Por

J.L.Guerrero

¡°El alpinismo es sobre todo una actividad de gente joven. El matrimonio, el acceso a una vida m¨¢s absorbente, a las responsabilidades, hacen que m¨¢s de las tres cuartas partes de aficionados acaben retir¨¢ndose. Algunos, sin embargo, m¨¢s atra¨ªdos por este ideal, siguen frecuentando la monta?a cuando llegan a la madurez, y a veces durante toda su vida. La edad, la vida sedentaria y la escasa frecuencia del entrenamiento reducen muy r¨¢pidamente las posibilidades t¨¦cnicas de los mejores. Por el contrario, a medida que se avanza en la vida, los medios econ¨®micos tienden a aumentar. Algunos alpinistas se contentan, a medida que van haci¨¦ndose mayores, con hacer cada a?o escaladas m¨¢s f¨¢ciles que la anterior. El simple contacto con la monta?a basta para hacerles felices¡±, explica Lionel Terray, en el cl¨¢sico de la literatura de monta?a Los Conquistadores de lo in¨²til, sobre la profesi¨®n de gu¨ªa de monta?a y sus potenciales clientes. La austriaca Maria Kittl, que naci¨® en 1931 (tan s¨®lo 10 a?os despu¨¦s que el propio Terray), es una de esas apasionadas de la monta?a que, con 90 a?os, sigue manteniendo la ilusi¨®n de una ni?a trepando por las rocas. Lo hace acompa?ada de un gu¨ªa de monta?a, Christoph Hutmair, por Austria, Francia, Espa?a y Croacia. ¡°La primera raz¨®n por la que escalo: por mi mente¡±, explica Mar¨ªa en el portal de turismo de Austria. Se ha convertido en una especie de s¨ªmbolo nacional. Impacta ver su cuerpo menudo (apenas 1,50m de estatura) embutido en un arn¨¦s, con mosquetones, cuerda y casco avanzando en paredes verticales de m¨¢s de 200 metros. Como Lionel Terray, Maria Kittl viene a decirnos que su conquista, un reto imposible para el resto de los mortales (que firmar¨ªamos llegar a su edad si acaso con andador), no es algo in¨²til sino algo bello y noble. Existe un estudio del Departamento Psicolog¨ªa de la Universidad del Norte de Florida que asegura que trepar un ¨¢rbol y mantener el equilibrio sobre una viga puede mejorar dr¨¢sticamente las habilidades cognitivas. En su juventud, Maria fue campeona estatal de esqu¨ª y doma. Fue una de las primeras mujeres en abrir muchas rutas alpinas en 1960 y 1970 porque estaba casada con Robert Kittl, que, entre otras haza?as, consigui¨® en 1971 la gesta de cruzar, s¨®lo con esqu¨ªs y andando, los Alpes, de Este a Oeste, en apenas 40 d¨ªas (48 kil¨®metros por d¨ªa, con un desnivel diario de 2.137 metros). ¡°Cuando ten¨ªa 70 a?os, dije: si sigo escalando, llegar¨¦ a los 90. B¨¢sicamente, entren¨¦ mi propio subconsciente, ?y aqu¨ª estamos! Solo hay dos opciones: rendirse o volverse m¨¢s fuerte. En los ¨²ltimos cuatro a?os, pens¨¦ para mis adentros: 'Quiero tantos d¨ªas escalando como sea posible'. Entonces hice 250 en un a?o¡±, comenta la longeva escaladora.

