Par¨¢lisis por an¨¢lisis. Quien no haya estado en el lineal de un supermercado con dos productos en la mano deshojando la margarita que levante la mano. No siempre resulta sencillo comprar alimentos porque estamos expuestos a infinidad de informaci¨®n que en ocasiones es dif¨ªcil procesar, m¨¢s si buscamos adherirnos a un determinado patr¨®n diet¨¦tico.

Afortunadamente existen formas de saber c¨®mo hacer la cesta de la compra si optamos por criterios relacionados con la salud o la sostenibilidad por ejemplo. Y en este sentido el etiquetado es la principal referencia en lo que a productos envasados se refiere. Los alimentos frescos son otras historia.

Eso s¨ª, la etiqueta convencional, la ¨²nica que es obligatoria hasta que lleguen definitivamente otras alternativas como ¡®nutriscore¡¯, un c¨®digo de colores que identificar¨¢ en las etiquetas de alimentos y bebidas la calidad nutricional, requiere un alto nivel de conocimientos de nutrici¨®n para poder interpretarla y no facilita la compra de alimentos saludables.

?C¨®mo identificar alimentos saludables?

La primera decisi¨®n, y la m¨¢s importante, es saber elegir aquellos alimentos que por definici¨®n son saludables. Con algunos no hay ning¨²n g¨¦nero de dudas. Las frutas y las verduras son saludables ya que su valor nutricional es elevado y beneficioso para el organismo. Pero tambi¨¦n lo son los cereales, legumbres, frutos secos, pescados o carnes blancas. En todos ellos, el aporte de minerales, vitaminas, fibra, ¨¢cidos grasos, prote¨ªnas y grasas insaturadas garantiza una alimentaci¨®n variada y equilibrada, como la que procura la dieta mediterr¨¢nea.

En el caso de los productos envasados hay que saber interpretar el etiquetado o al menos tener unas m¨ªnimas nociones para hacerlo. Es importante tener en cuenta que la cantidad de az¨²cares a?adidos, grasas saturadas o sal son indicadores que nos permiten conocer hasta qu¨¦ punto nos conviene. Un ejemplo en el que estos indicadores suele ser sin¨®nimo de mala alimentaci¨®n son los denominados alimentos ultraprocesados.

Por regla general, son preparaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de otros alimentos que incluyen largas listas de aditivos (conservantes, colorantes, edulcorantes o potenciadores del sabor), con muy poco valor nutricional, que tienen un contenido elevado en grasas, az¨²car o sal y aportan una cantidad ingente de calor¨ªas.

?C¨®mo identificar alimentos seguros?

Aqu¨ª es importante comenzar indicando que todos los productos a la venta en el lineal de un supermercado o tiendas espec¨ªficas de barrio se ajustan a la legislaci¨®n vigente o han pasado los pertinentes an¨¢lisis de calidad que permiten su venta al p¨²blico. Pero en esta ocasi¨®n tambi¨¦n debemos diferenciar entre productos frescos y envasados. Y empezaremos por los ¨²ltimos.

Aqu¨ª debemos remitirnos a la fecha de caducidad y fecha de consumo preferente, ambas indicadas en el etiquetado y relacionadas, aunque no son lo mismo. La fecha de caducidad se refiere a la seguridad y posibles riesgos para la salud de consumir determinados productos y la fecha de consumo preferente se asocia m¨¢s a la calidad de los mismos.

La fecha de caducidad se indica en productos que son muy perecederos y con riesgo microbiol¨®gico por lo que, una vez se sobrepasada la misma, el alimento en cuesti¨®n no debe consumirse por la posible presencia de bacterias pat¨®genas. Es preciso seguir las indicaciones del etiquetado, tanto a nivel de consumo como de conservaci¨®n.

La fecha de consumo preferente se aplica a productos m¨¢s duraderos y est¨¢ directamente relacionada con las propiedades organol¨¦pticas de un alimento como el sabor, la textura, el olor, o el color. Una vez pasada esta fecha se pueden consumir los alimentos, aunque pueden haber perdido parte de esas propiedades pero no hay riesgo microbiol¨®gico.

En el caso de alimentos frescos que pueden o no venir envasados, como frutas, verduras, pescado o carne, es indispensable conservarlos a su temperatura recomendada, pero tambi¨¦n tener en cuenta que llegado el momento el olor, la textura, las manchas, el color, la presencia de moho o directamente un mal sabor son indicadores claros de que algo no va bien. Si se consume un alimento en te¨®rico mal estado, no tiene porqu¨¦ suponer un riesgo para la salud, pero mejor evitarlo.

?C¨®mo saber si un alimento es sostenible?

La alimentaci¨®n sostenible, muy relacionada con el concepto de saludable, busca promover la producci¨®n y consumo responsables, genera un impacto ambiental reducido, lucha contra el cambio clim¨¢tico, respeta la cultura, la biodiversidad y protege los ecosistemas terrestres y la vida submarina.

Aqu¨ª podemos hablar una vez m¨¢s de la dieta mediterr¨¢nea, que es un patr¨®n de alimentaci¨®n y estilo de vida saludable, pero adem¨¢s algunas investigaciones aseguran que el aumento de la adherencia en Espa?a reducir¨ªa las emisiones de gases de efecto invernadero (72%), el uso del suelo (58%) y el consumo de energ¨ªa (52%) y, en menor medida, el consumo de agua (33%).

El etiquetado, una vez m¨¢s, puede darnos pistas sobre si el producto que estamos adquiriendo responde al concepto de sostenible, y existen comercios dedicados exclusivamente a la venta de este tipo de productos

La tecnolog¨ªa como aliada: apps de nutrici¨®n

En los tiempos que corren, en plena era tecnol¨®gica, existen determinadas herramientas que pueden ayudarnos a la hora de tomar una decisi¨®n en el punto de venta. Son las denominadas apps de nutrici¨®n y en la actualidad existen varias opciones que puedes descargar en tu smartphone y cuyo funcionamiento es similar: escaneando el c¨®digo de barras ofrecen datos e informaci¨®n sumamente relevantes que pueden suponer un elemento diferencial a la hora de decantarse por un alimento u otro.

Yuka, MyRealFood, Open Food Facts o El Coco son algunas de las m¨¢s descargadas por los consumidores y sirven, como hemos comentado, para escanear alimentos procesados y obtener una valoraci¨®n nutricional del producto o caracter¨ªsticas sobre su producci¨®n. No es una mala idea probar alguna de ellas.