Pesticidas, bacterias, restos de medicamentos o micropl¨¢sticos. Los mejillones lo aspiran todo llegando al filtrar hasta 25 litros de agua al d¨ªa para alimentarse de fitoplancton. Por ello no es de extra?ar que, m¨¢s all¨¢ de sus cualidades como ingrediente, est¨¦n considerados como modelo de bioacumulaci¨®n de diversos tipos de contaminantes.

Estos organismos se posicionan desde hace tiempo como los 'centinelas' del medio ambiente y se utilizan desde hace tiempo como ¡®bioindicadores¡¯ del estado de salud de los mares, lagos o r¨ªos en los que viven. Y no es de extra?ar que se les aplique estrictas medidas sanitarias a los que est¨¢n destinados al consumo humano.

Debido a su importancia, en los ¨²ltimos tiempos son varios los proyectos cient¨ªficos que los incluyen como epicentro de sus investigaciones. Como los desarrollados por la Fundaci¨®n Tara Oc¨¦an, que coloc¨® nasas llenas de mejillones en las costas de los estuarios del r¨ªo T¨¢mesis, Elba y Sena con el objetivo de detectar las part¨ªculas atrapadas y ver si en los tejidos hab¨ªa aditivos qu¨ªmicos.

Importantes funciones

Si los mejillones pueden emplearse de manera generalizada para limpiar las aguas de micropl¨¢sticos es algo que est¨¢ todav¨ªa por definir, aunque en el caso de otros contaminantes, como los pesticidas, los mejillones y las ostras ya juegan un papel fundamental. Incluso se ha llegado a demostrar la capacidad de los mejillones de supresi¨®n y de desactivaci¨®n de bacterias como el E.coli.

Tambi¨¦n se han mostrado especialmente efectivos contra la eutrofizaci¨®n, un exceso de ciertas materias nutritivas, como el nitr¨®geno y el f¨®sforo procedentes de la industria y la agricultura, que conlleva una proliferaci¨®n de las algas que se nutren de ellos, y un empobrecimiento en ox¨ªgeno que ahoga al ecosistema y afecta a diversas zonas del planeta.