era posible practicar uno de los estilos m芍s seductores que se han visto desde el Showtime de los Lakers. Y con otro gran base, Steve Nash, como referencia eterna de un equipo del que era su santo y se?a, siendo el hombre perfecto para el desarrollo de lo que se convirti車 en casi una ley no escrita que sus compa?eros segu赤an hasta las 迆ltimas consecuencias. Algo que, ya se sabe, lleg車 a ser un problema en determinadas ocasiones.
Mike D'Antoni y Steve Nash: los pilares del proyecto
Todo sistema tiene su ide車logo, y los Suns no iban a ser menos. Tambi谷n su ejecutor en pista, un papel que desempe?車 a la perfecci車n un Nash que cuadraba perfectamente con esa idea de jugador ideal para un estilo concreto. El base canadiense fue seleccionado en el puesto 15 del draft de 1996 por los Suns, donde permaneci車 dos a?os sin pena ni gloria a la sombra de Jason Kidd antes de irse a buscar nuevas experiencias a Texas. Ah赤 es donde uno de los hombres que m芍s ha aportado al baloncesto, Don Nelson, vio su extraordinario potencial, d芍ndole el bal車n y dej芍ndole correr, con la poca exigencia defensiva que ha caracterizado a sus 迆ltimos equipos y dando rienda suelta a un ataque que ten赤a a Nash como distribuidor y a Nowitzki como principal referencia. El canadiense fue mejorando sus n迆meros, promediando 15,6 puntos y 7,3 asistencias en la 2000-01 para irse a 17,9+7,7, 17,7+7,3 y 14,5+8,8 en las tres temporadas siguientes, siempre por encima del 40% en triples y llegando a las finales del Oeste, su ronda maldita, en 2003.
Maldita porque en ella cay車 hasta en cuatro ocasiones en menos de una d谷cada, sin conseguir nunca avanzar a las Finales o forzar un s谷ptimo partido que les dejara cerca. Nash regres車 a Phoenix en 2004 buscando convertirse en la referencia de un nuevo proyecto, que liderar赤a durante un lustro a pesar de aterrizar en 谷l con 30 a?os. Pocos confiaban en que pudiera rendir siendo ya un veterano, pero el base se hizo con el control de una competici車n que no espera a nadie y tampoco lo hizo con esos Suns, responsables de una transgresi車n que hac赤a dos d谷cadas que no se ve赤a y de sentar los pilares de la NBA actual, pero con un juego incluso m芍s cautivador que el que se practica estos d赤as. Desde los Lakers del Showtime hasta los Suns del Seven Seconds or Less, hubo un p芍ramo de juego vertical y directo, con predominio del contraataque, poco juego en est芍tico, y grandes dosis de highlights que ser赤an el pan de cada d赤a de los res迆menes de la jornada.
Para instaurar esa expresi車n que dio nombre a un libro y que era el mandamiento de un ataque que sol赤a acabar en siete segundos o menos, lleg車 junto a Nash un Mike D'Antoni desconocido por aquel entonces. Nadie se acordaba de un hombre cuya aventura como jugador se hab赤a desarrollado principalmente en Europa, conquistando dos Euroligas con el Olimpia Milano y convirti谷ndose en una referencia para el baloncesto italiano, jugando incluso en la selecci車n de dicho pa赤s. D'Antoni apenas ten赤a experiencia en los banquillos de la NBA; era un estudioso del juego, muy inteligente, innovador y que se hab赤a empapado de la cultura de otro continente antes de regresar a Estados Unidos para dirigir a los Nuggets en la temporada del lockout. Poca cosa antes de hacerse con un equipo en el que llegaba como parche para sustituir a Frank Johnson a mitad de la 2003-04, pero en el que se qued車 para seguir esa estela de experimentos ignotos que han acabado funcionando sorpresivamente y dando lugar, por qu谷 no, a alg迆n campeonato.
