Hace 50 a?os era uno de los rostros m¨¢s reconocidos de la televisi¨®n gracias al programa ¡®Las diez de ¨²ltimas¡¯, de Televisi¨®n Espa?ola, o ¡®La Actualidad Espa?ola¡¯, con F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente o Miguel de la Quadra-Salcedo. Alpinista, abogado, periodista, acad¨¦mico de la Real Academia de Doctores y socio de honor de la Sociedad Geogr¨¢fica Espa?ola. Con casi 40 libros escritos, el curr¨ªculum de C¨¦sar P¨¦rez de Tudela (16 de junio de 1940) es casi imposible de resumir. Presentarse en su casa de Torrelodones para matar el gusanillo de plumilla de anta?o, de los que enciende una grabadora convencido de que la transcripci¨®n merecer¨¢ la pena, era un aliciente. Tambi¨¦n el de contarle a mi hija que iba a entrevistar a un tipo que vio al Yeti, como el de la pel¨ªcula Smallfoot, proporcionaba a la jornada cierto tinte de ¨¦pica paternal. La idea era transcribir la charla con el personaje para que pudiera interesar tanto a los que saben que ten¨ªa ante m¨ª al ¡®Di St¨¦fano del alpinismo espa?ol¡¯, como para los que no saben ni lo que es un piolet. Puede que fuera una aventura demasiado ambiciosa, y de alto riesgo, en tiempos de la dictadura del clic. Pero decid¨ª hacer caso al ni?o que llevo dentro. Unos d¨ªas antes del encuentro, el pasado 23 de junio, hab¨ªa escalado el Espol¨®n Manol¨ªn, en el Pico de la Miel. Llegu¨¦ con una vistosa herida en mi codo para lucir ante un entrevistado que ha visto demasiadas veces la muerte de cerca. Pens¨¦ que pod¨ªa ser una buena manera de romper el hielo.
C¨¦sar, ?c¨®mo se presentar¨ªa ante alguien que no sepa qui¨¦n es usted?
El alpinista que ha tenido m¨¢s sucesos. Realmente la vida es una colecci¨®n de sucesos. Si nunca te pasa nada, ?para qu¨¦ est¨¢s aqu¨ª? No s¨¦ si es para vanagloriarme o condenarte.
No s¨¦ si hablar con usted de periodista a periodista, como abogado, como alpinista, como formador de emergencias y Protecci¨®n Civil¡
Ahora estoy hecho un l¨ªo, no podemos presumir ya (sonr¨ªe). Muri¨® Salvador Rivas, no s¨¦ si te suena. El s¨¢bado tiran las cenizas y tengo que decir algo. Fue un tipo extraordinario. En su vertiente acad¨¦mica como bot¨¢nico y en su vertiente como alpinista.
El objetivo de esta entrevista es transcribir esta charla y que quede dibujado un perfil suyo sin que yo retoque, quite, a?ade o adorne mucho con mis palabras¡
Soy el alpinista que m¨¢s ha salido en los medios. Ahora est¨¢n saliendo otras generaciones y las cosas no son como han sido antes. Son diferentes. En el AS yo he hecho seriales de cap¨ªtulos sobre alpinismo.
Mire, he venido preparado y me he tra¨ªdo el primer ejemplar de AS, publicado el 6 de diciembre de 1967. Dedic¨¢bamos por aquel entonces una p¨¢gina entera al alpinismo, observe¡ (le ense?o la p¨¢gina)
Joder, s¨ª. F¨ªjate. Qu¨¦ foto m¨¢s bonita. Voy a coger las gafas. Mira, est¨¢n el Culebras; el Tino, que muri¨® en las Buitreras; Ezequiel; Mois¨¦s Casta?o; Carlos Soria; Jaime Garc¨ªa Ors; Repiso; Fernando Mart¨ªn, que muri¨® en una expedici¨®n conmigo en Tierra de Fuego; Agust¨ªn Fox; Paco Urs¨¢n, que escal¨® conmigo el Fraga y que nos quedamos colgados toda la noche de un buril... Qu¨¦ bonita la foto.
?Qu¨¦ ha cambiado en los medios de comunicaci¨®n?
(Fija su mirada en la portada del primer n¨²mero de AS). Mira, nuestro amigo Santana. Antes dec¨ªan, mira: ¡°Santana es al tenis lo que Tudela al alpinismo¡±. Santana fue una bomba. Aqu¨ª estamos, a tu disposici¨®n.
Le preguntaba qu¨¦ ha cambiado en los medios de comunicaci¨®n desde que usted fuera un fen¨®meno en los medios¡
Mi tema es curios¨ªsimo, porque surgi¨® el inter¨¦s a trav¨¦s de televisi¨®n. Luego empezaron a ocurrir sucesos como el rescate de los dos que estaban colgados en el Naranjo de Bulnes, Arrabal y Lastra. Toda una serie de sucesos que ten¨ªan a la gente muy interesada.
?Por qu¨¦ esa atracci¨®n por el monta?ismo en televisi¨®n?
