El lado oscuro de la Navidad: s¨ªndrome de la silla vac¨ªa y s¨ªndrome del villancico
La nostalgia, el estr¨¦s o la ansiedad son alguno de los efectos colaterales de las fiestas navide?as que, lejos de ser id¨ªlicas para muchos, se convierten en un verdero problema para la salud f¨ªsica y mental.
Con la Navidad en plena ebullici¨®n parece que debemos ser felices y se nos impone la obligaci¨®n de disfrutarla, pero la realidad es mucho m¨¢s compleja. Seg¨²n se desprende del 'I Observatorio de la Navidad en Espa?a', elaborado por Ipsos, al 33% de los espa?oles no le gusta la Navidad, mientras que el 27% asegura que le agrada poco y el 6% directamente la odia.
Y en la c¨²spide de los motivos se encuentran la nostalgia y la tristeza produceidas por el denminado s¨ªndrome de la silla vac¨ªa, que surge cuando las emociones por la muerte o la ausencia de un ser querido entran en conflicto con el ambiente festivo t¨ªpico de las celebraciones navide?as.
"Socialmente, la Navidad se asocia con felicidad y armon¨ªa, esto es lo que se nos inculca ya desde la infancia. Evidentemente, no todo el mundo lo vive igual. Depende de las circunstancias vitales de cada uno de nosotros, las cuales pueden ser diversas: tener a personas queridas o familiares hospitalizados, ser inmigrante, estar privado de libertad, tener muy pocos recursos b¨¢sicos, estar pasando por un proceso de duelo, sentirse solo, pasarlo mal por la ausencia y la a?oranza de un ser querido, etc.", explica al respecto S¨ªlvia Sumell, profesora colaboradora del grado de Psicolog¨ªa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Navidad: estr¨¦s y ansiedad¡ y mucho m¨¢s
Pero m¨¢s all¨¢ de los sentimientos contradictorios por encontrarse en una ¨¦poca festiva y no tener motivos para la celebraci¨®n, el estr¨¦s y la ansiedad que produce la Navidad es su conjunto es el segundo motivo de aducen los espa?oles para justificar su escaso esp¨ªritu navide?o. El s¨ªndrome del villancico lo llaman algunos terapeutas.
¡°Con ello nos referimos, por ejemplo, al exceso de consumismo, la obligatoriedad de estar felices, reencontrarnos con personas que no nos caen bien o con las que tenemos conflictos, las elevadas expectativas con los preparativos, o la idea y la presi¨®n social de que todo tiene que estar perfecto¡±, a?ade Sumell.
"La Navidad puede convertirse en un factor de riesgo ambiental o en un desencadenante para que toda esta sintomatolog¨ªa aflore de manera m¨¢s v¨ªvida"
¡°Los m¨¢s habituales son todos los s¨ªntomas que solemos relacionar con la depresi¨®n o que se parecen a ellos, como tristeza, rabia, ganas de llorar, des¨¢nimo, pocas ganas de hacer cosas, apat¨ªa, irritabilidad, sensaci¨®n de estar m¨¢s susceptibles y, muchas veces, una elevada ansiedad?, enumera S¨ªlvia Sumell, a los que hay que a?adir otros como insomnio, dolores de cabeza, dolores musculares y problemas estomacales.
¡°Las personas que previamente ya est¨¢n m¨¢s inestables a escala emocional puede que lo pasen peor en estas fechas, sobre todo por lo que comporta la Navidad o a lo que suele estar relacionada socialmente: reencontrarte con la familia, los regalos, las comidas¡ Son situaciones con mucha carga emocional. No poder cumplir con todo y con todos, por los motivos que sean, lleva a una frustraci¨®n que puede hacer aflorar la sintomatolog¨ªa que comentaba antes o bien puede volverlos m¨¢s intolerantes en estas fechas¡±, expica la experta.
Si bien la Navidad puede aumentar los niveles de estr¨¦s y ansiedad, hasta el punto de que en algunas personas provocan un profundo sentimiento de angustia, los psic¨®logos precisan que estas fechas, en s¨ª, no desencadenan una depresi¨®n. ¡°No es que la Navidad genere un trastorno depresivo, sino m¨¢s bien que si una persona ya experimenta previamente un cuadro depresivo (o sintomatolog¨ªa de tipo depresivo), la Navidad puede convertirse en un factor de riesgo ambiental o en un desencadenante para que toda esta sintomatolog¨ªa aflore de manera m¨¢s v¨ªvida¡±, aclara S¨ªlvia Sumell.
?C¨®mo afrontar el desasosiego en Navidad?
¡°Quiz¨¢s la clave est¨¢ en aceptar nuestras emociones o sentimientos, incluso cuando conviven durante fechas en que se espera que seamos felices Pienso que lo importante es que, cuando nos encontremos en esta situaci¨®n, podamos darnos ¡®permiso¡¯ para estar tristes o para no ¡®sentirnos tan felices¡¯ durante esos d¨ªas, y tambi¨¦n que podamos diferenciar entre ser y estar. Socialmente, muchas veces esto es complicado, sobre todo si estamos en familia, con la pareja o con los hijos, ya que ellos tambi¨¦n sufren las consecuencias. En esos casos, recomiendo tratar de entender por qu¨¦ nos sentimos mal, evitar aspirar a la perfecci¨®n en estas fechas, no focalizar toda la atenci¨®n en las personas ausentes y recordar los buenos momentos vividos con ellas. Adem¨¢s, para evitar el estr¨¦s, hay que intentar organizarse y hacer las tareas necesarias con la m¨¢xima antelaci¨®n. No va bien dejarlo todo para el ¨²ltimo momento¡±, concluye.
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