D'Antoni, que hab赤a sido la referencia de un tal Kobe Bryant cuando este se encontraba en Italia junto a su padre, encontr車 en Nash a la joya de la corona. La NBA ya estaba en constante cambio, intentando forzar anotaciones m芍s altas que solventaran unas audiencias que no hab赤an ca赤do del todo, pero se hab赤an resentido tras la retirada de Jordan y con la 迆nica buena noticia de la fiebre amarilla. Para hacer el juego m芍s atractivo, en la temporada 2001-02 se elimin車 la defensa ilegal, se introdujeron como compensaci車n (para evitar la concentraci車n de defensores bajo el aro) los tres segundos defensivos y se rebaj車 de diez a ocho el tiempo para cruzar de campo. Se trataba de devolverle a la IQ (inteligencia, lectura de juego) el terreno que le hab赤a ganado el m迆sculo, pero cost車 que los equipos se adaptaran a ese nuevo estilo, con Spurs y Nets disputando en 2003 una de las Finales m芍s aburridas de la historia y sin equipos entera y netamente ofensivos, m芍s all芍 de los Kings de Adelman o los ya mencionados Mavericks de Nelson. De hecho, estos eran los dos 迆nicos equipos que pasaban de los 100 puntos de media al final de la temporada 2003-04, conquistada por unos Pistons que solo encajaban 83,4 puntos y en una Liga cuya media estaba en poco m芍s de 93.
En oto?o de 2004, la NBA se puso seria y pidi車 (casi exigi車) a los 芍rbitros que solo concedieran faltas en ataque tras contacto si el defensor ten赤a claramente ganada y fijada la posici車n en el suelo y para que fueran de verdad duros con el uso de brazos y cuerpo, que los defensores hab赤an amoldado a las nuevas reglas contra el hand checking y el body checking. Por entonces, el legendario Pat Riley, que desarroll車 en los Lakers con su ese Showtime (que hab赤a introducido en la franquicia Jack McKinney) adelantado a su tiempo pero despu谷s se acoraz車 en el Este con Knicks y Heat (en donde era directivo), ya hablaba de "la muerte del baloncesto", aunque hoy los puristas, siempre en constante evoluci車n, toleran el pick and roll y rechazan los triples, siempre en contra de ese 迆ltimo paso que para ellos siempre es peor que el anterior, una involuci車n y nunca una evoluci車n.
En la temporada 2004-05 los Suns ganaron 62 partidos despu谷s de haberse quedado en 29 victorias el curso anterior. Mike D'Antoni implement車 ese sistema de ataque radical que maximiz車 las nuevas reglas, cuya introducci車n hab赤a sido impulsada por un comit谷 dirigido por Jerry Colangelo, Presidente de Operaciones de la franquicia de Arizona y muy favorable a la continuidad de D'Antoni y las revolucionarias ideas con las que lleg車 a una franquicia de mercado peque?o y que solo hab赤a disputado dos Finales en su larga historia: en 1976 ante los Celtics y en 1993, ante los Bulls de Jordan y con Barkley como l赤der. Colanguelo sab赤a que en un lugar como ese las oportunidades eran escasas, y el asalto al anillo vendr赤a acompa?ado de un estilo extraordinariamente vistoso que permitir赤a llenos constantes en el Talking Stick Resort Arena, provocando audiencias espectaculares en sus encuentros y favoreciendo una tendencia al alza que no se consigui車 mantener tras la disoluci車n del proyecto. Una vez m芍s, los mercados peque?os.
Aquellos Suns, predecesores del baloncesto de velocidad, movimiento y tiro exterior que ha venido despu谷s, anotaron la m芍xima hist車rica de 110,4 puntos por partido en una temporada en la que ya seis equipos iban por encima de los 100 y la media subi車 a 97,2 con solo una franquicia por debajo de 90. En pasada campa?a, la media de anotaci車n qued車 en 111,2, todos los equipos anotaron m芍s de 100 puntos por partido, y 20 llegaron a? 110 de promedio con un ritmo de posesiones por encuentro (pace) de 100, una subida de casi tres puntos en un a?o (97,3). Los revolucionarios Suns de 2004-05, que siguieron fieles a su estilo en los a?os siguientes, llevaron el pace a 98,7, entonces una cifra supers車nica que hoy estar赤a por debajo de la media de la NBA. Si es evoluci車n o involuci車n, depender芍 de a qui谷n se le pregunte, pero la muerte del baloncesto que predijo Riley no fue tal, y el letargo que hab赤a vivido la innovaci車n volvi車 a despertar dentro de un estilo que se hab赤a amarrado pero que volvi車 a dar rienda suelta a la imaginaci車n.