Era algo nuevo que los medios daban. La gente no es tonta y dec¨ªa: ¡°Esto s¨ª que es serio, aqu¨ª muere la gente. Esto es un deporte, s¨ª, pero en el que te matas¡±. Fue un acontecimiento curioso. Yo quer¨ªa repartir juego: hablar de uno y hablar de otro. Pero en los ¨¢mbitos empresariales del periodismo no interesaba que yo hablara de otros, ten¨ªa que ser yo el que hablara. Era el ¨²nico que interesaba.
?Usted s¨®lo?
S¨®lo exist¨ªa el alpinista de la televisi¨®n, que era yo. Entonces ser el alpinista de la televisi¨®n tra¨ªa muchas envidias.
?Por qu¨¦ cree que le eligieron a usted? Compart¨ªa pantalla con personajes de diversa ¨ªndole en aquellos a?os 70 en Televisi¨®n Espa?ola: Pedro Carrasco, ?ngel Nieto, Nino Bravo¡
Mira, ahora que mencionas a Pedro Carrasco y ?ngel, fueron los m¨¢s grandes en sus respectivos deportes. Yo no s¨¦ darte el porqu¨¦ de mi salto televisivo. Quiz¨¢s yo era m¨¢s hablador que otros; quiz¨¢s analizaba m¨¢s el suceso. A ver, yo era de los mejores entre los m¨¢s activos. Pero no interesaba nadie m¨¢s que mi personaje y eso generaba envidias.
Tengo por aqu¨ª una famosa definici¨®n de un periodista de la ¨¦poca sobre usted: ¡°Es pol¨¦mico pero indiscutible¡±. ?Por qu¨¦ era pol¨¦mico?
Ah, s¨ª, s¨ª (sonr¨ªe)¡ Si yo ten¨ªa que decir una cosa, la dec¨ªa muy claramente. Hac¨ªa lo que yo cre¨ªa oportuno. Hasta hace poco sab¨ªa el nombre de este periodista, pero ahora no me sale, siento no recordarlo ahora. Era de los pocos periodistas que alguna escalada hizo. Espera que lo voy a buscar en un libro m¨ªo (se levanta de su asiento para buscar un libro entre los cientos que tiene en su despacho).
Era much¨ªsimo m¨¢s famoso que, por ejemplo, Jes¨²s Calleja ahora, ?no?
Ese s¨ª que es listo, un tipo muy inteligente (sonr¨ªe). No hace mucho le escuch¨¦ en una entrevista hablando sobre m¨ª. A m¨ª me hac¨ªan antes muchas entrevistas, en radio y televisi¨®n. Mira, ahora me bien el nombre del periodista al que te refer¨ªas antes: ?Gilabert!
?Se ha dado cuenta con el paso de los a?os de que en alguna de esas pol¨¦micas que protagoniz¨® estuvo equivocado?
Yo estuve enfadado con la Federaci¨®n Espa?ola de Monta?ismo, donde fui directivo, pero ya sabes, por salir yo en la prensa se enfadaba hasta el presidente. En cuanto yo opinaba, se produc¨ªan titulares. Hab¨ªa gente famosa, como Lastra y Arrabal, que muri¨® a pesar de ser rescatado. Me acuerdo de una portada de AS en la que yo dec¨ªa: ¡°No me compare con Lastra¡±. Escrib¨ªa Julio C¨¦sar Iglesias, un tipo muy bueno. Escrib¨ªa bien y profundizaba bien en cada una de las actividades deportiva de las que escrib¨ªa. Yo en esa entrevista dec¨ªa que no me comparan con Lastra porque ¡°para mencionar lo que yo he hecho necesitar¨ªa un libro y ¨¦l con un cuadernillo tendr¨ªa suficiente¡± (risas). Ya estaba ah¨ª la pol¨¦mica¡
?Pero la buscaba a prop¨®sito para mantener su papel de provocador?
A ver, yo hab¨ªa escalado much¨ªsimo m¨¢s que Lastra y en vez de callarme pues dec¨ªa estas cosas. Ahora no cometer¨ªa estos errores.
?Seguro?
No lo s¨¦ (risas). Yo pod¨ªa ser un poco provocativo, pero sin ninguna intenci¨®n (vuelve a levantarse a por otro libro).
Veo que sigue escribiendo cosas muy interesantes en su p¨¢gina web.
Ahora escribo yo en Facebook. Los a?os pasan y ahora me encuentro muy torpe. He sido de los personajes entrevistado por los m¨¢s famosos entrevistadores. Si Bobby Deglan¨¦ era un entrevistador de radio de lo mejor, no me entrevistaba una vez sino varias veces. Hasta el Loco de la Colina, que ha sido el ¨²ltimo cronol¨®gicamente. He sido muy imitado tambi¨¦n por humoristas importantes desde el Pedro Ruiz este hasta por otros mucho m¨¢s.
¡°Carlos Soria dec¨ªa hace muchos a?os: 'Yo no soy como t¨², yo huyo de los periodistas'. F¨ªjate, ahora le encuentro muy presumido".
?Le sentaban mal las imitaciones que le hac¨ªan?
