Bajo este nombre se esconde algo que todos hemos tenido y nunca ha ido m¨¢s all¨¢. No hablamos ni de una enfermedad, ni de un virus. Es simplemente algo que ocurre en verano en las piscinas, y a casi todos los ni?os. Es la dermatitis palmar juvenil.

Y es, ni m¨¢s ni menos, que de subir y bajar del borde de la piscina, normalmente de piedra rugosa, surgen peque?as marcas en las manos, rojas, sobre todo del roce. Puede llegar a ser viol¨¢ceas y en algunos casos aparecer peque?as ampollas.

No duele, no pica, no escuece¡­ es simplemente que al estar mucho tiempo en el agua, con la piel extremadamente hidratada, en remojo, m¨¢s sensible y blanda, cualquier roce se multiplica, y dado que los ni?os y j¨®venes est¨¢n entrando y saliendo todo el rato del agua, jugando, saltando, y pocas veces utilizan las escaleras, esa rugosidad de los bordillos agrede las manos.

Puede aparecer en los pies, pero no es lo m¨¢s habitual. Se da precisamente en las manos porque son las que llevan el peso del cuerpo a la hora de subir y bajar. No se debe confundir con la dermatitis, esta afecci¨®n de la piel s¨ª afecta a m¨¢s partes del cuerpo y genera malestar.

Para que estas marcas se vayan la recomendaci¨®n es que durante un par de d¨ªas no vayan a la piscina. Si molestan demasiado, una crema suave hidratante calmante ser¨¢ suficiente. Si hay dolor y molestias m¨¢s importantes, se puede acudir al m¨¦dico para asegurar el diagn¨®stico, o preguntar en la farmacia por una soluci¨®n t¨®pica m¨¢s calmante.