Los Suns 2004-005 tuvieron cinco jugadores por encima de los 10 puntos, con Steve Nash liderando la Liga en asistencias por primera vez en su carrera (11,5, desde las 12,3 de Stockton en 1995) y Amar'e Stoudemire como complemento perfecto a un base que necesitaba. Nunca el ala-p赤vot desarroll車 tanto su potencial como al lado del canadiense, siendo capaz de correr de un lado a otro haciendo gala de una admirable capacidad atl谷tica, reboteando bien, machacando sin piedad y haciendo sufrir a ala-p赤vots menos m車viles y m芍s est芍ticos. Con un buen tiro de buena distancia y buenas dotes para poner bloqueos y penetrar con decisi車n, los Suns llevaron hasta la extenuaci車n el pick and roll, precisamente entre Amar'e y Nash, produciendo una ingente cantidad de puntos entre los dos y protagonizando jugadas espectaculares. Stoudemire se fue a 26 puntos y 9 rebotes por partido, compenetr芍ndose con un Shawn Marion al que la historia nunca le ha hecho justicia y que promedi車 19,4+11,3 esa temporada. Los 17 puntos de Joe Johson con un 48% en triples y los 15 de Quentin Richardson, completaron una plantilla que consigui車 el mejor r谷cord de la NBA en un a?o en el que, por cierto, las Finales las disputaron Spurs y Pistons... las dos mejores defensas de la Liga.
El cambio se resist赤a en cuanto a resultados, pero el cambio estaba servido en una temporada de transici車n. Sin los Lakers de Shaq y Kobe, recientemente disueltos, ni Duncan en un prime que alcanz車 entre 2002 y 2003, Nash se hizo con el MVP con unos n迆meros buenos pero no espectaculares (15,5+11,5). Sobre todo si tenemos en cuenta que O'Neal, en su primera temporada en los Heat, casi le arrebata el trofeo en una de las votaciones m芍s ajustadas de la historia y tras promediar 22,9 puntos y 10,4 rebotes... muy lejos de los 29,7+13,6 con los que se llev車 el trofeo cinco a?os antes. Eso s赤, el juego de los Suns fue absolutamente impresionante, acabando la temporada como l赤deres en puntos, rebotes, porcentaje de triples y tiros anotados. Y segundos en tiros intentados, en porcentaje de tiros de campo, o en el de tiros de dos, siendo adem芍s terceros en asistencias. Y con D'Antoni como Entrenador del A?o, Nash en el mejor quinteto, Stoudemire en el segundo y Marion, en el tercero. La nota negativa, el 4-1 que recibieron ante los Spurs en finales del Oeste, una losa que se convirti車 en una t車nica que siempre fue la mayor cr赤tica a esos Suns: la de perder en playoffs.
Una revoluci車n sin anillos
D'Antoni siempre ha sido un entrenador de extremos. Lo que llev車 hasta la saciedad en Phoenix lo hizo tambi谷n en Houston, aunque el estilo fuera uno distinto, con mucho triple pero poco ritmo, carente de todo atractivo y en ocasiones (muchas), casi aburrido. Tambi谷n un innovador, un hombre de dif赤cil adaptaci車n a plantillas que no le gustan pero que consigue desarrollarlas al m芍ximo cuando est芍 ante una que se le adapta a la perfecci車n. Lo que no pudo hacer en la mitad de su carrera (Knicks y Lakers) s赤 lo hizo al principio y al final, pero siempre con los mismos defectos: poco play book, escasos recursos en playoffs y una ausencia total y absoluta de un plan B que nunca ha tenido. D'Antoni es un extraordinario entrenador, capaz de ganar partidos por doquier en temporada regular pero que choca contra los propios estilos que 谷l mismo ha patentado en el momento de la verdad.