A veces me causaban sorpresa. No me sentaba mal, mira aqu¨ª tengo alguna caricatura como las del Jueves (me las ense?a). No quiero desviar el tema, veo que tienes tu idea bien planteada. Mira, para m¨ª esto es un tesoro (me ense?a unas medallas de su escritorio). Esta insignia del grupo de Socorro de Monta?a, donde yo fui presidente. Esta fue del grupo de Monta?a del Club Alpino Guadarrama. Esta de la escuela alpina m¨¢s antigua de Italia. Esta era de profesor. Esta es de actual gu¨ªa de alta monta?a. Es de esto de lo que puedo presumir. Yo sinceramente lo he tenido todo, he de reconocerlo. He sido el alpinista que m¨¢s apareci¨® p¨²blicamente, como cuando una vez en un c¨®mic de Zipi y Zape dec¨ªan sobre subirse a una litera: ¡°S¨ª, pero tenemos que pedir consejo a P¨¦rez de Tudela¡±.
Ahora en los medios se habla mucho de Carlos Soria, con 82 a?os¡
Tiene mucha gracia porque toda la vida me criticaba a m¨ª y me dec¨ªa: ¡°Joder, t¨² siempre sales en los medios¡± (suelta una peque?a carcajada). Recuerdo cuando hab¨ªa muerto en el Everest de Ameigo y me dec¨ªa: ¡°Yo no soy como t¨², yo huyo de los periodistas¡±. Ahora no tiene mucho que decir ni hacer porque lleva 12 tentativas para subir un pico que ahora sube la gente, con menos calificaci¨®n, porque Soria ha sido un buen alpinista. Con Soria hab¨ªa amistad, pero en los ¨²ltimos tiempos le encuentro muy presumido. A ver, tiene buenos motivos para ser presumido. Ahora los ochomiles no son nada, porque sube gente muy desconocida, pero con 82 a?os que tiene s¨ª es meritorio. Ahora no es como a ¨¦l le gustaba. Ahora llevas cuatro sherpas que te abren el camino y cuando est¨¢ todo lleno de cuerdas, subes. Ha cambiado mucho el tema. Ahora el himalayismo est¨¢ muy bajo de cotizaci¨®n. Co?o, el Espol¨®n Manol¨ªn por ejemplo es m¨¢s dif¨ªcil.
Bueno, para un principiante como yo es halagador o¨ªr eso, pero creo que, sin tener mucha idea yo de alpinismo, est¨¢ exagerando demasiado¡
No, es que habr¨¢ infinidad de gente que ha subido ahora al Everest y no ser¨ªan capaces de subir al Espol¨®n Manol¨ªn. Es la verdad con el himalayismo. Otra cosa es ir poniendo los pies y un yumar. Pum, pum. Ya con la huella abierta, para meter el cramp¨®n y el campamento montado. Pero si vas al Espol¨®n Manol¨ªn es otra historia.
?Por qu¨¦ s¨®lo interesa a nivel medi¨¢tico el ochomilismo?
Es un error en el que el culpable es el periodismo. Las monta?as m¨¢s altas de la tierra: has subido t¨² y los que han puesto las cuerdas. Antes el alpinismo era bueno porque lo que hac¨ªas, lo hac¨ªas t¨². Si te ayudaban, era s¨®lo un 25% por ciento como mucho. A¨²n hay alpinistas que se van a monta?as desconocidas, sietemiles interesantes y otros que no se han podido adentrar. El ochomilismo vende.
El ochomilismo vende como vend¨ªa usted en los 70 en Televisi¨®n Espa?ola, ?no?
S¨ª, es as¨ª.
?Ahora que alpinistas le gustan? D¨ªgame algunos nombres¡
Hombre, ahora el n¨²mero es tan elevado y tan alto, que es dif¨ªcil. T¨² lo habr¨¢s visto con tus amiguetes c¨®mo escala la gente. Eso no ocurr¨ªa antes. Si antes est¨¢bamos 20 en el mundo de la escalada, ¨¦ramos s¨®lo esos 20.
?C¨®mo hac¨ªa en su ¨¦poca las cr¨®nicas sin port¨¢til ni tel¨¦fono m¨®vil?
Yo fui el primero que llev¨¦ tel¨¦fono v¨ªa sat¨¦lite. Villapalos y Jose Mar¨ªa Garc¨ªa lo pidieron luego inmediatamente. Era un recurso estupendo. Tener un tel¨¦fono v¨ªa sat¨¦lite. Recuerdo que s¨®lo la antena pesaba 60 kilos. Ahora hay tel¨¦fonos v¨ªa sat¨¦lite que pesan lo de un tel¨¦fono m¨®vil. Recuerdo adem¨¢s que, a los dos minutos de estar en la llamada, se cortaba y hab¨ªa que reiniciar todo el proceso de orientar la antena y tal¡ Ese era un procedimiento. Pero normalmente, con m¨¢s frecuencia, cuando ven¨ªa de mis expediciones es cuando elaboraba el reportaje. Era l¨®gico. Ya perd¨ªa porque una cosa era reflejar la emoci¨®n de cuando est¨¢s subiendo a unos d¨ªas despu¨¦s.
Claro, cambia de perspectiva y sentimientos.
S¨ª, en mis tiempos era as¨ª. Yo lo redactaba a la vuelta. Ayer vi una carpeta, que no hab¨ªa visto yo, de mis cr¨®nicas cuando escrib¨ªa yo. Hac¨ªamos las cr¨®nicas Rodriguez de la Fuente y Miguel de la Quadra.