Puede que cualquier escalador no pueda trepar la mitad de los d¨ªas que hace Maria. Ni con 20, 30 ¨® 40 a?os. Entonces, vamos al quid de la cuesti¨®n de fondo que nos presenta esta entra?able s¨²per-abuela. ?Qu¨¦ es m¨¢s importante en la vida (apl¨ªquese tambi¨¦n en el deporte): la actitud o la aptitud? Resulta dif¨ªcil pensar que, por muchas cualidades f¨ªsicas innatas que tuviera, no haya llegado a esa edad con artrosis, dolores, lesiones y preocupaciones; por ejemplo, en 2008 falleci¨® su marido en un accidente, en Hoher Dachstein, y su hijo tambi¨¦n muri¨® con 17 a?os en la monta?a mientras hac¨ªa parapente. A pesar del dolor, f¨ªsico y emocional, esta mujer se agarr¨® a la vida con esta afici¨®n aparentemente in¨²til. Resolvemos, como si estuvi¨¦ramos otorgando grado a una v¨ªa, que con una extraordinaria e inusitada dosis de actitud podr¨ªa llegarse a los niveles de Maria Kittl, pero ?cu¨¢nta aptitud, independientemente de la edad, es necesaria, por ejemplo, para escalar los Diedros M¨¢gicos del Puig Campana como hace esta mujer hoy en d¨ªa? ¡°Dicen del ciclismo que se sufre mucho, y es verdad. Pero en el ¨²nico deporte en el que te puedes matar es el alpinismo¡±, nos dec¨ªa por este rinc¨®n P¨¦rez de Tudela, al mismo tiempo que se hac¨ªa un par de dominadas, con 80 a?os, en el jard¨ªn de su casa de Torrelodones. La escalada es un deporte que no hay jueces como tal. Como bien explica ?scar Gorgoza, en el art¨ªculo La perfecta imperfecci¨®n de los grados de escalada, ¡°en Europa se acepta mayoritariamente la escala francesa de graduaci¨®n y se estima que alguien escala cuando se acomete el cuarto grado, y es a partir del sexto cuando (por lo general) arranca la escala de graduaci¨®n est¨¢ndar: 6a; 6a+; 6b; 6b+; 6c, 6c+; 7a y as¨ª hasta el 9c. En teor¨ªa, el grado de una v¨ªa se alcanza por consenso, aunque jam¨¢s es un acuerdo absoluto¡±. Eso es lo que te sucede a ti cada vez que haces top en una v¨ªa por primera vez: era muy dif¨ªcil hasta que la saca tu colega y dice que no era para tanto. Incidimos en un concepto completamente subjetivo, el de la dificultad en la escalada, porque un lego en la materia puede llegar a pensar que si una ¡®ancianita¡¯ de 90 a?os sube la pared Western Totes Gebirge, puede ser tan asequible como jugar una partida de domin¨® (recuerden la religi¨®n que se profesa en nuestro pa¨ªs: ¡°Soy espa?ol, ?a qu¨¦ quieres que te gane?¡±). ¡°La gente, incluidos los escaladores, tiende por naturaleza a buscar lo seguro y c¨®modo. Dentro del contexto habitual de nuestro deporte, arriesgado y de aventura, tambi¨¦n nos resistimos a exponernos a situaciones inseguras e inc¨®modas. Parad¨®jicamente, afrontar riesgos aumenta nuestra seguridad y nuestra comodidad. Los peligros repentinos nos acechan por todas partes: quedarnos sin trabajo, que un coche nos atropelle, contraer una enfermedad mortal¡­ Una actitud cobarde y protectora ante la vida no reduce esos peligros. S¨®lo sirve para hacernos esclavos del miedo y v¨ªctimas de una ansiedad constante¡±, detalla Arno Ilgner en el libro Guerreros de la roca. Maria Kittl afronta esos riesgos, aun cuando a?o a a?o sus capacidades f¨ªsicas van mermando. Esa aptitud disminuida ahora para la escalada, la suple con un gu¨ªa de monta?a porque, como bien dec¨ªa Alex Lowe, ¡°morir ser¨ªa fracasar como escalador y mantenerse vivo es la primera regla¡±. Pero mantiene una parte importante de esa t¨¦cnica, que le permite seguir escalando a otro nivel, una circunstancia por ejemplo que no se da en el f¨²tbol, donde ya es extra?o ver a exjugadores en los equipos de veteranos con m¨¢s de 60 a?os. En alpinismo, donde leemos con asiduidad relatos ¨¦picos, no parece tan extra?o encontrar diferentes Carlos Sorias, el ¨²nico alpinista que ha escalado diez monta?as de m¨¢s de 8.000 metros despu¨¦s de cumplir los 60 a?os y es la persona m¨¢s veterana en la historia que ha ascendido con ¨¦xito al K2 (65 a?os), Broad Peak (68 a?os), Makalu (69 a?os), Gasherbrum I (70 a?os), Manaslu (71 a?os), Kanchenjunga (75 a?os) y Annapurna (77 a?os). Pero en la escalada, como en la vida, siempre habr¨¢ alguien que haga un grado m¨¢s que t¨². Miren el caso de Marcel Remy, que segu¨ªa escalando con ?98 a?os! En 2017, con 94 a?os, conquist¨® el Miroir de l'Argentine, un cl¨¢sico de la escalada suiza con sus 500 metros de pared caliza.

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O el japon¨¦s Yuichiro Miura (nacido el 12 de octubre de 1932), que se convirti¨® en la persona m¨¢s longeva en conquistar el Everest, con 80 a?os en 2013, y lo hizo cuatro meses despu¨¦s de haber sido operado del coraz¨®n. Sus ¨¦xitos, adem¨¢s de una resistente actitud, vienen tambi¨¦n apoyados en incre¨ªbles aptitudes que le llevaron a conseguir retos imposibles hace m¨¢s de 50 a?os, como el de convertirse en la primera persona en esquiar el Monte Everest (6 de mayo de 1970). Un r¨¦cord que arrebat¨® al nepal¨ª Min Bahadur Sherchan, que falleci¨® con 85 a?os el pasado 6 de mayo de 2017, cuando intentaba recuperar el ¡®t¨ªtulo¡¯ que hab¨ªa conseguido en 2008 con 76 a?os. En el deporte de la escalada tambi¨¦n se vive una f¨¦rrea competitividad, que, sin ir m¨¢s lejos, se desarrolla en los ahora cientos de roc¨®dromos que habitan en nuestro pa¨ªs, donde los escaladores buscan completar v¨ªas cada vez m¨¢s dif¨ªciles. ¡°No se puede ser un h¨¦roe y a la vez pretender sobrevivir¡±, dec¨ªa el fot¨®grafo, escritor y alpinista alem¨¢n Reinhard Karl. A lo mejor, Maria Kittl se ha convertido en una hero¨ªna en su pa¨ªs por abrir una nueva v¨ªa que combina la actitud y aptitud. No hace falta morir en el juego, ni tampoco ser el/la que establezca todos los r¨¦cords. Simplemente, y parafraseando a Alex Lowe, ¡°la mejor escaladora del mundo es la que m¨¢s disfruta con lo que hace¡±. Y as¨ª se descubri¨® esta historia, gracias a la difusi¨®n de su gu¨ªa de monta?a por las redes sociales, que la llev¨® a ser reclamo en el portal tur¨ªstico de su pa¨ªs. Un gu¨ªa, como lo fue Lionel Terray, quien dec¨ªa que el alpinismo es, sobre todo, una actividad de gente joven. Gente como la gran Maria Kittl: la juventud en l@s escaladores, como el grado en la escalada, se alcanza por consenso y no por la fecha de nacimiento...

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