Las hay de todos los colores. Las bebidas energ¨¦ticas son bebidas sin alcohol, que contienen sustancias estimulantes, y que ofrecen la promesa de evitar o disminuir la fatiga y el agotamiento, adem¨¢s de aumentar la habilidad mental y proporcionar un incremento de la resistencia f¨ªsica. Una serie de recompensas mitificadas gracias al poder de la publicidad y asumidas por los consumidores que, en muchas ocasiones, no sopesamos bien sus riesgos.

El ¨²ltimo aviso nos llega desde la University of Texas Health Science Center en Houston (EEUU) donde un grupo de investigadores, liderados por el doctor John Higgins, advierten de que incluso el consumo de una sola bebida energ¨¦tica en adultos j¨®venes y sanos puede da?ar la funci¨®n de los vasos sangu¨ªneos tras estudiar la funci¨®n endotelial de 44 estudiantes saludables, de 20 a?os y no fumadores, antes y despu¨¦s de que cada uno tomara una bebida energ¨¦tica de 0,7 litros.

Los resultados del estudio, presentados en la Sesi¨®n Cient¨ªfica de la American Heart Association, sugieren un deterioro agudo en la funci¨®n vascular ya que la dilataci¨®n de los vasos ten¨ªa un promedio de 5,1 por ciento de di¨¢metro antes de la bebida energ¨¦tica y luego cay¨® a 2,8 por ciento tras su consumo.

Un peligro para los j¨®venes

Estos hallazgos se unen a la gran cantidad de evidencias que invitan a reflexionar sobre la idoneidad de suministrar a nuestro organismo determinadas dosis de cafe¨ªna, az¨²car, ginseng, guaran¨¢ o taurina, entre otros ingredientes. M¨¢s, si tenemos en cuenta que las bebidas energ¨¦ticas est¨¢n muy extendidas entre j¨®venes y adolescentes.

De hecho, una encuesta realizada a principios de a?o por investigadores de la Universidad de Waterloo (Ontario, Canad¨¢) volv¨ªa aponer el dedo en la yaga ya que de los 2.055 j¨®venes entrevistados, de entre 12 y 24 a?os, el 73,8% asegur¨® haber consumido bebidas energ¨¦tica en alguna ocasi¨®n. Adem¨¢s, el 55,4% confes¨® haber sufrido alg¨²n tipo de malestar, como taquicardia (24,7%), insomnio (24,1%) y dolores de cabeza (18,3%). Pero la cosa no termina ah¨ª ya que un 5,1% sufri¨® n¨¢useas, v¨®mitos y diarrea; otro 5% tuvo que acudir al m¨¦dico; el 3,6% dijo que hab¨ªa tenido dolores en el pecho, y el 0,2% tuvo incluso convulsiones.

Adem¨¢s, el hecho de que este tipo de bebidas energ¨¦ticas sean consumidas habitualmente con alcohol, precisamente por j¨®venes, no hace sino incrementar exponencialmente el riesgo para la salud ya que los efectos de la cafe¨ªna enmascaran o retrasan los producidos por el alcohol, lo que puede derivar en un incremento de los casos de intoxicaci¨®n et¨ªlica.