?C¨®mo eran De la Quadra y Rodr¨ªguez de la Fuente?
Miguel era un tipo estupendo. ?l era amigo de la ¡®Diez de ¨²ltimas¡¯. Fue el que le dijo al realizador: ¡°Hay un t¨ªo muy interesante y me present¨®¡±. Me dijeron en TVE: ¡°?Quieres usted participar en un concurso?¡±. Yo viv¨ªa en Barcelona porque era inspector de Polic¨ªa (saca unos recortes de prensa de la ¨¦poca y paramos de nuevo la charla).
?Es cierto que vio al Yeti o fue un cuento del Bar¨®n de Cotopaxi (alter ego narrativo de P¨¦rez de Tudela)?
Aquel atardecer con la linterna te digo que pod¨ªa ser el Yeti o no pod¨ªa serlo. Yo siempre he dudado porque el t¨ªtulo del Yeti fue del editor es muy listo y fue el que lo pone.
?Qu¨¦ crey¨® ver?
Un t¨ªo peludo, alto¡ T¨² coges una linterna y alumbras a un gato y sus ojos brillan. Eso me ocurri¨® a m¨ª con aquel personaje. Yo escrib¨ªa en el Ya, que era el peri¨®dico de m¨¢s tirada de todo el pa¨ªs (vuelve a sacar unos recortes de Prensa).
Mire, titulares con la Marcha Verde (alcanzo a leer en uno de los titulares de unos recortes que me est¨¢ ense?ando del peri¨®dico Ya).
Como periodista me gustaba cubrir temas importantes, tambi¨¦n estuve en la Guerra del Vietnam.
Retomemos por d¨®nde ¨ªbamos. ?Con qu¨¦ calzado se sub¨ªa el Naranjo de Bulnes durante su ¨¦poca?
Con bota dura y doble.
?Cu¨¢ndo evoluciona el calzado en el mundo de la escalada?
En los a?os 72 ¨® 74 empieza el pie de gato. No con goma cocida, pero empieza las cletas que se llaman. Una bota ligerita con una pastilla de una suela famosa que ahora no me sale el nombre. Tengo mucho por ah¨ª, pero si me pongo a buscarlo estoy perdido (volvemos a interrumpir la entrevista para buscar otros recortes de Prensa por su despacho).
?Se licenci¨® antes de Derecho o en Periodismo?
Soy de la promoci¨®n del Rey, me licenci¨¦ antes en Derecho que en Periodismo. El Rey no hizo m¨¢s que ir a clase en los ¨²ltimos cursos¡
Ah, cre¨ªa que me iba a decir en los ¨²ltimos d¨ªas¡
No, estuvo en las academias militares y pas¨® para terminar su formaci¨®n en el mundo del derecho, pero el Rey se lo tomaba un poco a chirigota.
?Le gusta el Derecho?
Me gustaba m¨¢s antes. A medida que vas dejando las asignaturas m¨¢s fundamentales y a medida que se mete en el derecho procesal, que es un rollazo. Me fue gustando la carrera hasta el final. Yo argumentaba bien en derecho. En aquellos tiempos hab¨ªa pocas leyes. Ahora es un marem¨¢gnum de leyes, por eso se especializan. Luego empec¨¦ con el Periodismo y pensando que me iban a convalidar mucho, pero luego no me convalidaron nada. Hab¨ªa mucho titulado en la vieja Escuela de Periodismo que quer¨ªa licenciarse.
?C¨®mo le daba la vida para hacer tantas cosas?
Es cierto, nunca he perdido el tiempo. Siempre he estado estudiando, escribiendo, haciendo gimnasia, y¨¦ndome a escalar¡ Perder el tiempo nunca lo he perdido. Para m¨ªa escalar era la esencia de mi existencia. La escalada en roca no digamos. La escalada en hielo es m¨¢s camel¨ªstico.
?Le ve¨ªan en la facultad de Periodismo como el raro?
En parte s¨ª. Pedro Rodr¨ªguez era famoso. Por aquellos tiempos o estabas en lo deportivo, o en el ¨¢mbito pol¨ªtico. Era mucho m¨¢s famoso F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente que Pedro Rodr¨ªguez, por ejemplo.
Hoy en d¨ªa el Periodismo y el Derecho s¨ª que son profesiones de alto riesgo¡
Ahora nada, est¨¢ muy dif¨ªcil. En mis tiempos hab¨ªa titulitis. Mira a Jes¨²s Mar¨ªa Amilibia, que trabajaba en la barra de un bar y se hizo periodista en el peri¨®dico Pueblo. F¨ªjate ahora en S¨¢lvame, hay pocos periodistas titulados. Y a la empresa le importa tres cojones que est¨¦n titulados. Lo que quieren es que den buena opini¨®n.
Ahora se abusa demasiado de la opini¨®n y vemos poco an¨¢lisis, ?no cree?
Los tiempos de hoy son de pena.
?Sigue viendo la tele y escuchando la radio?
S¨ª, yo siempre estaba con programas de radio.
Hasta hace poco estaba con Juanma Rodr¨ªguez en Al Primer Palo, ?no?
Lo dej¨¦ porque me ven¨ªa muy mal de horario. Era un tipo muy curioso Juanma.
