Un equipo de investigadores de las universidades de Almer¨ªa (UAL) y Granada (UGR) ha logrado demostrar una interrupci¨®n en el crecimiento, e incluso la muerte programada, de c¨¦lulas de c¨¢ncer de colon despu¨¦s de exponerlas al gazpacho. Tras someter esta receta propia de la dieta mediterr¨¢nea a una digesti¨®n artificial, y exponer tumores cultivados al digestato resultante, se observa como la mezcla de todos sus ingredientes presenta una actividad antitumoral mayor que su consumo por separado. Este estudio, en fase pre-cl¨ªnica, supone el primer paso para poder reproducir sus resultados en pruebas cl¨ªnicas in vivo.

En concreto, los investigadores realizaron una mezcla, evitando la pasteurizaci¨®n, formada por tomate (385 gramos), pepino (58 gramos), pimiento (3 gramos), ajo (2 gramos), aceite de oliva virgen extra (3,3%, v/v), agua (3,3%) y vinagre (0,16%). El pur¨¦ resultante fue sometido a un proceso digestivo in vitro que simula tres fases de la digesti¨®n humana: la uni¨®n con la saliva, el paso por el est¨®mago y el tr¨¢nsito intestinal. En cada una, se mantuvieron las condiciones ¨®ptimas de temperatura y de acidez, agregando las enzimas que act¨²an en cada momento de la cadena. Y el producto final, el digestato, se diluy¨® en diferentes proporciones en el medio de cultivo de c¨¦lulas de c¨¢ncer de colon.

Los resultados de la investigaci¨®n, publicada en la revista 'Food Research International', mostraron que el gazpacho no solo deten¨ªa el crecimiento celular, sino que puede llegar a inducir la muerte celular programada. ¡°Al contacto con este tipo de alimentaci¨®n se activan una serie de genes que provocan la inhibici¨®n en el desarrollo y que los tumores se ¡®suiciden¡¯ activamente, lo que se conoce como apoptosis. Por qu¨¦ y c¨®mo lo hacen es algo sobre lo que estamos trabajando ahora¡±, explica Pablo Campra, investigador de la UAL, en una nota difundida por la Fundaci¨®n Descubre.

Matriz alimentaria completa

No es el enfoque tradicional, m¨¢s centrado en el an¨¢lisis de nutrientes aislados, pero quiz¨¢ sea el m¨¢s adecuado para determinar el verdadero potencial de algunos alimentos en relaci¨®n con la salud. Tampoco es el primer ejemplo ya que, hace pocas fechas, otra investigaci¨®n confirmaba que cocinar las hortalizas del sofrito con aceite de oliva virgen extra favorece la absorci¨®n y la liberaci¨®n de los compuestos bioactivos de sus ingredientes tradicionales, como son el ajo, la cebolla y el tomate.

¡°Se han identificado sustancias como el licopeno en tomates o el betacaroteno con supuestas propiedades antitumorales pero que, probadas luego de manera aislada en ensayos cl¨ªnicos no se han conseguido demostrar una actividad antitumoral significativa. Es una forma muy reduccionista de entender la interfase alimentaci¨®n/salud, que no casa con la complejidad de la fisiolog¨ªa de un organismo¡±, apunta Campra.

Para los investigadores, la clave est¨¢ en partir de una matriz alimentaria completa donde pueden simularse todas las interacciones que se producen entre las sustancias fitoqu¨ªmicas bioactivas que son capaces de generar una acci¨®n combinada y sin¨¦rgica. ¡°Lo que protege de la enfermedad es el alimento entero, no mol¨¦culas aisladas. Hemos co-evolucionado consumiendo vegetales frescos, los llevamos comiendo millones de a?os, su consumo junto con otros h¨¢bitos preventivos como el ejercicio f¨ªsico, generan un ambiente metab¨®lico hostil al crecimiento canceroso, y la expresi¨®n gen¨¦tica que nos hacen menos proclives a que estas c¨¦lulas cancerosas crezcan en nuestro organismo¡±, concluye el experto de la UAL.