La temporada 2005-06 fue parecida a la anterior, sin tanta brillantez en temporada regular (54-28), pero con mucho m谷rito si tenemos en cuenta que Stoudemire dur車 tres partidos fruto de sus maltrechas rodillas. Descubrimientos como Boris Diaw (13,3+6,9+6,2 ese curso), especialistas defensivos como Raja Bell (estopa mix) y veteranos como Tim Thomas completaban una plantilla que tuvo que remontar un 3-1 en primera ronda ante los Lakers, incluidos 50 puntos de Kobe en el sexto partido, disputaron otros siete encuentros en semifinales ante los Clippers (s赤, ante los Clippers) y se estrellaron de nuevo en las finales del Oeste, esta vez ante los Mavericks del excompa?ero y amigo de Nash, Nowitzki. El curso siguiente, el alem芍n arrebat車 al canadiense el que habr赤a sido su tercer MVP consecutivo a pesar de los promedios de 18,6+11,6 del base, primero en lograr algo as赤 desde Magic Johnson. Los Suns ganaron 61 partidos, pero de nuevo se estrellaron ante los Spurs, esta vez en una pol谷mica serie en la que Nash acab車 sangrando en el encuentro inicial y recibi車 un fuerte codazo de Robert Horry en el cuarto. En ese, Diaw y Stoudemire fueron expulsados solo por levantarse del banquillo, dejando cojos a los Suns para el quinto y escap芍ndose una serie, esta vez en semifinales, en la que hab赤an llegado m芍s maduros y experimentados pero se fueron con las manos vac赤as.
Hasta ah赤 llegaron los Suns. La llegada de Shaq en 2008 ralentiz車 el juego, y una nueva derrota ante los Spurs prolongaba la tortura china. Poco se pudo hacer un a?o despu谷s a pesar de la recuperaci車n de O'Neal en cuanto a n迆meros (17,8+8,9, tercer quinteto y All Star), ya que no se lograron los playoffs. Sin el p赤vot y sin D'Antoni, la 迆ltima oportunidad lleg車 en 2010, con esa derrota ante los Lakers en finales del Oeste antes de la salida de Stoudemire rumbo a la Gran Manzana (y a un sainete de lesiones), que se uni車 a la de Marion dos a?os antes (en el traspaso por Shaq). Las dos temporadas siguientes sin playoffs y la edad de Nash (35 a?os en 2010) confirmaron el fin del proyecto. El base puso rumbo a los Lakers en busca de un anillo imposible y se reencontr車 con D'Antoni sin pena ni gloria. Los Suns, a una deriva pantagru谷lica que solo les ha permitido un a?o de esperanzas (48-34 en la 2013-14 con Goran Dragic, Eric Beldsoe, Gerald Green y compa?赤a) y una crisis inacabable de la que no terminan de salir a pesar de los mimbres y los continuos cambios de entrenador, que han acabado con Monty Williams en el banquillo.
El legado del Seven Seconds or Less es innegable, con un cambio en el estilo de juego, auspiciado por esas nuevas reglas, de dif赤cil discusi車n. Seguramente, el mayor error t芍ctico de esos Suns fue no convertir la defensa en lanzadera de un nuevo ataque, algo que se ha conseguido en los 迆ltimos a?os (con los Warriors a la cabeza), pero que no hicieron ellos, que penalizaban los robos y los rebotes largos del rival pero corr赤an tambi谷n al sacar de banda. Al final, se trataba de meter m芍s puntos que el rival, algo que penaliza en unos playoffs en los que se anota menos y se defiende m芍s. Los Suns fueron candidatos durante casi un lustro, con Nash superando las 10 asistencias por partido en siete de sus ocho temporadas de su segunda etapa en Phoenix, disputando seis All Stars (ocho totales), entrando hasta en cuatro ocasiones en ese ilustre club del 50-40-90 y ganando dos MVPs. M芍s, por ejemplo, que Shaq o Kobe, iron赤as del destino que dan buena prueba de la dimensi車n del base. Eso s赤, jam芍s los Suns, en una de sus etapas m芍s gloriosas, consiguieron ganar el anillo, el 迆nico pecado de un equipo excepcional que permiti車 a la NBA elevarse a lo m芍s alto, presumiendo del juego m芍s cautivador del planeta. Uno que, por cierto, lo cambi車 todo. Una aut谷ntica revoluci車n.