S¨ª, de la people de Goles. Yo le escuchaba mucho por aquellos tiempos y, sobre todo, cuando hac¨ªa el mediod¨ªa de Cope. Me encantaba¡
Me sorprende, le escuchaba mucha gente. Es un personaje.
Antes era muy de radio, ahora ha cogido mucha fama por El Chiringuito y su papel de madridista¡
S¨ª, la gente dice que es como muy partidario del Madrid. Como diciendo que no es objetivo.
?Se ha abusado en el periodismo del forofismo?
Aqu¨ª somos muy partidarios del forofismo. Juanma, por ejemplo, seguir¨¢ siendo personaje, porque tiene opini¨®n y es valiente. Yo creo que eso a la gente le gusta. En mi caso, le gustaba c¨®mo respond¨ªa yo. ?Para qu¨¦ vas a falsear tu situaci¨®n? Yo he vivido profundamente el monta?ismo. He escrito treinta y tantos libros, unos buenos, otros regulares y otros flojos. Las editoriales si sabes que vas a vender, te publican todo. Ahora tengo un libro que tiene seriedad (empieza a ense?arme).
?Cu¨¢les son los libros suyos de los que est¨¢ m¨¢s orgulloso?
(Vuelve a levantarse hacia la montonera de libros que tiene a dos metros de s¨ª para ense?arme cada uno de los libros por los que le pregunto). El Lama Milarepa, Memorias de un alpinista, Cinco monta?as solo y ?Era necesario morir? Dicen del ciclismo que se sufre mucho, y es verdad. Pero en el ¨²nico deporte en el que te puedes matar es el alpinismo. Todo eso, el riesgo de la monta?a y el sufrimiento del alpinismo es lo que nos llama la atenci¨®n. No dices a tus amigos: ¡°Vente y disfruta en el monte¡±. No. Vas, las pasas putas y luego te sientes orgulloso de c¨®mo lo has pasado.
Cu¨¦nteme cosas de La Pedriza. ?Le digo a mi colega que podemos subir El P¨¢jaro sin pies de gato?
He escalado con bota dura y con abarcas, la de los pastores. Las v¨ªas eran distintas las que hac¨ªamos por aquellos tiempos. Ten¨ªas que encontrar fisuras donde empotrarte o chimeneas donde abrirte. La placa no la puedes usar hasta que llegan los pies de gato, donde la adherencia es esencial. La Pedriza es uno de los lugares del mundo m¨¢s curiosos. Esas rocas tan lisas y bonitas en parte. Me ha encantado La Pedriza y durante un tiempo yo cre¨ªa que El P¨¢jaro era m¨ªo. F¨ªjate qu¨¦ disparate¡
Se met¨ªa con la moto hasta El P¨¢jaro, eh¡
Joder, qu¨¦ broncas. ¡°Tudela, cabr¨®n, aqu¨ª venimos a escuchar los pajaritos, no tu moto¡±, me dec¨ªan. Ah¨ª tengo la moto, en la parte de atr¨¢s de mi casa. Fueron una serie de d¨ªas y me di cuenta de lo que significaba para los dem¨¢s. Ahora no, la bici te la ponen encima de la v¨ªa.
?C¨®mo ve ahora La Pedriza?
Ahora han puesto horario y limitaciones: he ido muy poco. Aquello parece una oficina. El tema de la Pedriza y la escalada te endurece y psicol¨®gicamente te hace fuerte. Pero tenemos riesgo de que hay accidentes. Cuanta m¨¢s gente, m¨¢s accidentes. No hay vuelta de ajo.
"Me acuerdo un d¨ªa que me cruc¨¦ con Aznar y me dijo: 'Mira, toca aqu¨ª qu¨¦ fuerte estoy' Hac¨ªa una barbaridad de dominadas con Lombao".
De accidentes y muertes usted puede hablar con conocimiento de causa. Ha vivido muchas, hasta la de su primera mujer en el Himalaya¡
Lo de Elena fue en Hindu Kush en agosto del 1970.
?C¨®mo se repone un ser humano a ese trance?
Joder (se queda unos segundos pensando). No tengo inconveniente en decir que soy un sufriente y yo he sufrido situaciones duras. Situaciones tensas y dram¨¢ticas. La muerte de Elena es un cap¨ªtulo de mi vida importante. Pero Fernando Mart¨ªn muere tambi¨¦n en una expedici¨®n m¨ªa, en donde el bloque de hielo le cae en la cabeza a ¨¦l en lugar de a m¨ª. Vamos bajando y cayendo por el precipicio. Era un t¨ªo muy grande y se le daba bien la televisi¨®n. Hay unos instantes que vamos cayendo los dos. Ah¨ª nos quedamos. Yo consigo meter una clavija porque si ¨¦l segu¨ªa cayendo, yo tambi¨¦n. Estuve ah¨ª dos d¨ªas y dos noches hasta que se muere y digo: ¡°Tengo que salvarme como sea, soy padre de familia¡±. Eso influye mucho.
Sorprende que ya con hijos decidiera asumir esos riesgos¡
Te acuerdas mucho. Estoy recordando una entrevista que hice a Fernando Garrido en la Aconcagua y me hab¨ªa dado una bolsita de almendras mi hija Paulita y arriba ech¨¦ mano de las almendras, perdidos de la realidad, lo que me ata a la vida son las almendras de mi hija.
