El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social se ha marcado como objetivo eliminar las hepatitis v¨ªricas como problema de salud p¨²blica en el a?o 2030. Para conseguir dicho objetivo se est¨¢n llevando a cabo diversas acciones en el ¨¢mbito de la prevenci¨®n y del acceso equitativo al tratamiento, dentro del Plan Estrat¨¦gico de Abordaje de la Hepatitis C (PEAHC), alineado con la Estrategia Mundial del sector de la salud contra las hepatitis v¨ªricas (2016-2021).

Desde la puesta en marcha en 2015 del Plan Estrat¨¦gico Nacional para el tratamiento de la Hepatitis C, en Espa?a se ha tratado con antivirales de acci¨®n directa a 132.851 pacientes, y se ha obtenido un efectividad terap¨¦utica del 95,7 por ciento, seg¨²n los datos compartidos por el Ministerio de Sanidad con motivo del D¨ªa Internacional contra esta enfermedad.

Actualmente en la poblaci¨®n general, se estima que el nivel de prevalencia es bajo. As¨ª, en las personas de 20 a 80 a?os la prevalencia de anticuerpos frente al virus de la hepatitis C es de 0,85% y la prevalencia de infecci¨®n activa de 0,22%. Un 29,4% de las personas con infecci¨®n activa no estaban diagnosticadas a finales de 2017, lo que constituye uno de los principales problemas a abordar ya que lograr acceder al diagn¨®stico y tratamiento en los colectivos de mayor riesgo es vital para eliminar esta enfermedad, a¨²n sin vacuna.

El h¨ªgado es el principal ¨®rgano afectado por la hepatitis C. El c¨¢ncer y la cirrosis, que provoca otro tipo de complicaciones como ictericia o hemorragias por varices que puede condicionar la necesidad de un trasplante como tratamiento final, son los principales problemas de salud asociados. El diagn¨®stico es sencillo ya que a trav¨¦s de un an¨¢lisis de sangre se detecta la presencia de anticuerpos de hepatitis y se determina si hay carga viral.

Prevenci¨®n

La prevenci¨®n es, por tanto, clave en el abordaje de la infecci¨®n. Por ello, es importante seguir insistiendo en las campa?as de sensibilizaci¨®n, programas de reducci¨®n de da?os, as¨ª como en la revisi¨®n de las normas de los centros de est¨¦tica, tatuajes, piercing y micropigmentaci¨®n. Tambi¨¦n es b¨¢sico mejorar el conocimiento sobre el diagn¨®stico tard¨ªo as¨ª como reforzar el diagn¨®stico precoz.

?Cu¨¢les son las v¨ªas de transmisi¨®n?

La infecci¨®n por virus de la hepatitis C afecta a personas que han estado expuestas a transfusiones de sangre, uso de hemoderivados y trasplantes de ¨®rganos de donantes con virus de la hepatitis C realizados antes de la detecci¨®n sistem¨¢tica del virus, as¨ª como a otras intervenciones realizadas sin medidas de control adecuadas. Adem¨¢s, otra de las principales v¨ªas de transmisi¨®n es el uso compartido de materiales de inyecci¨®n de drogas con personas con infecci¨®n por virus de la hepatitis C.

Poblaci¨®n de riesgo

• Se recomienda que las personas que hayan consumido drogas esnifadas o inyectadas o recibido productos sangu¨ªneos antes de 1990 se hagan la correspondiente prueba.
• Tambi¨¦n deber¨ªan hac¨¦rsela quienes se hayan sometido a intervenciones sanitarias, tatuajes o piercings sin el correspondiente control o que hayan mantenido relaciones sexuales de riesgo.
• Tampoco se deben olvidar aquellos pacientes en hemodi¨¢lisis o con infecci¨®n por el virus de la inmunodeficiencia humana o el virus de la hepatitis B y las personas internas en centros penitenciarios.
• De igual forma, el personal sanitario expuesto a procedimientos que supongan riesgos biol¨®gicos, debe sopesar la necesidad de solicitar la prueba.