Se abre la veda de nuevo. Jap¨®n reanudar¨¢ este lunes la caza comercial de ballenas por vez primera en 30 a?os con la cristalizaci¨®n de su salida de la Comisi¨®n Ballenera Internacional, cuyo abandono ya se ha hecho efectivo despu¨¦s de que que el organismo, al que Jap¨®n acusa de parcialidad en favor de las organizaciones ecologistas, se negara a atender sus motivos para restaurar esta pr¨¢ctica.

Pr¨¢ctica por otro lado que nunca ha llegado a desaparecer por completo debido a que Jap¨®n cazaba ballenas esgrimiendo fines cient¨ªficos en la Ant¨¢rtida y en el Noreste del Pac¨ªfico, donde empez¨® sus ¡®misiones de investigaci¨®n¡¯ hace 32 y 25 a?os respectivamente, renunciando a una pesca puramente comercial, pero sirvi¨¦ndose de una excepci¨®n tolerada por la CBI.

Las desavenencias con el organismo provocan ahora que la excepci¨®n se convierta en norma aunque Jap¨®n ya no podr¨¢ cazar en las mencionadas zonas. A cambio, los balleneros japoneses tendr¨¢n v¨ªa libre para cazar ballenas -muchas en peligro de extinci¨®n como la minke, la de bryde o la sei- en sus costas.

A pesar de este paso adelante dado por las autoridades niponas, no est¨¢ demasiado claro cu¨¢l ser¨¢ el recorrido de la medida debido a los cambios en la dieta de los japoneses en las ¨²ltimas d¨¦cadas, que han tenido que acostumbrase al descenso de capturas y han relegado su carne en su lista de preferencias.

R¨¦cord en 1960

Para hacerse una idea, el consumo interno anual de carne de ballena fue de alrededor de 200.000 toneladas en la d¨¦cada de 1960, pero la cifra ha ca¨ªdo a alrededor de 5.000 toneladas en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n datos del Gobierno. De hecho, su consumo tan solo represent¨® alrededor del 0,1 por ciento del consumo total de carne en Jap¨®n en 2016.

No obstante, este regreso al pasado preocupa a las organizaciones ecologistas y no son pocas las voces que alertan sobre el peligro que supone para las ballenas, que ya deben lidiar, como otras muchas especies, con el cambio clim¨¢tico, la contaminaci¨®n, la destrucci¨®n del h¨¢bitat y la pesca descontrolada.