?No pens¨® alguna vez que todo el riesgo que asum¨ªa tal vez no merec¨ªa la pena?
Ahora que tengo la misma edad que nuestro amigo Carlos Soria es cuando estoy rememorando sucesos que me han ocurrido, desde confundir a una piedra con un soldado. Ahora me estoy dando cuenta las vivencias que he tenido. Pero otro otro lado soy muy filosofo y estudioso de la vivencia, que es lo que caracteriza al humano. Soy muy orteguiano. En ese sentido soy m¨¢s rico que otros y tambi¨¦n m¨¢s sufriente. Digo: ¡°Qu¨¦ barbaridad¡±. No s¨¦ si ahora lo har¨ªa. Las ¨²ltimas veces que he subido al Naranjo he pensado: ¡°Co?o, ahora estoy mucho m¨¢s alto¡±. Pero en realidad es la percepci¨®n del riesgo. Durante la pandemia, un a?o pr¨¢cticamente, he subido poco a la monta?a. He descubierto alg¨²n problema de tipo neurol¨®gico y ahora me cuesta mantener el equilibrio. Mantener la cabeza tranquila cuando todo a tu lado es cabeza perdida dice Kliping. Ahora no basta agarrarte¡ A veces para entrenarme, subes a Pe?alara por la parte de las lagunas, donde hay farallones rocosos, que es por donde t¨² puedes trepar, y al final est¨¢ la cornisa. Entonces me ha ocurrido que subo en solitario, lo m¨¢s dif¨ªcil es tercer grado, pero ah¨ª mismo he perdido¡ Lo cual hay que pens¨¢rselo. Puedes estar subiendo un tercero, pero si te caes, te matas.
?C¨®mo lleva el paso del tiempo y ver que el cuerpo ya no responde como lo hac¨ªa antes?
Mi mayor m¨¦rito es hacer la prenorte del Eiger, durante muchos a?os era una terrible escalada. Ahora dir¨ªa: ¡°?Me costar¨ªa meterme?¡±. Hasta hace poco, te dir¨ªa que s¨ª. Pero ahora no s¨¦ si lo har¨ªa. Hab¨ªa gente como Rivas, por ejemplo, que se casaba y no var¨ªa su ritmo como escalador. Eso era infrecuente. Hay periodos de tu vida que el riesgo lo tienes muy lejano. Oyes que Menganito se ha matado, pero no lo ves.
?Se considera inmortal?
Ahora digo, joder: c¨®mo no me va a pasar? Me ten¨ªa que haber pasado. En Monte Olivia me ca¨ª 300 metros por el hielo. Iba subiendo y dec¨ªa: ¡°Esto se ha complicado¡±. A ver c¨®mo bajo de aqu¨ª, llevaba una cuerda de 30 metros, con algunos anillos y clavijas. Llegu¨¦ a la cumbre y baj¨¦ descuidado y de pronto un resbal¨®n. Joder. Pierdes el conocimiento. Me qued¨¦ sentado en un mont¨®n de nieve. He tenido sucesos inveros¨ªmiles.
Como sufrir dos infartos en la monta?a¡
Y un c¨¢ncer ¨²ltimamente. Los infartos fue uno en el Everest y otro en a 6.000 metros de altura. En ese sentido, soy rico en experiencias.
?Ninguno de sus cinco hijos le dec¨ªa: ¡°Pap¨¢, deja de jugarte la vida¡±?
Marta me dec¨ªa que le daba mucho miedo cuando volaba en parapente, porque dec¨ªa que yo era muy malo. Los hijos influyen, s¨ª. Qu¨¦ duda cabe. En mi casa el material de alpinismo ocupaba mucho espacio.
Hablando de parapente, me viene a la cabeza el programa de Al Filo de lo Imposible en el que Carlos Su¨¢rez baj¨® del Naranjo en parapente¡
Ese s¨ª que es un personaje. Porque adem¨¢s es un t¨ªo sencillo como ¨¦l solo. En los ¨²ltimos tiempos no aguanto ni una conferencia de los alpinistas porque no me cuentan nada interesante. Leer las revistas de alpinismo no encuentro ning¨²n relato interesante. Carlos Su¨¢rez es bueno como escalador en roca, bueno como persona y valiente exagerado. Yo le dec¨ªa: ¡°Carlos, no jodas, no te pongas el traje de alas ese de vuelo¡±. Ahora no lo hace y me alegra que no lo haga. Es un t¨ªo bueno, bueno¡ Ha aprendido a psicoanalizarse. No escala por escalar. Cuando he coincidido con ¨¦l en ciclos de conferencias, es con el ¨²nico que me quedo a escucharle. El resto no me cuentan nada diferente, pero ¨¦l s¨ª.
Menos mal, le he sacado un nombre propio, que antes no quiso darme ninguno.
Es que el Carlitos es un punto y aparte. Le deseo lo mejor en todos los terrenos. F¨ªjate yo con dos carreras, acad¨¦mico y todos los honores, en cambio me he enlozado en este mundo del alpinismo, del riesgo, del sufrimiento¡ Pero ¨¦l se dedica a esto en cuerpo y alma. De vez en cuando te encuentras alg¨²n personaje como estos que merece la pena.
?No le vienen nombres a la cabeza que me pueda dar de esos que le impresione?
D¨¦jeme que me piense a ver si me responde la memoria.
?Qu¨¦ tipo de entrenamiento hac¨ªa usted cuando era joven?
Yo he sido un poco mani¨¢tico del entrenamiento. El fin de semana escalabas y cuando el tiempo era bueno, te escapabas cuando pod¨ªas. Ahora los que se dedican a la escalada, escalan todo el d¨ªa durante ocho horas. La diferencia es enorme. Hac¨ªa gimnasio, s¨ª. Pero era otra historia
?Cu¨¢ntas dominadas se pod¨ªa hacer en sus buenos tiempos?
El que las med¨ªa era Aznar, joder. Le entrenaba el Lombao, que era campe¨®n de jabalina. Me acuerdo un d¨ªa que estaba esper¨¢ndole en el Casino de Madrid, me encontr¨¦ a Aznar y me dijo: ¡°Mira, toca aqu¨ª qu¨¦ fuerte estoy¡±.
?Aznar?
S¨ª (r¨ªe). A ¨¦l le sal¨ªan 100 dominadas al d¨ªa o a la semana. No recuerdo c¨®mo era el asunto, pero era una barbaridad. Hace tres o cuatro a?os se muri¨® el Lombao.
Hablando de m¨¢s personalidades. H¨¢bleme de lo que ense?¨® usted al actual Rey, Felipe. Usted dirigi¨® los primeros pasos de su Alteza Real por las rocas y caminos de algunas monta?as de Espa?a: Picos de Urbi¨®n, Candanchu, La Vera, Monta?as de Zamora¡
La otra educaci¨®n del pr¨ªncipe Felipe. Podr¨ªa contar mucho m¨¢s. Le ense?¨¢bamos a abrigarse con la vegetaci¨®n, a prender un fuego cuando todo est¨¢ mojado, a subirse a una roca¡ La verdad es que era un buen chico. Muy obediente. Cuando yo le ense?¨¦ todo eso fue entre los 8 y 12 a?os, antes de que se fuera a Canad¨¢
?Se acuerda de usted?
S¨ª, es curioso. Tengo una sobrina, que es conservadora en el Monasterio de El Escorial, y la presentaron en un acto con los Reyes como Almudena P¨¦rez de Tudela, luego Felipe pregunt¨® si ten¨ªa algo que ver conmigo. Recuerdo esas reuniones con los ni?os y contarles c¨®mo era pasarlas putas en la monta?a.
Pero adem¨¢s del sufrimiento f¨ªsico, pasarlas putas es estar al frente de una expedici¨®n, como las que comand¨® en 1990 y 1992 al Everest y organizadas por la Universidad Complutense, y comunicar la muerte a sus familiares¡
Joder, s¨ª (se detiene un par de segundos). Lo pas¨¦ muy mal en el Everest cuando en el Everest muere Rafael G¨®mez Menor y un sherpa muy engre¨ªdo y casado con una japonesa. Yo era el jefe de la expedici¨®n y hay que comentar a los padres de Rafal G¨®mez Menor que su hijo ha muerto. Hay gente elegante y gente con resignaci¨®n. Luego en otra ocasi¨®n me acuerdo de otro episodio en Pe?a Olvidada, que estaba con los hu¨¦rfanos de la Polic¨ªa Nacional, y la Guardia Civil me pidi¨® ayuda porque hubo un accidente grave. Recuerdo yendo hacia el cementerio y me cogi¨® un se?or por banda. Menos mal que iba con un t¨ªo grand¨®n, porque si no, me mata. Me dec¨ªa que yo era el culpable de la muerte de su hijo porque se hab¨ªa aficionado al alpinismo y que eso era una barbaridad. Hay reacciones tan distintas¡
?Y c¨®mo se duerme con eso?
No hago demasiado caso a lo que me dicen. Como aquel reportero, Carlos Cela, que me dijo: ¡°?C¨®mo t¨² est¨¢s vivo y el resto que van contigo mueren?¡±. Mira, conmigo no ha muerto nadie. Conmigo muri¨® Elena por edema cerebral, pero no se conoc¨ªa por aquellos tiempos lo del edema. He vivido situaciones duras, he vivido una vida intensa y muchas subidas.
Pero debe ser una mala experiencia que venga un padre a culparle de la muerte de su hijo. Su vida es interesante porque, mejor o peor, la sigue contando. Pero cuando ya no la puedes contar no hay m¨¢s vuelta de hoja¡
Ves, en ese terreno me he mantenido bastante ausente. Una vez hecho, est¨¢ hecho. Una vez narrado, ya est¨¢. Honradamente, he vivido una vida llena. No he subido ning¨²n ocho mil, intent¨¦ el Annapurna en solitario y me libr¨¦ por la onda expansiva de una avalancha que me tir¨® por el glaciar.
?Por qu¨¦ se vino a Torrelodones a vivir?
Llevo m¨¢s de 20 a?os aqu¨ª. He volado en parapente y es una asignatura interesante tambi¨¦n. El miedo que pasas. Esos conceptos emocionantes que sacas en la vida, yo le saqu¨¦ mucho partido. Vine porque a la semana me escapaba tres o cuatro d¨ªas a entrenar, escalar, esqu¨ª de fondo¡ Yo he sacado mucho partido filos¨®fico al alpinismo. Ahora lo que me sorprende en los ¨²ltimos 15 a?os ese este movimiento de escaladores por todos los lados¡
"Un d¨ªa me abord¨® un padre al que se le muri¨® su hijo en la monta?a. Me quer¨ªa matar. Me dec¨ªa que yo era el culpable porque se hab¨ªa aficionado al alpinismo"
Mire a Fernando Sim¨®n¡
Un tipo curioso este. Empez¨® a ir al roc¨®dromo de Joaqu¨ªn Colorado, disc¨ªpulo m¨ªo. El t¨ªo me gusta.
El deporte, sea cual sea, se centra mucho s¨®lo en el que gana, no en el que pierde o fracasa¡
El fracasado tiene mucha historia. Es que esto del alpinismo tiene mucho sustratum. Y eso es lo interesante del alpinismo. No es el que hace el 9B despu¨¦s de intentarlo muchas veces. Cuando fui al Cerro Torre, me interesaban muchos los problemas de la escalada, pero a m¨ª eso ahora no me interesa. A m¨ª me interesa la sensaci¨®n del miedo y qu¨¦ sensaciones te produce. ?Qu¨¦ quiero yo con 82 a?os? Pues querr¨ªa bajar en parapente por el Fujiyama, porque es un invento cojonudo. Es un avi¨®n de tela que llevas en la mochila y lo tiras. Yo organizaba los viajes de monta?a de mi colegio de abogados. Quer¨ªa subir y aguantar y salir volando para contarlo. Para contarlo, me lo cuento antes a m¨ª mismo.
Ese ejercicio de retrospecci¨®n al escribir, ?no?
T¨² hablas el mismo idioma que yo, est¨¢ muy bien planteado. ?C¨®mo se te ha ocurrido hacerme una entrevista? Ni siquiera Juanito Oiarzabal ha tenido tanta prensa como tuve yo. Pero, ?ahora? No suelo recibir muchas visitas y pens¨¦: ¡°No estoy tan arrinconado¡±.
Quer¨ªa alguien que me diera buenos titulares, a ver si hacen clic¡
A m¨ª me reconoce la gente mayor. Me conoc¨ªan los mayores de 40, pero otras edades ya no me conocen¡
Pues f¨ªjese, entonces s¨ª que estoy practicando un deporte de riesgo, porque no veo a mucho octogenario pinchando aqu¨ª ni t¨ªos como yo de 37¡
Pues pensaba que ten¨ªas muchos menos.
Bueno, la edad enga?a mire usted mismo o Carlos Soria, parecen mucho m¨¢s j¨®venes de lo que marca su DNI¡
Me parece que Carlos Soria ¨²ltimamente se ha engre¨ªdo mucho.
Bueno, dejemos mejor el cap¨ªtulo de Carlos Soria, que ya me ha hablado de ¨¦l.
Tampoco quiero genera pol¨¦mica, en absoluto.
Me interesaba de usted, por ejemplo, episodios como el que protagoniz¨® en el Pe?¨®n de Gibraltar. Me habr¨ªa encantado vivir esa ¨¦poca y narrar ese intento de acometer la escalada por la dificil¨ªsima cara nordeste, a 426 metros sobre el nivel del mar. Una pared pr¨¢cticamente vertical que, a partir de los 30 metros, el plano comienza a alcanzar los 90 grados en sus tres cuartas partes¡
Ah¨ª las pas¨¦ putas.
Acab¨® con el f¨¦mur partido en dos y 26 horas esperando el rescate desde 400 metros.
Ahora que estoy con ese libro de experiencias. Fue una escalada con mucha prensa. Mira, ah¨ª est¨¢ la portada del ABC. Hay otros que no les ha pasado nada. Han ido a escaladas muy dif¨ªciles, pero no les ha pasado nada. Yo he buscado otra vertiente. En ese sentido estoy orgulloso de mi protagonismo.
Entiendo.
Me ha sorprendido tu visita. Por cierto, ?ahora qu¨¦ tira m¨¢s el As o el Marca? Yo me acuerdo que AS fue una revoluci¨®n en mi ¨¦poca con el huecograbado¡
Ahora hay una crisis importante con el tema del papel.
Oye, y qu¨¦ suerte tuviste t¨² al encontrar trabajo de periodista, ?no?
S¨ª, a veces cuando haces las cosas de coraz¨®n, como esta entrevista, pues tienes suerte.
Pues mira en el archivo porque estuve en muchas p¨¢ginas de AS. Y en AS Color tambi¨¦n hay algo.
Qu¨¦ curioso, esto va a ser para As Color, pero en Internet.
Yo siempre he escrito con m¨¢quina de escribir. Ahora soy un torpe. Me ha atropellado la evoluci¨®n tecnol¨®gica. Ese bicho (se?alando al m¨®vil) no lo domino nada.
Por ¨²ltimo, si estuviera activo en el mundo del periodismo. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa hacer?
Hablar bien de mis amigos (risas).
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